Enseñame ha amarte [Teaching feeling].

Sálvame.

Mi nombre es Sylvie, alguna vez fui una esclava, en este tiempo la esclavitud es una práctica muy común, hace mucho le pertenecí a un viejo rico que disfrutaba con mi dolor y mi tristeza, en mi vida nunca nada bueno pasaba pero al morir mi amo fui llevada por un hombre de negocios; no sabía que pasaría conmigo, no sabía que sería la primera vez que agradecería a dios de todo corazón.  

Han pasado dos días desde que mi amo cayó en cama, la fiebre lo ha asolado estos últimos días, he intentado mantenerlo estable bajando su fiebre con algunos antibióticos y baños de agua helada pero esto no servirá de mucho al parecer la enfermedad está avanzando a una velocidad increíble, mi amo necesita medicamentos más fuertes, si esto sigue así él necesitará un doctor urgentemente, yo...yo no se que hacer.

Me acerqué lentamente hacía su cama con un plato de sopa, recuerdo que hace mucho cuando me enferme él me socorrio de la misma forma, me cuido día y noche, me dio esperanza y me demostró que todavía podía confiar en otro ser humano; él me ha dado tanto amor, ahora mismo yo puedo devolverle toda su inmensa gentileza.

Sylvie: Amo....tome.-dije levantando su cabeza.

Doctor:..........................-respiraba con dificultad.

Sylvie: Amo....por favor tiene que comer.-le suplique.

Mi amo sólo se movía para hacer una mueca de dolor.

(Esto es malo, si no hago urgentemente mi amo.....podría.....¡No! No lo permitiré, no dejaré que él muera...... si él muere entonces yo también moriré, mi vida no tendrá sentido si él me faltara, por que el es mi vida; yo lo amo.)

Sylvie: No te preocupes amo -hable suavemente- iré al pueblo, estoy segura que en el consultorio debe de haber antibióticos más fuertes, por favor sólo espere.-me levante de la cama.

Estaba apunto de irme cuando algo me impidió seguir, el amo sujetaba mi mano y la presionó fuerte cuando me habló con su adolorida voz.

Doctor: Syl...Sylvie....n-no...vayas...no vayas..-resoplaba.

Sylvie: Amo.....si no consigo esos antibióticos....usted...-no podía terminar la oración.

Doctor: Sylvie.....no...te...vayas...no me dejes....no quiero volver....a estar solo....-una lágrima corrió por su mejilla.

Escuchar a mi querido amo decir esas palabras hace que mi corazón me duela mucho, se que el debe sentirse asustado, él esta llorando por mí, intente seguir adelante; siento que si me quedo más tiempo mis ojos acabarán traicionandome, regrese su cálida mano hacía él y me retire inmediatamente no sin antes decirle...."VOLVERE PRONTO".

Salí de nuestra casa, es una lástima que no haya aprendido a manejar la bicicleta, podría ir más rápido aún así comencé a correr por aquel camino de tierra que ha sido testigo de todos los días felices que he vivido junto a mi amo.

(Recuerdo cuando el Sr. Ferrum me trajo a esta casa, estaba temerosa, no estaba segura de que cosas horribles me esperaban, sin embargo nunca pude estar más equivocada, recuerdo verte parado del otro lado del portal, estabas con tu característica bata blanca, tus ojos se posaron en mí, reconocí esa mirada, era la misma mirada de asombro que tienen las personas al ver mis cicatrices pero entonces intentaste preguntarme si me dolían a lo cual yo te respondí inmediatamente que eran heridas del pasado; amo... ese día no lo comprendí sino hasta esa vez que enferme, incluso en ese tiempo tú te preocupaste genuinamente por mí, por una esclava sin valor.)

Mis pensamientos más profundos se detienen al llegar al pueblo, como siempre la gente que se encontraba en las calles dejaron sus actividades para observarme y murmurar, un escalofrío recorre mi espalda, siento como si sus ojos fueran puñales que se clavan en mi carne pero no detengo mi proseguir, tengo que ser fuerte por el amo, corrí sin parar; mi corazón late intensamente y la falta de aire se acumula en mi pecho pero no me detengo hasta que logró divisar el consultorio.