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domingo veintiocho de julio.

ㅡ heejin, no estaremos hoy. no hagas nada raro con junhui. ㅡ dijo su mamá, sonriendo.

la chica solo rodó los ojos, haciendo un pequeño movimiento con su cabeza para que su madre supiese que la escuchó.

ㅡ jeon heejin, te enseñe a contestar cuando hablo! ㅡ dijo la mayor.

ㅡ sí, mamá. no hare nada raro con junhui, mamá. ㅡ dijo la de cabello azabache, tratando de que su voz saliera lo más amigable posible.

la mujer de unos cuarenta y cinco años estiró las comisuras de sus labios y le dio un beso a la adolescente, dejándole marcado su labial rosa neón en la mejilla. 

el padre de heejin le revolvió el cabello mientras caminaba hacia la puerta, saliendo de la casa y caminando hasta su nuevo volkswagen golf. su esposa, detrás de él, cerro la puerta y dejó a la chica esperar por junhui en la sala, mientras se limpiaba el maquillaje de su madre de la mejilla.

su mirada iba y venia, esperando impacientemente a que se hicieran las siete y media de la tarde, hora en la que junhui siempre tocaba el timbre de su casa.

7:29.

el timbre suena. 

una sonrisa se pinta en los labios de la chica de a penas diecisiete años. 

heejin se para rápidamente del sofá en donde estaba sentada y va hasta la puerta. antes de abrirla, se alisa la larga falda de su vestido celeste cielo con pequeños puntos de color blanco.

ㅡ hola. ㅡ dijo el chico de cabello azabache.

ㅡ hola. ㅡ dijo ella. sus ojos se achicaron al sonreír. el contrario miró hacia dentro de la casa de heejin, y se quedó parado fuera, con un poco de frio.

la chica miró hacia atrás y se hizo a un costado rápidamente para dejar pasar al chico, ya que entre risas y miradas tímidas, habían quedado que ese domingo no saldrían a ningún lado, sino que se quedarían en la casa de la chica a jugar scrabble.

junhui pasó a la casa de la chica y se sacó los zapatos, dejándolos a un costado de la puerta. la chaqueta que llevaba puesta, fue a parar a el perchero de madera caoba.

heejin guio al chico hasta la sala de su casa, en donde una grande mesa (muy grande para tres personas) a juego con el perchero, sillas y demás muebles, estaba completamente desocupada para entretenerse con los diversos juegos de mesa que la chica había preparado con ayuda de su madre. esta ultima, preguntándole varias veces si no prefería volver a ir a una discoteca con junhui, o pasear por el parque con él, les había permitido pasar tiempo en su casa.

ambos se sentaron en las grandes sillas, comenzando una amena conversación sobre cómo les había ido desde que no se veian, de cuál era la comida favorita del contrario y de cuáles eran las películas favoritas que les gustaría ver.

mientras hablaban, ya habían terminado de preparar el juego al que estarían pendiente todo el tiempo que pasarían en la casa de la chica.

la primera palabra fue formada por junhui. "bonita". sus ojos, fueron hasta los de heejin, y en ese momento, una sonrisa salió de su rostro.

ㅡ como tu. ㅡ murmuró, con un peculiar brillo en los ojos.

la chica negó levemente, con un rubor en sus mejillas, e hizo su palabra. "bobo".

ㅡ como tu. ㅡ dijo ella, con una risa sutil escapándose de sus labios.

el chico asintió, tomando una ficha del montón y poniendo una "s" al final de la palabra de la contraria.

ㅡ así mejor. ㅡ dijo él.

más palabras iban y venian en el tablero, en algunos momentos, los chicos se quejaban de que las palabras que ponían, diciendo cosas como "transparente no es un color", "nadie se llama norviendo" y "esa palabra esta mal escrita".

jugaron varias partidas. dos, tres, cuatro, y quizas más, ya habian perdido la cuenta. también, habían dejado de contar los puntos luego de la segunda partida.

aprovechando completamente el tiempo, los dos adolescentes jugaron, y jugaron, hasta que se hicieron las once y cuarenta y cinco de la noche.

ㅡ creo que ya se hizo tarde... ㅡ dijo el chico, mirando hacia el reloj que tenia ella colgado en la pared.

heejin asintió. parandose lentamente y acompañando al chico hasta la puerta.

ㅡ entonces nos vemos el domingo a la hora de siempre ㅡ dijo el, sonriendo.

ella asintió y se puso de puntas de pie, para dejar un pequeño (y rápido) beso en la mejilla ajena.

él salió de la casa y ella cerró la puerta, subiendo rapidamente a su habitación. se sacó los zapatos y se tiró a su cama, mirando el reloj.

11:54.

ㅡ justo a tiempo.

cerró sus ojos, y se durmió.










sweet love ㅡ wen junhuiWhere stories live. Discover now