DOMINIQUE:
Si bien las cosas que hacemos en una noche "loca", no suelen tener consecuencias, no siempre claro está, presiento que la mia si las tuvo.
Llámenme loco, o quizás, paranoico, pero presiento que algo está por venir.
-¿Cómo te fue con la decoradora?. ¿Finalmente arreglarás tu cuchitril?.
La voz de mí hermana Alizée me trae a la realidad. Estoy en su departamento, me invitó a cenar y estamos esperando a nuestra querida Aimée, nuestra pequeña hermana.
Claramente, Alizée siempre se jacta de haber nacido 5 minutos antes. Cosas de hermanas gemelas.
-Si, hablé con Anne, tiene ideas fantásticas y me gusta mucho su manera de trabajar. La casa de nuestros padres lo avalan.
Ella asiente dándome la razón, me mira fijamente, su mirada profunda, siempre logró intimidarme. Estamos bebiendo una copa de vino blanco,"va muy bien con el pescado". Palabras de ella misma.
Siento que tiene una idea dándole vueltas en su mente y me remuevo incómodo en la silla.
-Si tanto quieres saberlo Ali, pregunta de una vez, no me mires como si quisieras leerme la mente mujer.
Ella suelta una risa nasal y así logra aflojar la intensidad de su mirar. Es algo aterrador.
-¿Conociste a alguien la otra noche, verdad?.
Mí cuerpo se pone rígido con la simple mención de esa noche.
Y el recuerdo de Sophie en la cama, estirada bajo mí cuerpo, sobre las sábanas negras y su cabello desparramado en la almohada, viene a mí como un flechazo. Aún puedo escucharla gemir mí nombre.
Tragó saliva compulsivamente porque no es un recuerdo que quiera tener delante de mí hermana.
No porque sea inocente, si no porque la conozco. Se burlaría de mí por lo que nos reste de vida.
-¿Qué quieres saber específicamente Alizée?. ¿O prefieres esperar a Aimée para saber el chisme completo y así reírte de mí con ella?.
Rueda sus ojos y suelta una carcajada estrépitosa.
El timbre suena y yo me preparo mentalmente para lo que vendrá. Me espera una larga noche y muchas preguntas.
Mis hermanas son demasiado curiosas para su propia estabilidad emocional.
Mejor dicho, para la mía propia, que verdaderamente, es escasa a estas alturas.
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SOPHIE:
Llegamos a mí casa, Juls y Annie vienen conmigo.
Necesitábamos hablar de esto fuera de la oficina. Es demasiado para asimilar.
-A ver si me queda claro. Tú conoces a ese hombre, ¿pero desde cuándo?.
Juls trata de entender la situación,comprendo su confusión. Apenas Anne me dijo su nombre, fue como si una compuerta se abriera y todos los recuerdos vinieran a mí.
-Verán, el primer año de universidad fue muy loco.
Anne y Juls suspiran, y se debe a que recuerdan con demasiado detalle ese año.
¿Y quién no?. Fue una locura completa.
-Bien, lo recuerdan, no pongan esas caras.
