El compromiso.

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La semana en la casa ha sido un total holocausto en los preparativos para el dichoso compromiso, lo bueno es que a pesar que mi madre está en casa no ha notado mi hora de llegar en las noches.

Arthur estuvo angustiado porque llegaba sin mí, temió perder su empleo, el primer día caminé de puntillas y no pasó nada, ni al día siguiente, por lo que no me preocupe más, mi madre ha estado totalmente centrada en los preparativos, cada detalle debe estar a la altura de la situación.

Se oyen rumores entre los empleados que vendrán personas muy importantes y hasta políticos.

Mi hermana está al máximo de su hiperactividad, es capaz de enloquecer a un monje, si comienza a cotorrear hay que huir, no quiero imaginar su boda.

Por mi parte, continuó mis rutinas y agregué más cosas por hacer en el día para estar lo menos posible en la casa. Voy más seguido a ver a los niños del oncológico, paso horas en casa de Liam y Tessa hasta la hora de abrir el pub y al finalizar, veo a Franco, a veces pasa por mí y en otras ocasiones me espera en su casa.

Arthur ya sabe el automatismo - aparca frente a la casa, se encienden las luces, el rubio aparece con su sonrisa, me recibe y Arthur se va - se ha convertido en todo un cómplice.

Por petición de mi madre "aunque fue más una orden" vamos al Spa y por vestido nuevos para la noche.

Aunque estoy a cargo del pub le explico al Sr. Knut y este a su vez ubico un reemplazo por esta noche, aún está en Alemania, volverá el próximo mes y yo tomaré dos semanas, ese fue el trato.

---- ¡No Danna! no pienso ir a ningún lado en ese aparato infernal tuyo, me arruinarás el cabello, necesitaremos el auto para traer los paquetes, ¿por qué te empeñas en manejar esa cosa? Tenemos que salir juntas porque te conozco y sé que eres capaz de no ir al Spa ni de compras solo para llevarle la contraria a nuestra madre, ¡vamos con Arthur por favor! además tenemos que pasar por Tessa las tres no cabemos en una moto. O puedes manejar tú el auto, ya que no confías en que yo lo haga ¡pero en moto no! --- Franchezca hace un berrinche cual niñata y yo termino cediendo a sus caprichos.

---- ¡Está bien! Vamos con Arthur. -- Suspiro resignada, mi hermana hace movimientos con las manos en señal de que gano.

---- ¡Y allí estas! --- digo observando un vestido negro de encaje, luego de rebuscar por varias boutiques.

----¿Qué? ¡Estas locas! Mi madre te mataría, es muy sencillo, además Danna otra vez de negro no por favor, es mi compromiso no un funeral.

---- Demonios Franchezca hasta el color de vestido debe ir a tono con la decoración, ni sueñes que me vestiré de rosado --- acaricio la tela negra aun en mis manos.

---- ¡Anda Dan! te debes ver bella en otro color que no sea negro o gris, ¡vamos! debe haber algo que resalten esas caderas de infarto que tienes. --- Tessa intercede restando mi exasperación, cada una me toma de una mano y comenzamos la larga búsqueda.

Después de horas probándonos vestidos Tessa y Franchezca han encontrado sus atuendos perfectos, pero yo aun no decido por nada, a lo que las chicas vienen cargadas además de dos empleadas con varios trajes, termino por elegir uno azul.


(...)

Los ruidos llegan hasta mi habitación, donde Tessa termina con los detalles del maquillaje de mi hermana.

Una Pasión Inconclusa [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora