I don't care. [Frerard]

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—Gee—Dejé un beso sobre sus labios y lo envolví en un abrazo.—¿Cómo estas?—Comenzé a acariciar su cabello y besar su coronilla mientras él apoyaba su cabeza en mi hombro pacíficamente, como siempre haciamos.

Sólo hasta el final de las clases podíamos estar tranquilos, varios de los salones permanecían vacíos por algunas horas, y en uno de ellos nos encontrabamos.

La mayor parte del tiempo compartiamos cariño y besos, pero algunas veces conversabamos como viejos amigos. El tema de la secundaria siempre salía a la luz, y al final acababamos riendo de las anécdotas sobre algún profesor.

—No tan bien—Solté un suspiro al escuchar eso, su tristeza también me hacía sentir mal a mí. No me gustaba verlo decaído y desearía que nada malo le pasara, pero eso era imposible, lo único que podía hacer era darle mi atención.

—¿Qué pasó, mi amor?—Gerard se sentó a mi lado, estabamos sobre un escrito, sonrió un poco por la forma en que lo llamé.

—Lindsey.

—¿Qué ocurrió con ella?.

—Las mismas cosas de siempre—Soltó. ¿Qué significaba eso?, tal vez a veces se olvidaba de que a mí no era al que debería hablarle sobre su esposa.—Ella y yo no nos llevamos muy bien, desearía que fueras vos el que vive conmigo.

—No creo que realmente lo desees si no estas haciendo nada para que eso pase, solamente tendrías que hablar con ella, no puede ser tan difícil.

—Sí lo es, Frank, son demasiadas cosas en poco tiempo, dijiste que me esperarías y ahora me decis esas cosas, ¿por qué te comportas así conmigo?.

—Eso tengo que preguntarlo yo, me haces ilusionar y después tengo que volver a la realidad. Dije que te esperaría y sigo dispuesto a hacerlo, pero no me hagas esperar por algo si nunca va a suceder—Sentía que si no lo presionaba para que hiciera lo que debía estaríamos estancados por mucho tiempo.

—¿Ya no te gusto?—Gerard puso una expresión de preocupación mezclada con tristeza.

Parecía que hablaba con un niño pequeño, de todas las cosas que podría haber entendido sobre lo que dije, justamente eligió la más equivocada.

—Sí me gustas, pero no quiero que esto se transforme en una bola de nieve que vaya agrandandose y termine lastimandonos—Cada vez nos poníamos más a la defensiva, parecía más como una discusión, aunque yo no quisiera eso en absoluto.

—Frank...he estado con ella tantos años, no puedo dejarla así, no se lo merece.

—Entonces, ¿merece que le mientas?, estas engañandola y yo no tengo nada que ver en eso, es una decisión que vos tomaste. Si la amaras no le serías infiel, ¿por qué tanto empeño en seguir con ella?, podrías salir con alguien que realmente quieras, y no importa si ese alguien soy yo.

Gerard miraba atentamente hacia el suelo. Todo el discurso que le solté fue simplemente la verdad, donde intenté ayudarlo. Quiero que sea feliz, no me importa si era a mi lado. Estaba bastante sorprendido de mí mismo. Desde la secundaria soñando con tener ese tipo de atención por parte de Gerard, para que al final no me interese estar a su lado, con tal de que sea feliz. Supuse que era la persona por la que esperé tanto tiempo, la que amaba, el primer amor.

—No me hagas sentir culpable, por favor.

—No estoy intentando hacer eso. Gerard, prometeme que lo vas a hacer, que vas a hablar con ella sobre esto, cuando puedas, si lo haces voy a esperarte el tiempo que sea necesario.

Me puse de pie frente a él, que aún permanecía sobre el escritorio, balanceando suavemente sus pies. Dejé varios besos en su frente, para después pasar a sus labios. Sequé las lágrimas que bajaban por sus mejillas y lo abrazé nuevamente.

—Voy a hacerlo, te lo prometo—Uní nuestras frentes y comenzé a dejar rápidos besos por todo su rostro, él soltó una risita tierna y me devolvió todos los besos.—Frank, no entiendo cómo me haces feliz en tan poco tiempo.

Esas palabras tan bonitas me hacían sonreír, apesar de todo. Intentaba ser de lo más cariñoso con él, por todas las cosas que me contaba, Lindsey no solía ser así en su relación y me sentí mal cuando lo supe, si yo estuviera en el lugar de ella intentaría ser el mejor novio.

De todas formas no podía juzgar a Lindsey mientras salía con su novio a escondidas. Incluso cuando solían confundirlos con esposos, debido a la cantidad de años que pasaron juntos.

Continuamos disfrutando sólo de la compañía del otro, comportandonos como una pareja común pasando un día aburrido. Mientras me dibujaba vagamente en uno de sus cuadernos su celular sonó, ambos nos asustamos por un segundo por lo alto que sonó el tono de llamada. Pero después me reí de él al reconocer ese tono como "Oops!...I did i again".

Sacó su teléfono de su bolsillo y pude ver en la pantalla un "Lyn-Z", inmediatamente se fue mi sonrisa. Gerard estuvo a punto de rechazar la llamada.

—Respondele—Me miró de reojo, dudando si debía hacerlo o no.

Finalmente atendió la llamada, hablando con total naturalidad. Yo lo miraba atento, intentado saber qué era lo que decía la mujer del otro lado de la línea. El pelirrojo sólo afirmaba y asentía, como si ella lo estuviera observando.

Al parecer la conversación se iba a extender, lo supe cuando Gerard me miró un poco preocupado. Comenzé a besar su mejilla de forma rápida, pero seguí por la comisura hasta llegar totalmente a sus labios, y me sentí un poco extraño al saber que yo tenía su atención apesar de estar hablando con ella. Cuando colgó pregunté por su conversación.

—Dijo que iba a salir con una amiga—Me respondió mientras abría una aplicación en su celular de un juego bastante infantil.

—¿No es muy tonto ese juego?—Me miró rápidamente y dió una pequeña risa nerviosa, también me reí.—Lo que te dijo significa que no va a estar en tu casa en unas horas, ¿cierto?.

—Supongo que sí.

—¿Vamos a mi departamento?—Me sonrojé un poco por lo mal interpretada que podía ser esa invitación. Pero estaba emocionado de llevarlo por primera vez.

* * *

Hace un rato me desperté y tenía una ARAÑA GIGANTE en el brazo, estuve llorando 1 hora del asco y tenía altas ganas de cortarme el brazo entero #dramatica

Ojalá les esté gustando esta historia ❤