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Bello paisaje aquel que vió de primera impresión Jungkook al abrir sus ojos. Era un lindo pelirosa que dormía tiernamente a su lado. Miró su rostro lentamente, sus labios gruesos un tin abiertos, sus ojos como dos líneas tiernas, su nariz, su perfecta nariz que encajaba fabulosamente con la belleza de su rostro, de verdad que su jefe es hermoso.

Jungkook se asomó por la ventana y notó que era de noche. Cogió una pequeña almohada y la colocó detrás de su cabeza, a lo que tomó una sábana y se la puso en todo su cuerpo. No quería despertarlo, el cargo de jefe puede a veces ser agitador, por ello, quería dejarlo descansar un poco más.

Él salió y cerrando la puerta se encontró con alguien.

— Nochu, ¿por qué no vas conmigo a la fiesta? — lo tomó de un brazo.

— No, te dije que no estoy de humor, sé que quieres que vaya, pero, no estoy de buenas ¿ok? — soltó su agarre para bajar las escaleras.

— ¿Por qué el siempre me ignora? ¿Acaso no se da cuenta de que me gusta?— susurró para él.

Jungkook bajó y se montó en la moto, se puso el casco y aceleró de una vez. Era una moto un poco grande y negra, hacia un buen juego con su ropa. Recorrió las calles iluminadas, siendo captado por el brillo de las estrellas del cielo nocturno, en todo su paseo.

Llegó a una cafetería y pidió una botella de agua y se sentó en una de las sillas de una mesa. Luego llegó un pelimorado, el cual lo vió y sentó a su lado.

— Hola, agua marina ¿que haces bebiéndote a alguien de tu raza?— le dió un leve golpe.

Jungkook miró fijamente a su amigo. ¿Cuando superaría los apodos que se ponían entre amigos? Al parecer nunca lo haría, no mientras exista Yoongi.

— Salí a dar un respiro, cuéntame de ti campesino, ¿todo bien? ¿Acomodando tierrita? — bromeó Jungkook.

— Oye, tranquilo bro, no me hables así, sabes perfectamente que no soy un campesino, bien.— suspiró — Necesito que me localices a Jinnie.

— ¿Qué? Namjoon, ¿otra vez? ¿Qué le hiciste a Jin está vez? — preguntó algo cansado.

— Dale bro, tú sabes que eres mi bro.

— ¿Tú bro? ¿Ahora soy tu bro?— rió.

— Si, el agua que "bro-ta" por las mañanas.— Namjoon comenzó a reír.

— Muy gracioso Nam, pero ahora tu tierrita se va a quedar sin tu florecita, porque las aguas que brotan por las mañanas se decepcionó contigo — bebió más de su agua. — Tus bromas pesadas me hicieron cambiar de opinión, Nam.

— Ya bro, era broma y tú lo sabes.

— Oye, Nam, sólo espero que me dejes dormir, y no te pongas a llorar en el jardín por la tierra derramada— señaló con el dedo índice.

— Está bien. Oye, cambiando de tema, ¿qué tenías hoy? No paraba de llover.

Silencio. Sólo allí había silencio y el sordo ruido de los susurros de las demás personas que se reunían en la cafetería.

Jungkook suspiró sin mirar a su amigo. Estaba algo cansado de pasar por la misma situación, una y otra, y otra vez. Se sentía tan vacío que a veces hasta confesar algo le resultaba una pérdida de tiempo.

— Bueno... eso. Ahora todos desean saber qué me ocurre y todo porque no puedo controlar mis malditos poderes.— miró sus manos. — Nada, sólo estaba un poco abrumado.

✦ Guardianes ✦ KOOKMINWhere stories live. Discover now