Capítulo 16

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—¡¿Estás diciendo que se acostaron?!

Yoongi arrojó un cojín del sofá al alfa por su grito. Lo que menos quería era que sus vecinos se enterasen de su vida sexual. Tampoco tenían porqué enterarse de la situación con su mejor amigo.

El rubio se sacó el cojín de la cara y siguió observándolo confundido.

—¿Cómo es posible? Me dijiste hasta el cansancio que él era solo tu mejor amigo y que nunca sería más que ello, que era totalmente erróneo que algo pasara entre ustedes, ¿y ahora me cuentas que fornicaron como animales salvajes?

—¿Sabes? Suenas celoso —propuso el omega.

Jimin soltó una carcajada y negó con la cabeza mientras volvía a verlo.

—Intentas cambiar de tema, buen truco. Te lo concederé por unos segundos —dijo apoyándose en el respaldo del sofá —Mi querido ex, como ya te lo mencioné anteriormente, lo nuestro no tiene retorno. Ambos sabemos que a pesar de los buenos momentos, no somos tal para cual. Desde que terminamos he estado yendo a fiestas y eventos tratando de encontrar con quien si pueda pasar el resto de mi vida, pero no he tenido suerte. —dijo con un puchero para después sonreír —De igual manera, me entretengo mientras llega el indicado —agregó guiñando un ojo.

El azabache pensó que era inusual que dos ex hablaran tan abiertamente entre sí de sus vidas amorosas, pero no le resultaba incómodo. Era como reunirse con un viejo amigo que te conocía demasiado.

—Como sea, —siguió el alfa —repíteme lo sucedido.

—¿Qué quieres que te diga? —preguntó frustrado —Ya te conté lo que pasó, no quiero repetirlo.

Jimin lo observó dudoso un momento.

—¿No quieres repetirme la historia o no quieres que vuelva a pasar?

Las mejillas del omega se calentaron y miró a otro lado.

¿Quería que volviera a pasar? ¿Quería que Hoseok lo tomara de nuevo?

Decidió no pensar en eso por el momento.

—Tú tampoco cambies de tema, aquí lo importante es lo que pasó —dijo convencido.

—Entonces hablemos de lo que pasó —estuvo de acuerdo —¿Te gustó?

De nuevo otra encrucijada. O Yoongi era muy tonto hablando o Jimin era un genio en ello.

¿Que si le había gustado? Si lo analizaba por la parte sexual, había sido estupendo. El alfa castaño había encontrado todos sus puntos sensibles y lo había hecho sentir como nunca. No recordaba haber tenido mejor sexo, pero...

Seguía tratándose de su mejor amigo. Eso era lo que complicaba todo.

—Yo... —pensó qué responder —... sí, me gustó. Lo disfruté —aceptó mirando el suelo.

—¿Y por qué lo dices así? ¿Por qué te muestras como un niño que ha hecho algo malo? —preguntó el rubio confundido.

—Porque así es —dijo exasperado volteando a verlo —¡Estuvo mal! ¡Somos mejores amigos y nos hemos acostado! ¡No tiene sentido, los mejores amigos no hacen eso!

Sentía su corazón acelerado y su respiración irregular. Su garganta quemaba y sentía dolor en el pecho. Todo parecía peor cada vez que lo pensaba. Era como si en el momento no hubiese pensado en nada más que sexo y ahora le tocase bajar a tierra. Parecía un adolescente que debía lidiar con las consecuencias de lo que traía entre las piernas.

Había tenido sexo con su mejor amigo y eso, aunque quisiera, no podía ignorarse. Su amistad no podría seguir como antes.

—Yoongi, —el rubio suspiró cansado —no te portes así, por favor. Abre tu mente y piensa más calmadamente las cosas.

—¿Qué quieres que piense? ¡Me he acostado con Hoseok y todo se ha ido por el caño! ¡Ha pasado una semana de ello y ni siquiera hablamos por mensajes! ¡Todo esto está mal!

Estaba en crisis. Sentía que todo era su culpa. Era uno de los vínculos más reales que tenía y ahora sentía que se había terminado. Todo por un maldito celo.

Quería gritar y gritar, aunque eso no remediase nada.

—Esto no tiene sentido, —dijo caminando por la habitación mientras miraba el suelo — no puede ser que haya perdido a mi mejor amigo, no a Hoseok. —se lamentó con lágrimas en los ojos —Él es... demonios, él es...

Sus sollozos se hicieron más fuertes impidiéndole hablar. Sus lágrimas caían como gotas inacabables de una tormenta. Su pecho dolía cada vez más al pensar que ya no tendría a su mejor amigo para compartir sus mejores experiencias. Su vida se estaba yendo en picada y no podía detenerlo.

Sin saberlo, se había parado en medio de la sala. Sintió unos brazos envolverlo cálidamente mientras su cabeza era apoyada en un fuerte pecho. Sus cabellos negros fueron acariciados con dulzura y calma.

—Está bien, está bien —intentaba consolarlo Jimin —Llora cuanto lo necesites, estaré aquí —le aconsejaba acariciando su cabello.

Y a pesar de lo incorrecto que era llorar en el pecho de su ex como si fuese un niño, se sentía reconfortante.  Se estaba cayendo a pedazos emocionalmente y era bueno saber que alguien estaba allí para él.

Debía apreciar la buena y desinteresada acción por parte del rubio, pero no era completamente así. El omega no quería a Jimin consolándolo, sino a alguien más. A alguien de cabellos castaños y sonrisa maravillosa. Alguien que lo conociera de toda la vida y supiese de sus defectos. Alguien que hubiese estado en todo momento para él incondicionalmente.

Él quería a Hoseok. Lo quería abrazándolo y apoyándolo en su pecho. Oler su aroma a chocolate con nueces y sentir que todo estaba bien, que no tenían porqué alejarse, que siempre podían permanecer juntos.

La promesa implícita que siempre había estado allí.

Sentía que no podría seguir sin el alfa. No quería haber arruinado todo por un maldito celo, aunque este hubiese sido increíble y lo hubiese hecho sentir como nunca. Su vínculo con Hoseok no debía desaparecer. Ellos debían seguir juntos como siempre.

Y ahora, una semana después sin hablarse, no veía muchas probabilidades de que fuese así. Eso lo lastimaba, sobre todo porque no sabía cómo remediarlo.

Cuestionando intenciones - Hopega OmegaverseWhere stories live. Discover now