Capitulo #2 Las razones de un Mortifago

4.9K 235 7
                                    

CORREGIDO!




-Cariño, ¿estás bien?

-Si mamá. –respondía la castaña, saliendo de sus pensamientos.

- ¿Estás bien? –pregunta el padre esta vez.

-Sí, no se preocupen –respondió, mientras salía del auto –mamá, papá, los voy a extrañar.

-Nos vemos en navidad, te queremos mucho. –decían Jean y Hugo a unísono.

Lo que Hermione no le había dicho a sus padres, es que ella conocía muy bien a Bellatrix. Sus padres sabían que ella había luchado junto a sus amigos con un ser oscuro y malvado que no tenía compasión con nada, ni con nadie.

La leona, quiso mantener a sus padres lo más alejados que se pudiera sobre su otro mundo y eso incluía no mencionar en lo absoluto el nombre de aquellos seres tan malvados.

La castaña, emocionada, buscaba entre la multitud de la plataforma nueve y tres cuarto, a un azabache y un pelirrojo, cuando por accidente se tropieza con cierto rubio que la hace caer al piso.

-¿No ves por dónde caminas? –decía el rubio, mientras se volteaba a ver de quien se trataba –pero miren a quien tenemos aquí, nada más y nada menos que la hija de...

-Muggles –interrumpió la castaña –ya lo sé, Malfoy.

Draco se quedó pensativo al escuchar a la leona.

---------------- flash Back -------------------

Faltaba solo un día para regresar a Hogwarts, y a poco de oscurecer.

Draco se encontraba en su enorme habitación donde no entraba mucha luz, tan elegante y varonil a la vez; decorada con alfombras de un hermoso color verde esmeralda, estampada en ellas una serpiente. En una amplia cama, vestida en finas sabanas de ceda, recostado, pensaba en cómo debía ahora tratar a Potter, después de que éste le ayudara, cuando comienza a percibir el olor a cenizas circular por todos lados.

En la esquina más alejada de su habitación se dejaba ver la silueta de una mujer, esta comienza acercarse con pasos cortos, cuando se escucha.

-¡Expelliarmus! –éste la hace retroceder ligeramente, pero obteniendo la varita en sus manos.

Draco, aventado contra la pared recibe un fuerte golpe.

-¿Pero qué rayos te sucede, Bellatrix? –Reclama, mientras se recuperaba del hechizo.

-Hola, querido sobrino, ¿Esa es forma de saludar a tu tía?

-¡Ha!... no me hagas reír. ¿Dime que quieres? Te creí muerta junto con Voldemort. No deberías de andar libremente por ahí, si se enteran que estás viva, te enviaran directo azkaban.

-Querido, eso es lo de menos, ni creas que te has liberado de tus deberes para con nosotros.

- ¿A qué te refieres? Porque te recuerdo querida tía, que Voldemort murió junto con los Mortifagos y los que quedaron están en azkaban o escondidos, así que no sé a qué te refieres cuando dices "con nosotros".

-Calma, no comas ansias, solo espero que no seas tan cobarde como tu padre, que ahora que esta muerto toda la responsabilidad del apellido Malfoy recaen en ti, lo que conlleva a obedecerme –Decía con tono amenazante –puedo oler tu miedo, ¿a qué le temes? ¿Perderlo todo? Oh peor aún... ¿terminar como tu padre?

- ¿A qué vienes? habla de una vez –comenzaba a enojarse Draco.

- Está bien. Púes veras, Draco... por donde empiezo –decía, mientras se paseaba por la habitación –tengo una hija. –dijo sin rodeos.

- ¿Y yo qué tengo que ver?

-Quiero que la cuides muy bien, que no la pierdas de vista, quiero saber con quién se la pasa, aunque... eso no es difícil de averiguar, ya sé que es muy amiga del Harry Potter y su tonto amigo el pelirrojo.

-¿No te estarás equivocando? la única que se la pasa con esos dos, es Granger; la san-gre-sucia –tartamudeaba, analizando la situación –Bellatrix asintió, marcando en su rostro una sonrisa tan malévola como ella –aguarda, eso es imposible, Granger, ella, sus padres son...

-¡Muggles! –Interrumpió una voz fría –así es, yo la entregue a esos que ahora se hacen llamar sus padres, cuando la realidad es otra y, ahora que el señor oscuro no está, po...

-¿Y que tiene que ver con que Voldemort ya no esté? –interrumpió este, preguntando curioso y pensativo.

Bellatrix solo asintió a la duda de Draco.

La verdad es que Bellatrix entregó a su hija por miedo a que Voldemort (su amante, con quien tenía una relación más estrecha y padre de su hija) se enterase del nacimiento de ésta sin su consentimiento, pudiendo no ser aprobado dándole así la muerte. Algo que no soportaría. Bellatrix al ver a su hija entre sus brazos, su corazón frió y oscuro comenzó a experimentar algo que no pudo negarse a sí misma y era el amor que sentía por ese ser tan frágil. Sentimientos que a la vez reprimió y que nunca le mostraría a nadie quizás tal vez a su sangre, su hija. Llevándola a tomar la decisión más difícil que jamás hubiera querido, verla crecer lejos de ella.

-¡Vaya! tía, quién lo diría... tú y Voldemort.

-No seas insolente mocoso –ya irritada por los comentarios de Draco –tu solo ocúpate de que Hermione esté bien. La necesitare muy pronto, mi padre se encargara del cambio de apellido. No puedo permitir que mi sangre se siga presentando como una Granger –diciéndolo con repudio, pero en el fondo estaba agradecida de que los Granger la cuidaran bien –cuando es toda una Black. Hoy los Muggles le debieron haber contado la verdad.

"¿Cómo lo habrá tomado?" Pensaba ella.

-Pero... -intentó hablar Draco.

-Pero nada. Tu solo limítate a cumplir lo que se te demanda y no te preocupes, serás muy bien recompensado.

Esfumándose, bajo una nube negra como toda una Mortifaga, dejaba a Draco ahogado en un mar de preguntas sin contestar.

---------------- fin del flash Back ---------------

"¿qué le pasa a Granger, acaso aún no sabe que es hija del propio Voldemort y Bellatrix? lo que nos hace familia" pensaba el rubio observando a la ojimiel.

Algo con lo que Draco no estaba muy feliz, pero tendría que lidiar con ello. Después de haberla tratado mal durante años, le iba ser difícil ya no hacerlo y encima tener que cuidarla.

-El que no ve, ¡eres tú! hurón desteñido. Por si no te diste cuenta, quien se encontraba a mis espaldas eras tú, por lo que está claro que me empujaste. –Gritaba la castaña enojada.

-No me levantes la voz, Granger ¿no te han enseñado a respetar a tus superiores? -Decía el rubio seductoramente y con aires de superioridad –no hagas que desperdicie mi tiempo en tener que enseñarte.

-¡Déjame en paz Malfoy! –exclamaba la castaña.

Draco se retiró al ver que se acercaban los amigos de su ahora prima. Debía evitar problemas ya que su madre le había advertido que dejara todo por la paz en agradecimiento a Potter y su intervención a favor de ambos frente al Ministerio, evitando así, ser encarcelados.

-Me voy Granger, pero esto no termina aquí.

D&H juntos - la magia no es tan asombrosa.Where stories live. Discover now