Capitulo 20

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CAPITULO EDITADO

Musim

Meses más tarde...

Hoy se cumple ocho meses de embarazo de mi novia también desde que supe que seriamos padres. Debo admitir que estamos sumamente nerviosos ya que es nuestro primer hijo.

Por otro lado, nos enteramos en el cuarto mes del embarazo que será un varón y decidimos que se llamará Tobías.

Por otro parte, esta semana decidimos con mi pequeña comprar un pequeño departamento para poder tener nuestro propio espacio, es cerca de la casa club y de la casa de Hanbal por motivos de seguridad.

Como mi mujer dice siempre hay que ser precavidos por cualquier cosa.

— ¡Musim! — gritan desde el baño.

— ¿Qué pasa? — pregunto desde la cocina, apago el fuego y me lavo las manos, agarro el papel higiénico y encamino hacia la puerta del baño con el papel.

Ella siempre se olvida el papel higiénico. Eso nunca cambiará.

— Necesito papel higiénico- dice.

— Toma — digo mientras rio y niego con la cabeza.

— Gracias, te amo — me agradece mientras me tira un beso, me dirijo nuevamente en la cocina para hacer el desayuno de los dos.

Minutos mas tarde...

Terminamos de desayunar y escuchamos que tocan el timbre y me voy a abrir, miro de quien se trata y ruedo los ojos al mirar a Hanbal con una sonrisa en sus labios, abro la puerta.

— Hola permiso — dice con una sonrisa y con un gran paquete de regalo.

— Hola — saluda Erika con una cara de felicidad y hace una mueca al ver que Hanbal y yo bajamos nuestra mirada que un gran charco de agua esta debajo de mi pequeña.

Se hizo pipi.

— ¿Creo que rompí fuente? — pregunta con una mueca de dolor, escuchamos alguien caerse en el suelo y miramos a Hanbal en el piso.

Siempre tan repentino mi suegro. No es momento para desmayarse.

— Vamos rápido — dice entre dientes, Erika y yo asiento con la cabeza, dejamos tirado en el suelo a Hanbal lo importante es llegar al hospital. Espero que cierre la puerta para que no entre ladrón, aunque sea mi prez será hombre muerto si deja la puerta abierta.

Minutos después...

Estamos en el hospital, mi mujer esta histérica no sé cómo ayudarla comienzo a decirle cosas bonitas y toco sus manos, pero ella me aparta fulminándome con la mirada.

— Tranquilo amor, no iré a ningún lado — digo con una voz suave.

— Mejor así después te mato por embarazarme idiota — grita enojada aprieta más mis manos y jadeo de dolor. Una doctora entra a la habitación y comienza a acercarse hacia nosotros.

Carajo, haré una lista para que no se repita en el siguiente parto. Es mejor estar precavidos.

— Bien empecemos — dice sonriendo mientras mira a ambos.

Horas después....

Han pasado 5 horas que estamos en el parto de mi pequeño Tobías, la doctora está desesperada porque Erika apenas puja.

— Vamos cariño, tú puedes hacerlo — aliento a mi mujer sobando su cabeza y ella niega con la cabeza llorando.

— No puedo hacerlo. Todo es tu culpa, Musim — dice con un puchero.

¿Por qué es mi culpa? Ella también quería hacer el amor conmigo.

— Hazlo una vez más — ánimo de nuevo a Erika asiente con la cabeza comienza de nuevo a pujar.

— Se ve la cabeza, hazlo nuevamente, Erika — infirma la doctora y mi mujer asiente, puja una vez más y escuchamos el llanto de un pequeño bebé, pero Erika sigue pujando.

— ¡Viene otro! — dice asombrada la doctora y nosotros nos miramos.

Tendremos dos bebes. Que potente soy. Me gusta.

— Puja — digo asombrado y agarrando su mano nuevamente.

No me desmayaré como Hanbal. Yo soy fuerte.

— Tú puedes amor — comenzándole a alentarle nuevamente y ella me fulmina con la mirada.

— Cállate, será la última vez que me toques — gruñe entre los dolores y apretando más fuerte mi mano, me pongo pálido.

— No se preocupe, señor. Las embarazadas siempre dicen eso y después vienen otra vez — habla la doctora y asiento con la cabeza.

— Pequeña tienes que pujar — digo con voz dulce mientras sigo sobando con la otra mano su cabeza y ella asiente con la cabeza irritada.

— Ya sé que tengo que pujar, idiota — contesta.

Que carácter.

— Veo su cabeza — anuncia la doctora mi pequeña puja dos veces más y se escucha un llanto de bebé por toda la habitación.

— Es un niño — informa sonriendo.

Dos niños; Tobías y Ángel bienvenidos a esa gran familia.

— Tobías y Ángel — dice mi pequeña con una sonrisa mientras sostiene a Ángel y yo le sostengo a Tobías luego damos a las enfermeras para que revisen a nuestros pequeños.

Mi pequeña y hermosa familia está frente a mis ojos.

Un mes después...

No es fácil cuidar a los niños, aunque solo caguen, coman y duerman. Es cansador porque lloran a la madrugada y no podemos dormir. Mi mujer se irrita y quiere pelear por todo, pero la verdad es que a pesar de todo eso, nos apoyamos como debe ser.

Musim(#2 Mc Angele's Kings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora