Una Pasión Inconclusa [Editando]

¿Volverás?

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Llegamos a casa agotados, luego de un día súper divertido, Vincent corrió tanto qué llego a dormir, hasta Elizabeth quedó exhausta.

Me doy una ducha rápida, estoy colocándome crema cuando una alerta suena en el ordenador, observo la pantalla, es un mensaje.

Franco: ¿Estas?.

Respondo en automático.

Tu: sí.

Franco: ¿puedo llamarte en video?

Estoy a punto de responder cuando su llamada conecta.

---- ¡Uff! Recién bañadita.

---- ¿Que quieres Franco?

---- Creo qué es la ocasión perfecta

---- ¿Para que?

---- ¡Para qué uses nuestro obsequio!

----¿Nuestro?

---- Así es, ve por él, te espero.

Como siempre termino cediendo a sus caprichos, por fin destapo la misteriosa caja blanca. Lo primero que veo es una nota.

Lo disfrutaré más que tú.

                    Franco

Levanto el papel que envuelve las prendas, una fina bata de seda roja, un hermoso brasier de encajes negro en conjunto con una pequeña braga del mismo color y material. Sonrío con malicia, obviamente le seguiré el juego, me visto con las prendas, suelto mi cabello qué estaba envuelto en una toalla y esta rizado por la humedad, me maquilló un poco, unos zapatos de taco muy alto y medias de nailon con sujetadores.

Camino hasta quedar frente a la pantalla. Su mirada se vuelve lujuriosa de inmediato y se despoja de la camiseta.

---- ¡Perfecta! Baila para mí como aquella noche, ¿recuerdas? ¿Puedes?

---- Si, Vincent está dormido.

---- Se llama como mi tío. Luego me contarás.

---- ¡Así es! es solo casualidad. ¿Que música quieres que baile?

----  Crazy de Aerosmith. --- Pide con malicia y yo asiento.

Coloco la música, el sabe bien que esa tonada me encanta. La dejo fluir por mis oídos para apoderarse de mi ser, comienzo el contoneo de caderas, con movimientos suaves y sensuales, su sonrisa se ladea en automático.

----Despójate del camisón. --- Obedezco sin dejar de bailar. Recorriendo mi  cuerpo con las manos.

—Toca tus senos como lo hago yo.

Bajo mis manos hasta ellos, los rozo por encima de la prenda con los ojos cerrados, completamente desinhibida.

----Así nena, me encanta.  — su voz es grave, cada vez más excitante, mis dedos viajan a los tirantes,  despojándome de ellos y dejo caer el brasier mostrando mis senos.

Sus ojos están fijos en cada uno de los sensuales movimientos, me voy despojando de cada prenda con pausa y  percibo sus jadeos, giro mi cuerpo, mostrando mi espalda a su vista, de forma sexi me despojó de la pequeña braga qué es toda la tela que me viste,  lo escucho gruñir, vuelvo a observar y se está despojando de su ropa, dejando a la vista su erecto miembro.

----Acaricia tu cuerpo como si lo hiciera yo. --- con mis manos me toco lentamente, mi piel se eriza imaginando sus manos.

---- Ve a la cama. --- vuelve a ordenar, camino en la dirección indicada, no sin antes colocar la pantalla frente a mi.

---- Toca tus piernas. --- Obedezco acariciando desde mis rodillas en ascenso. Esta vez no esperé su orden; mi mano se va directo a mi entrepierna, con el solo rocé de mis dedos sobre ella un gemido escapa de mi boca, imaginando que era su mano. Jamás me había tocado de está manera.

Sus jadeos se hacen presentes al escuchar mis gemidos cuando uno de mis dedos recorre mis húmedos pliegues.

¡Estoy tan excitada! cierro los ojos para dejar qué dos de mis dedos se cuelen en mí. Su nombre se escapa de mi boca mientras dejo caer mi cabeza hacia atrás.

—No te detengas, aquí estoy para ti—dice y no pienso en hacerlo. --- ¡Danna mírame! --- sus ojos están lujuriosos.

----¡Tócate para mí! --- digo sin inhibiciones y el sonríe lascivo.
Con el no existe vergüenza, muerdo mi labio fijando mi vista en él. Mientras nos masturbarnos uno frente al otro, de forma obscena.

Gemidos, jadeos es todo lo que suena, lo observo llegar al clímax con fuertes sonidos guturales saliendo de su garganta, lo qué me hace explotar en placer, mientras mis fluidos inundan mi mano.

Estoy con la respiración entrecortada e inmersa en un mar de placer. Otra experiencia nueva de la mano de Franco.

---- ¿Estas bien? --- me pregunta y vuelvo a mirarlo.

---- ¡Excelente! --- respondo aún jadeante.

---- ¡Quiero tocarte! --- Posa su mano sobre la pantalla.

---¿Volverás? --- Pregunta mirándome fijamente mientras sus dedos recorren la superficie de su lado.

---- ¡Sí! Para navidad. --- le giño el ojo y el sonríe ampliamente.

---- Te esperaré con ansías.

---- ¿Aún sientes ansías?

---- Por ti:

¡infinito!

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Agradecida inmensamente por sus comentarios y votos. Está historia será revisada y editada.

¿Les gustaría una historia sobre Elizabeth? Posiblemente me anime a escribir sobre ésta chica.

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Gracias por leerme...

J.K.M.