Love me like you do - Tom Holland (ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ)

3. Turismo.

El hermano menor de Tom, Harry Holland, le había pedido, con mucha insistencia, que lo acompañara al centro de Londres. Quería sacar algunas fotografías y hacer unos cuantos videos para un concurso que estaba participando, por lo que, el movimiento de Londres y su arquitectura, le ayudarían mucho a aumentar las posibilidades de ganar.

Tom se puso su gorra y sus lentes y acompañó a su hermanito con pocos ánimos al centro de Londres.

―Hay mucha gente hoy.― Harry dijo con la cámara en la mano luego de una hora de estar caminando.

―Tienen que estar aprovechando el poco sol que hay.― Tom miró a todos los turistas que caminaban por la plaza que limitaba con el río Támesis. Una melena castaña y una silueta conocida a lo lejos le llamó la atención y su corazón se aceleró.― Vuelvo en seguida.― Tom empezó a caminar sin despegar la mirada de la chica que tenía puesto un gorro de lana de color amarillo. Sonrió al darse cuenta de que era Nat. Ella estaba intentando leer un mapa solo con una mano, por lo que tenía el ceño fruncido, Tom sonrió al encontrar el gesto tan tierno.― ¿Necesita ayuda, señorita?

Hace tres días que se había despedido de Nat en su hotel y no había sabido nada de ella, pero eso no quería decir que se la hubiese sacado de la cabeza. Algo que lo tenía totalmente desconcertado.

―No, gracias.― Murmuró Nat sin siquiera ver con quien hablaba. Hace cinco minutos había escuchado a un hombre burlarse de ella diciendo que las mujeres nunca iban a aprender a leer un mapa y eso la molestó de tal manera que ya no quería pedirle ayuda a nadie, aunque eso la llevara a perderse.

― ¿Segura? Sostener un mapa con una mano se ve complicado.― Tom dijo con una sonrisa en los labios. Nat levantó la mirada al reconocer esta vez la voz.

―Gracias a Dios.― Agradeció al ver a alguien conocido. Como había predicho, se había perdido y ella no tenía idea de mapas.― No sabes cuánto tiempo llevo tratando de leer...esto.― Señaló con odio al mapa. Tom rió y le sostuvo la otra punta del papel que Nat no podía sostener debido al yeso.

―Veamos ¿Qué estás buscando?― Tom sostuvo el mapa e intentó buscar en donde se encontraban en este minuto.

―Bueno, de hecho, intento reconocer en donde estoy parada, para luego ver mi próxima parada y buscar alguna forma de llegar.― Tom pensó las palabras de Nat y la miro un poco confundido.

― ¿Cómo llegaste hasta aquí?

―En metro y autobús.

― ¿Viniste en transporte público desde tu hotel?

―Si.

―Hubieses pedido un taxi, o algo parecido, te pudiste haber lesionado más al andar con la mano enyesada.― Tom la regañó suavemente y Nat alzó una ceja confundida.

―No soy una niña, Tom. Sí sé andar en transporte público.― Se cruzó de brazos y lo miró divertida.

Tom suspiró y se frotó sus manos en sus jeans.

―Tienes razón. De todos modos ¿Qué haces con un mapa? ¿Tu celular no te sirve?―Tom encontraba curioso que en estos tiempos alguien ocupara mapa y no el GPS del celular.

―La compañía todavía no me permite ocupar mis datos aquí en Inglaterra, según ellos, mañana ya debería de estar listo el problema, además, se me quedó mi cargador en el avión― Nat rodó los ojos por lo idiota de la situación.

― ¿A dónde quieres ir ahora? ― Tom buscó en el mapa para ver si tenía alguna ruta marcada o algo parecido.

― ¿Ahora? Al hotel, soy un asco orientándome, así que creo que mejor tomaré un tour para poder conocer la ciudad.― Nat frunció el ceño al no poder cumplir su objetivo de recorrer la ciudad por su cuenta.