No me dejes ir.

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La visita del Sr. Ferum me desconcerto mucho pero sobre todo me sentía terriblemente apenado por haber pensado que el nos haría algo malo, en vez me vino a saludar e incluso me trajo una botella de vino, creo que la abriré esta noche después de todo hace tiempo que no disfruto de un buen trago, bueno supongo que es cierto que las apariencias engañan.

Esa mañana después de pasar un gran día libre hemos decidimos volver al trabajo aunque no estoy seguro si tiene caso ir. Como todas las mañanas nos levantamos, nos lavamos, nos vestimos juntos para ir al consultorio.

Sylvie: Amo, rápido le preparare algo de comer.-decía la chica tratando de buscar en la despensa.

La chica rebuscaba entre el mueble de la cocina.

Sylvie: Nos quedamos sin comestibles.-miraba la gaveta vacía.

Doctor: ¡Oh vaya!, creo que olvide comprar el mes pasado.-puse mi mano en mi nuca.

Sylvie: Lo siento amo no me percaté.-se disculpó.

Doctor: No te disculpes no fue tu culpa.-le acaricie.

Sylvie: Me gusta cuando me acaricias....Amo.-dijo melosamente.

Doctor: Entonces lo haré más seguido.-le respondí con una sonrisa.

Sylvie: No quiero molestarle.-sus mejillas se enrojecian.

Doctor: No es ninguna molestia después de todo hacerte feliz es lo que más amo en la vida después de ti, te amo Sylvie.-me incline hacía ella.

Sylvie: Yo también te amo querido amo.-ella se puso de puntitas para alcanzarme.

No estoy acostumbrado a los besos matutinos pero besar a Sylvie se siente tan bien que podría hacerlo por siempre.

Lentamente me separe de ella.

Doctor: Iremos al mercado y te invitare a desayunar antes de ir al consultorio.-le dije mientras me ponía mi bata.

Sylvie: ...................-no respondió solo apretó sus labios y dirigió su mirada aún lado.

Doctor: Estás preocupada ¿No es así?.-le redireccione su mirada hacia mí.

Sylvie: ........Amo -habló lentamente- las personas de aquella vez, amo yo no quiero.-le puse un dedo en sus labios.

Doctor: No lo digas, lo único que necesito es a ti, mientras estés a mi lado todo estará bien, te lo prometo.-lo dije desde el fondo de mi corazón.

Sylvie asintió de igual forma.

Doctor: ¿Nos vamos?.-le di mi mano.

Sylvie: Si...amo.-la tomo con gentileza.

Tome mi bicicleta y le pedí a Sylvie que subiera abordo.

Cuando llegamos al pueblo como todos los días las miradas de los pobladores nos recibieron pero las ignore y seguí mi camino hasta el restaurante de Nephy, tomamos asiento y la mesera estrafalaria se acercó patinando hasta nosotros.

Nephy: Bienvenidos, ¡Oh! Que bueno que volvieron.-dijo dándonos las cartas.

Doctor: Lo sentimos por lo del otro día.-me disculpe.

Nephy: Para nada, la gente a veces es demasiada tonta, por suerte ahora son mis únicos clientes.-dijo regalandonos una cálida sonrisa.

Doctor: Gracias.-contesté y mire a Sylvie.

Enseñame ha amarte [Teaching feeling].Where stories live. Discover now