CAPITULO .76.

102 7 5
                                    

CAPITULO .76.

DESPACIO (PARTE .1.)

(EN EL HOSPITAL)

Tres días han pasado desde que me había sentado por primera vez en el sillón, Daniel me había prometido novedades hoy y aunque no me había dicho nada de lo que se trataba sabía que sería bueno y más porque en estos últimos días me había traído su tablet y cosas de la academia para que me entretuviese con ella y con los libros...

· ¿Y mi madre?

· Se ha quedado fuera, tengo que hacer algo antes de que entre.

· ¿Qué tienes que hacer?

· Quitarte la sonda.

· ¿Por fin?

· Si preciosa, pero ahora venga, lo que viene luego te va a gustar más.

· Que viene luego.

· Podrás ponerte de pie por primera vez e intentar a andar.

· No voy a ser capaz.

· Tranquila, luego te digo como pero primero vamos a lo importante, voy a quitarte la sonda y a inmovilizar el hombro de otra manera.

· Vale – LE DIJE ESTANDO EMOCIONADA, PERO A LA VEZ NERVIOSA POR TODO –

Me quitó la sonda y fue molesto, pero lo peor vino cuando me quitó el vendaje del hombro, me dolía bastante y más al moverlo, pero aguanté bastante bien hasta que me puso una especie de hombrera que hacía que el brazo me quedase pegado al cuerpo para luego colocarme un cabestrillo súper raro que se ponía como una mochila y que hacía que el brazo desde el codo a la mano me quedase colgado sin tener que hacer fuerza...

· Muy bien, ¿Y ahora qué hago con el camisón? – LE PREGUNTÉ A DANIEL CUANDO ACABÓ DE AJUSTARME EN LA ESPALDA LAS TIRAS DEL CABESTRILLO –

· Esto solo lo vas a usar cuando estés fuera de la cama, tranquila.

· Vale.

· De todas maneras, poco a poco Anabel, iremos haciendo pequeños ejercicios, tú tranquila.

· Oye, ya que me has quitado la sonda, puedo volver a ponerme ropa interior.

· Sí, claro que si – ME DIJO –

· Le tengo que decir a mi madre o a Sarah para que me la traiga.

· ¿Y si te digo que tengo ropa interior para ti aquí?

· ¿De verdad?

· Te conozco lo suficiente como para saber que en cuanto te quitase la sonda querrías ponértela.

· Quiero mis bragas ya – LE DIJE DE BROMA –

· Prefiero que me digas que quieres que te las quite – ME DIJO HACIÉNDOME REÍR –

· Eso también me gusta, pero ahora las quiero puestas, no sabes lo que las he echado de menos.

Dani se acercó a la mochila que tenía en mi habitación desde hacía días, de ella había ido sacando todas las cosas que me había ido dando los días anteriores, mi madre ya le decía que su mochila parecía el bolsillo mágico de Doramon...

PASIÓNWhere stories live. Discover now