PASIÓN

CAPITULO .95.

CAPITULO .95.

EN CASA (PARTE .1.)

(CONTADO POR ANABEL)

Después de que Dani condujese más de veinte minutos llegamos a una urbanización con casas preciosas, le miré y él estaba riéndose por lo bajo sobre todo cuando dije:

· Vas a resultar un niño pijo y todo.

· ¿Yo?, pero que dices pequeña, yo un macarra de puro rock y chupas de cuero.

· Ya, me va a gustar esta cena.

· No te rías de mí.

· ¿Yo?, nunca osaría hacer tal cosa.

· Eres un caso.

· ¿Siempre has vivido aquí?

· No, aquí me vine cuando más o menos tenía doce o trece años, no me acuerdo muy bien.

· Pues parece un sitio bonito.

· Algo alejado del centro, pero era lo que mi madre quería – ME DIJO APARCANDO DELANTE DE UNA GRAN CASA BLANCA ALGO MODERNA, PERO A LA VEZ CON CIERTO ENCANTO – Bienvenida a mi casa.

· Será bienvenida a casa de tus padres.

· Oficialmente nunca me he ido de casa.

· Pero si tienes un apartamento.

· Pero nunca me fui, casi todas mis cosas están aquí.

· Me tiemblan las piernas – LE DIJE AL SALIR DEL COCHE - ¿Crees que puedo dejar la muleta aquí?

· No, te tiemblan las piernas, tú misma me lo acabas de decir y además ya te vale haberte puesto esas botas como para que ahora no lleves apoyo.

· Dani...

· Anabel, no tienes nada que aparentar, todos saben por lo que pasaste y llevar la muleta no te hace menos, ¿Entendido? – ME DIJO –

· Entendido – LE DIJE –

· Respira hondo y deja de morderte el labio, te vas a hacer sangre.

· Estoy demasiado nerviosa.

· Mírame, te quiero mucho, muchísimo – ME DIJO ANTES DE BESARME –

· Y yo a ti – LE DIJE CUANDO EL BESO ACABÓ –

· ¿Entramos?

· Vale – LE CONTESTÉ –

Cuando cruzamos la puerta me quedé alucinada, la casa era preciosa según entré me encontré de frente con unas escaleras, a la izquierda estaría la cocina porque un olor muy agradable me inundó, Dani tiró de mi mano y me llevó a la derecha, pasamos una puerta corrediza y entramos en un gran salón coronado en un rincón por un majestuoso piano de cola...

· Bel – DIJO MARTA VINIENDO HASTA NOSOTROS –

· Hola – LE DIJE –

· Hola hermanita.

· Hola – LE DIJO ELLA DEPRISA Y CORRIENDO – Bel, estás guapísima y me alegro tanto de verte tan recuperada, la bata del hospital no te hacía justicia.