☘️ 1x05: Capítulo 5 ☘️

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🗡️ Capítulo 5 🛡

«El último rayo del ocaso»

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~En la actualidad~

~Tras 30 años de la Gran Guerra Civil de Hyrule, y tras 7 años de la Noche del Atentado a Necluda~

A momentos antes de que el ocaso arribase sobre la región de Farone, cuando los lugareños de la villa de Etserus estaban casi listos para dar inicio a las trigésimas fiestas de la ‹Noche de Paz y Armonía› que tanto aguardaban cada año, Ailyh yacía en su casona con sus camaradas Vaness y Billy, ensayando el guion de aquella obra de teatro en donde sería participe: "El Héroe Elegido por las Diosas".

       Por un lado, estaba Vaness Abea, la hija menor de Otilia Abea, una mercader de productos de belleza cien por ciento naturales, muy famosa en La Ciudadela. Se trataba de una coqueta chica doceañera de melena larga y ondulada, tan negra y fúlgida como la obsidiana, con un par de peculiares ojazos rojos cual rubíes, del tipo de persona cuya filosofía era: "querer es poder". A pesar de que superaba a sus amigos respecto a la edad, su estatura, comparada a la de ellos, era pequeña, tanto que algunos le apodaban "enana", cosa que a ella le molestaba.

       Y, por otro lado, estaba Billy Caprino, el hijo mayor de Braulio Caprino, el cabrero de Etserus, conocido por su tan bizarro producto: la caprileche. Se trataba de un tartamudo chico onceañero de cabello corto y rizado, tan rubio y claro como el coñac, con un par de almendrados ojazos verdes cual esmeraldas, del tipo de persona cuyo coraje para enfrentar las adversidades era admirable. Él estaba tan perdidamente enamorado de Ailyh que solo escucharla decir los diálogos de aquella obra que ensayaba, era como acoger cantos de orni a sus oídos.

       —"¡Oh, mi tan noble y valiente guerrero! ¡El héroe que mis hermanas y yo elegimos tras cada generación! ¡Qué mi amor azul sea derramado sobre ti y, dándote sabiduría, te apacigüe, para que así, junto al viento y el fuego otorgado por mis doradas hermanas, selles la calamidad que asecha a Hyrule!" —teatralizó Ailyh tras decir la última línea de su guion.

       Sus amigos no pudieron evitar aplaudirle con júbilo por tan sorprendente dramatización, en especial Billy, quien, entre tartamudos, gritaba:

       —¡Br-bravo, Ailyh! ¡Br-bravísimo!

       —¡Qué lindo! ¡Gracias, Billy! —agradeció sonrojada.

       Ailyh Ordon ya no era la misma niña de hace siete años, ahora tenía once, casi doce, y, aunque aún conservara ese intenso azul zafiro en sus ojos, su suave cabellera castaña era más larga y oscura que antes. Sin embargo, ella seguía siendo el tipo de persona con quien todos querían estar, y no por conveniencia pues se trataba de la hija del alcalde, sino porque en verdad anhelaban su reconfortante presencia.

       —Creo que ya no hace falta ensayar más, Ailyh. El tartajas tiene razón; ¡estuviste magnifica! —aseguró Vaness.

       —¡N-no me gusta q-q-que me llames así, Vaness!

       —Si, lo que tu digas, tar-ta-jas.

       —¡Enana! —aseveró Billy sin balbucear, molesto.

       —¡¿Qué dijiste, estúpido?!

       —¡L-lo que oíste!

       —Oigan, tranquilos —acotó Ailyh—. Saben bien que detesto que discutan. Hoy es un día muy especial, no lo arruinen con sus tontas peleas, ¿vale?

Hyrule [ The Legend of Zelda ~ Fanfic ]Where stories live. Discover now