Hidden

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Mientras miraba mi reflejo en el espejo de los baños del último piso, no paraba de pensar en todo lo que había ocurrido. Había huido como una tonta dejando atrás a una Yuri con el uniforme hecho un desastre y a una furiosa Chaewon, y aunque está última no me importaba demasiado, debía reconocer que esto traería algunas consecuencias.

Si discutiéramos sobre figuras y personas importantes, Kim Chaewon tendría que ser la persona más brillante de todas las generaciones en la historia de esta institución. Sí An Yujin y Lee Chaeyeon eran el tercer y segundo lugar, Kim Chaewon era la excelencia en persona, ella ocupaba el primer puesto, no solo de nuestro curso, sino, de toda la escuela. Era la presidenta del comité estudiantil, representante de los mateatletas, la tricampeona de la feria de ciencias, líder del equipo de natación, la consentida de directivos y maestros, el sueño del estudiante perfecto, vamos, que la chica no había terminado sus estudios Universitarios porque sus padres querían tenerla cerca todavía.

Los padres de Kim Chaewon eran dueños de edificios localizados en Seúl, Tokio y Shanghai, por último y como si no fuera suficiente, su familia era descendiente de una dinastía real de la antigua Corea. Aunque aquello ya no era tan importante, seguía siendo un título que pocos podrían presumir.

Y hace unos minutos yo había hecho enojar a la princesa de la escuela.

Una vez más me reclamé a mi misma por lo que había ocurrido y porque aún cuando queria negarlo, me importaba demasiado lo que Jo Yuri pensara de mi.

Una vez más me reclamé a mi misma por lo que había ocurrido y porque aún cuando queria negarlo, me importaba demasiado lo que Jo Yuri pensara de mi

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Gracias a dios era la última clase, no podía esperar a que este día terminara. Mientras trataba de escabullirme por los pasillos para evitar encontrarme a Chaewon o a Yuri, llegué a mi destinó, rezando porque no tuviera tan mala suerte de encontrarlas ahí, pero como yo era Choi Yena y la suerte para mi no existía, lo primero que noté fue a Jo Yuri sentada en la segunda banca de la cuarta fila. Pensé en ir hasta allí y ofrecerle una disculpa, tratar de explicarle que no había sido mi intención empujarla y que cayera al suelo, y que tampoco me había burlado de ella, sino, de Chaewon, pero esa idea se evaporó en cuanto ella volteó hacia donde yo estaba e hice lo mismo que en la cafetería. Huí.

Caminé al lado contrario de donde ella estaba y tomé asiento en el rincón de la primer fila. Estaba consciente de que ella me había visto y que de ninguna manera podría ocultarme en el salón, puesto que en clases regulares los grupos se formaban por un total de diez a doce alumnos, así que nadie podría pasar desapercibido con esa cantidad.

Me resigné apoyando mi cabeza sobre la mesa, mirando hacia la pared. Tenía planeado ocultar mi rostro vergonzado, al menos hasta que la clase comenzara, pero alguien me interrumpió.

– Choi Yena, debes apuntar tu nombre en esto –

Sin muchas ganas, miré a la persona frente a mi. Kim Chaewon, por supuesto, hoy era mi día de suerte.
Sostuve el papel que su mano me ofrecía.

For you, I will.Where stories live. Discover now