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El profesor había entrado al aula, los primeros días obviamente iban a ser de ubicación y del cómo será este semestre. A fin de cuentas, nada de eso le importaba a Marain porque ya sabía lo que darían.

—Marain Bleach —le llamó el profesor—. Tú qué eres la sub-delegada de la clase, ¿podrías decirme un ejemplo del machismo para comenzar con este hermoso y lindo semestre que nos espera?

—¿Está seguro de que quiere que yo conteste esa pregunta?

—Claro, tú eres la más indicada para eso.

Todas las miradas del salón se posaron en ella, pero Marain no se incomodaba para nada.

—Bien. Un ejemplo del machismo es; que una mujer lleve motora. Para los hombres de esta generación, creen que ellos son los únicos que pueden andar en motora, competir, exigir y hablar. No porque ande con motora significa que es marimacho, es porque le gusta y se siente cómoda usando motora. No porque tenga tatuajes significa que deberían de tratarla al menos, es su cuerpo y puede hacer con él lo que quiera.

—¿Ah? ¿Tú no eres la de la motora que quería problemas conmigo? —al parecer hoy no era suerte de Marain—

—El que quería problemas conmigo era otro.

—Marimacho.

—Princeso.

—Ahora que lo recuerdo, eres la ayudante de Freddy... Mejor dicho, su esclava —rió, todos los demás le siguieron el coro—

—Y ahora que lo recuerdo, eras el princeso que desde primaria lloraba en el regazo de su madre. ¿Todavía eres así, Anthony?

—¡Cierra la boca, Bleach!

—¿Por qué? ¿Por qué es cierto todo lo que dije? Admítelo, sigues siendo un llorón y princeso —el estaba por reclamar—

—Ya, basta, Anthony —el chico que Marain había ayudado de nombre Iker, se interpuso en la mini discusión—

—¿Ella fué quien te salvó ayer por la avenida? —Iker miró bien a Marain, la chica también lo miraba, aunque no le importaba si decía que sí—

—No, ella no fué.

—Vaya... —Anthony observó a Marain antes de decir—. Créeme que esto no se quedará aquí, Bleach.

—Con gusto tendré otra ronda contigo, princeso.

🏍️

El timbre de salida había sonado, una buena noticia para Marain. Apresurada salió corriendo hacia la salida, no podía llegar tarde hoy a su trabajo, si no, Freddy la mataría —tampoco así, pero le daría su sermón—, ya que él hoy tiene una competencia bastante importante.

—¡Hey, Marain!

—Si quieres que te llegue a San Diego otra vez, pídele al princeso que te lleve, no puedo llegar tarde hoy —dijo una vez se montó en su motora—

—No no, no pediré que me lleves a San Diego —sonrió—. Sólo quería darte las gracias por lo de ayer —lo miró sin entender muy bien—. Estaba en una situación un poco apretada, y si tú no estuvieras ahí, seguramente estaría frito —rió nerviosamente—

—De nada. Planeaba dejarte ahí ya que no reaccionabas, pero no pude. Por cierto, ¿porqué negaste de que yo era la que te salvó ayer? —dijo antes de ponerse el casco—

—No quería que estuvieras en problemas. Seguramente conoces más a Anthony que yo.

—Puede. Desgraciadamente nos veíamos juntos hasta cierta temporada. Nos vemos.

Lovely Complex [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora