Aproximadamente dos millones de personas transcurren en un año el aeropuerto de Londres, siempre soñé ser parte de esos dos millones, y por fin pude ser parte de ellos. Pero, en vez de tener una linda recibida de la hermosa ciudad de mis sueños, el...
No me he podido poner al día con las notificaciones, mil perdones, les prometo que lo haré lo más pronto posible, pero, hasta que lo haga. Les doy las gracias a todos los que leen y comentan. Me dan ganas de llorar cada vez que veo un voto o un comentario. Los amo.
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― Vamos, Nat. No quiero que estés enojada conmigo para año nuevo.― Tom dio un paso hacia la chica, pero, ella solo le frunció el ceño y se fue.― ¡Nat!
― ¿Qué hiciste ahora, hermano?― Harrison llegó junto a su amigo y le pasó un brazo por sus hombros.
―Una estupidez.
12 horas antes:
Nat estaba durmiendo pacíficamente cuando, algo en su nariz, le hizo abrir los ojos y encontrarse con los ojos de Tom. Él le sonrió al ver que despertaba y ella lo imitó un poco somnolienta.
―Hola, hermosa.―Nat escondió la cara en la almohada y Tom rió.
― ¿Cómo entraste?― Dijo volviendo a mirarlo y estirándose. Tom, que estaba acostado de lado mientras la miraba, le acariciaba suavemente el brazo.
―Me encontré con alguien en la puerta que tenía una llave.― La chica frunció el ceño e intentó procesar lo que le había dicho.
― ¡No me digas que los antiguos dueños quisieron entrar!― Se levantó asustada y Tom rió a carcajadas por eso.
― ¡No!... Nat, Jess estaba en la puerta.― La chica se detuvo y miró a Tom, sorprendida. Sonrió ampliamente y corrió al salón para poder encontrarse con su amiga.
En cuanto la vió sentada en el sofá, se lanzó sobre ella y la rubia se quejó al sentir el peso de la castaña en su estómago.
― ¡Volviste!
―Sí, quería pasar año nuevo con mi mejor amiga, pero, no lo lograré si muero asfixiada antes de eso.― Nat se levantó de arriba de Jess, se sentó a su lado y la abrazó fuertemente.― Parece que alguien me extrañó.
―Mucho, mucho.― Nat dijo con voz de niña y, Tom y Jess, rieron al escucharla.
―Bueno, señorita, antes de ponernos a celebrar y todo eso. Creo que me debes muchas explicaciones.― Nat se separó de Jess y la miró confundida, por lo que Jess le señaló a Tom y ella se sonrojó al comprender todo.
―Bueno...yo...eh... ¡Por dios! ¿Vieron la hora que es? Tengo que tomar una ducha y hacer muchas cosas importantes.― Corrió a su habitación y cerró la puerta a su espalda.
― ¿Qué le ocurre a ella? Está más rara de lo normal.― Jess le preguntó a Tom y él se encogió de hombros.
―Lo que hay entre nosotros es confuso todavía. Nos besamos, nos dijimos que nos gustábamos, pero, todavía no le pido que sea mi novia.― Tom le explicó y la rubia entendió todo, pero, algo no le cuadró.