Capitulo #11 Miradas

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¡CORREGIDO!


-Quiero que se vea más hermosa de lo que ya es. –Dijo, mientras imaginaba a su hija.

Narcisa la miró intrigada. Era extraño verla así, pero con una sonrisa y, agitando su cabeza de un lado a otro, la ignora –Hijo descansa.

-Tratare. –Se limitó a decir el rubio, acompañando el gesto pensativo de su tía.

Draco no sabía la reacción que debía mostrar su rostro cuando le dijera a su, ahora prometida, sobre su fiesta de compromiso tan repentina, planeada por la descontrolada Bellatrix Lestrange.

La mañana llegó, pareciendo ser un buen día a la vista de todos. En una de las habitaciones de la torre de Gryffindor, un pelirrojo, observaba el paisaje, que dejaba ver su ventana.

"No quiero ser su amigo, ¿pero cómo se lo doy a entender? Si tan solo dejara de ser tan cobarde y se lo confesara, nuestra realidad sería tan distinta ahora"

-¿Ron, sucede algo? –preguntó soñoliento Harry, que recién despertaba.

-¿Crees que ella me ame? –dijo el pelirrojo, sin despegar la vista del paisaje.

El azabache al instante comprendió a qué y a quién se refería su amigo –Lo mejor sería que se lo preguntaras y dejar de atormentarte con la duda.

-No puedo, Harry. Me aterra el solo pensar que me rechace.

-Si no lo haces, nunca sabrás si te aceptaría... oh... no. –Aconsejó en un gran bostezo, levantándose de la cama para dirigir sus primeros pasos del día, al baño, por una ducha.

El pelirrojo asintió con la cabeza para sí mismo. Harry estaba en lo cierto y ese habría de ser el día indicado para confesarle a su amiga de años, el amor que sentía por ella. A paso veloz se coloca el uniforme. Quería llegar muy temprano al gran comedor. Harry, al salir del baño, ya no encontró a Ron, por lo que dedujo que tendría mucha prisa por algo importante o simplemente su apetito voraz había despertado.

Draco que salía de su torre muy temprano sin saber a dónde ir, mostraba un aspecto de cansancio que sus ojeras delataban. No había dormido en toda la noche. Sin duda todo lo que ahora pasaba le quitaba el sueño. En momentos podía sentir estar feliz, pero en otro muy pensativo no mostraba alguna emoción ante ello. Qué lo atormentaba tanto, ¿Su próxima boda con la chica que cree odiar? ¿Lo frágil que se volvía a cada segundo que tenía en frente a su prima? o ¿El tiempo pensaba en ella? A la vista podía ser muy tontas las razones del rubio al querer ser duro con la castaña y demostrar algo que no sentía, pero para el Malfoy era todo un caos, perder la dureza que por años reflejaba, y ahora, ser un débil con sentimientos.

Mientras caminaba por los pasillos de las mazmorras, decidió pasar a la torre de Slytherin; quería tener una pequeña conversación que había quedado pendiente con Zabini, quien, para su suerte, se lo encuentra ya por salir de la torre. Draco lo observa sin mostrar alguna señal de molestia o felicidad alguna ante su "amigo". Lo sujeta del hombro, guiándolo nuevamente al interior de la torre. Blaise algo asustado, no pone resistencia alguna.

Draco hunde sus manos en los bolsillos y mira al moreno fijamente –Te noto algo...asustado, ¿deberías?

El moreno traga en seco. –Dímelo tú, amigo.

El rubio arqueó una ceja –Depende... de que tanto te le acerques nuevamente a Black. –Aclaró Draco con la misma emoción fría que su mirada poseía.

-Claro amigo. Lo que digas. –Responde más calmado, embozando una sonrisa sádica de lado. –Por mi parte, nada de eso volverá a pasar, a menos... de que Black lo quiera –Agregó mordiendo su labio inferior, mientras imaginaba desnudando a la castaña.

D&H juntos - la magia no es tan asombrosa.Where stories live. Discover now