#O3.

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Escuchar las campanillas de la puerta fue como un amable y cruel recordatorio de que había entrado a la boca del lobo, a su muerte, al fin de su camino, al fin de sus avances tan mínimos con el rubio. O sea, a la pizzería Pizza-La. Bueno, eso según su paranoia momentánea donde se imaginaba a Bakugou gritándole acosador pervertido frente a todos los clientes y llamando a la policía para que se lo llevaran.

Sin embargo, al entrar a la pequeña tienda, el ambiente fue bastante diferente a como se lo imaginó. Las paredes rojas con puntos entre blancos y negros le daban un ambiente tipo "Domino", decorado con variedad de carteles que anunciaban los tipos de pizzas que tenían, eso sin contar las mesas en forma de triángulo que le parecieron bastante geniales. El lugar no estaba tan lleno, pero tampoco tan vacío, aunque en su mayoría se trataba de compañeros de la universidad que había visto caminando por su campus.

—¡Woooh! ¡Kyoka! ¡Llegaste!

Escuchó los gritos emocionados de Ashido y pronto su amiga llegó hasta donde se encontraban, tomando las manos de la mencionada y sacudiéndolas de forma energética.

Kirishima suspiró al verla, el uniforme femenino era mucho más detallado que el masculino, con unas medias largas negras y una falda roja un poco más arriba de la rodilla, mientras la camisa roja parecía parte de ambos modelos de uniforme. Él se alegró al ver a su amiga tan cómoda, Ashido definitivamente había nacido para eso, pues no le sorprendió las expresiones embobadas que observaban a la pelirrosa.

—¡Hey! Hola, Mina.

—¡Hanta, Denki, Eijirou! Sean bienvenidos. —Y les mostró una animada sonrisa.

Ellos no tardaron en ser guiados por su amiga hacia una mesa vacía, acomodándola junto a otra para que todos los miembros se sentaran a gusto, y luego les trajo una cartilla con toda la variedad de pizzas que podían elegir. Kirishima alcanzó a ver a Yaoyorozu a la distancia, sin embargo, no consiguió concentrarse en la guía de pizzas pues notó que algo extraño estaba sucediendo donde se encontraba su pelinegra amiga.

—Kirishima, ¿qué te parece es...? —Sero dejó de hablar al notar la mirada preocupada del pelirrojo. Al instante se concentró en buscar lo que Kirishima observaba y entendió—. ¿No es Momo? ¿Qué hace con esos tipos?

—No son de la universidad.

—¿La están molestando? —preguntó Kaminari.

—Creo que...

Lo siguiente que vieron les dejó completamente en claro que algo extraño estaba sucediendo. Uno de los tres hombres desconocidos le dio un manotazo en el trasero a Yaoyorozu y ella soltó un sonido parecido a un chillido aterrado. Kirishima no pudo resistir más, si bien antes había notado que su amiga se estaba defendiendo justamente, al ver que ese tipo se pasó de listo e ignoró las palabras de la pelinegra, se levantó de su lugar y se dirigió a donde ella se encontraba.

—¡¿Qué le pasa?! ¡Le pido por favor que se retire de la tienda! No puede hacer esa clase de cosas.

—Vaya... Una mesera haciéndose la difícil... Que linda, debe estar muy enterada de que así es como nos gustan a los hombres de verdad.

El sujeto, quien no parecía tener ni una pisca de remordimiento, tomó el brazo de Yaoyorozu y trató de acercarla. Kirishima estuvo a punto de correr porque, demonios, ¿cómo es que justo en ese momento el lugar se sentía tan malditamente grande? Pensó que no llegaría antes de que su amiga se viera afectada de nuevo, pero para su sorpresa, otra mano sujetó la muñeca de aquel asqueroso tipo y la apretó tan fuerte que hasta él fue capaz de ver como las uñas se enterraban en la piel y el hombre ponía una expresión de dolor.

Delivery. | Bakugou Katsuki x Kirishima Eijiroजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें