El Silencio Dijo Sí

Eres tú

Tercer día sin ella.

Quizá debería estar atento a las indicaciones que me estaban dando en ese momento pero por mi cabeza solo pasaba que pasado mañana sería el cumpleaños de Julia,que Aitana estaría estresadisima con Gala y los primeros dientes que le estaban empezando a salir y que seguramente las niñas se habrían apoderado de mi lado de la cama.

Decido ignorar que la llamaré dentro de un par de horas y le mando un mesaje.

Luis: Te echo de menos.
Podría pegarme toda la noche escribiendote canciones pero nada es tan sencillo como mandarte este mensaje y decirte que me encantaría estar ahí.

Bloqueo el móvil y me coloco el in ear para empezar a probar sonido.

Tres canciones y un descanso para beber agua.

Mi móvil se ilumina para recibir un mensaje de Aitana que logra hacerme sonreír.

Aitana: Me encanta señor Cepeda,sépalo.

Pues sí ,el truco era quererse y saber que pasara lo que pasara cuando atravesaramos la puerta de casa el otro iba a estar alli dispuesto a darte un abrazo y escuchar todas tus aventuras.

Había vacio,claro que sí,el vacío que se siente cuando te despiertas después de haber soñado con la persona que más quieres y resulta que no está.
Hoy habia sido un día mas de esos en los que me desperté deseando volver a soñarla,a ella.

Marta interrumpe mis pensamientos para avisarme de que tengo que ir a maquillaje y peluquería.

-¿Cómo te va aquí?¿Estás cómoda?
-Pues sí,me gusta este trabajo.
-Me alegro.
-Aunque echo un poco de menos a Laura.
-Te entiendo.

Suspiro.

-¿La echas de menos?
-Las echo de menos.

Sonríe de medio lado y sigue haciendo su trabajo.

Cuando da la última capa de maquillaje suena mi móvil sacandome de la relajación que me daban esas tropecientas brochas.

-Hola mi amor.
-Hola papá.
-Pero si es mi peque.
-¿Cómo te lo estás pasando?
-Bien,me gusta cantar.
-¿Nos echas de menos?
-Como a nada.

Oigo como Aitana le llama la atención a la niña.

-Mamá me ha descubierto.
-¿Qué has hecho?
-Coger su móvil para llamarte.

No debería pero me río.

-Pásamela anda.

Hace lo que le digo y su madre le advierte que hablarán luego.

-Hola.
-No te enfades,te pones fea.
-No me estás viendo.
-Pero sé como te pones.
-No me voy a enfadar,pero del sermón no se libra.
-Me parece un buen trato.
-¿Cómo estás?
-Muy bien,¿tú?
-Bien,es menos estresante de lo que pensaba.
-Son dos angelitos.
-Ya.
-No te hago tanta falta entonces.
-Te extraño de la manera más callada que existe.
-Te quiero abrazar.

Se hace el silencio y solo escucho su respiración.

-¿Te he dicho hoy que te quiero?
-No creo.
-Te quiero Luis.
-Y yo a ti Aiti.
-Adiós,mucha suerte.
-Mi suerte eres tú.