Warning

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Me desperté con un terrible dolor de cabeza. El día anterior había llorado tanto que no tenía claro el momento en el que caí dormida. Me levanté dirigiéndome al tocador, para ver mi rostro en el espejo y quedé impresionada por el aspecto que tenía. Mi cara estaba hinchada y habían marcas de un color rojo purpura a la altura de mi mejilla derecha que se extendía hasta mi ojo y otra se encontraba cubriendo parte de mi boca.
Parecía más grave de lo que era. Toqué con la punta de mis dedos las marcas, sintiendo inmediatamente el ardor en ellas. Deje de observarme y con los pocos ánimos que tenía, me aliste para ir al instituto.

El día de ayer había permanecido en aquel baño hasta tarde, quería asegurarme que no habría nadie cuando saliera. Eunbi, Hyewon y Yujin habían estado buscándome, tenía llamadas perdidas en mi celular e incluso habían estado afuera del baño, pidiéndome que abriera, pero no lo hice, simplemente les pedí que me dejaran sola, no quería que me vieran en ese estado tan deplorable.

Una vez llegué al instituto, caminé directo a la bodega de limpieza. Ayer tendría que haber limpiado los casilleros, pero había estado muy ocupada llorando, que no lo recordé hasta hoy en la mañana.
Con los utensilios necesarios, llegué a la zona y comencé a realizar mi labor. La pintura no desaparecía por mucho que yo tallara, estaba lejos de lograr mi objetivo. Me golpeé mentalmente, de no ser tan impulsiva no estaría en esta posición.

El uniforme de Yuri quedaría inservible pero al menos esperaba que hubiera podido quitarlo de su cabello, de otra forma, me sentiría más culpable.

Cuando creí estar lograndolo, me di cuenta que en realidad lo estaba dejado peor, había pedazos de metal descubiertos cuando en realidad debería existir pintura azul en ellos. Los demás casilleros donde había salpicado pintura no se veían tan mal como el de Yuri, que parecía haber sido recogido de un montón de chatarra.

En el pasillo ya había algunos alumnos que murmuraban y se reían por lo bajo al verme limpiando el desastre que había dejado ayer. Estaba nerviosa, no por ellos, si no porque sería cuestión de minutos para que ella apareciera. No sabía con que valor podría verla de nuevo, en especial con este aspecto.

Me enderece y fingí seguir limpiando, aún con los murmullos a mis espaldas, de vez en cuando, miraba a la entrada del pasillo para ver si ella venía.

Después de un momento visualice su figura. Ahí estaba ella. Caminaba sola por el pasillo tratando de esquivar a los que se interponían en el camino e ignorando las risas de los demás. En cuanto me vió, se detuvo de golpe, dudando si avanzar más o no. Lo hizo, avanzó hasta donde yo estaba.
Me aparte ligeramente y ella sin mirarme ni un segundo, abrió su casillero.

- Yuri -

La llamé, con un tono de voz tan bajo que creí que no me había escuchado. Aclaré mi voz.

- Yuri.....yo quería entregarte esto -

Le dije sosteniendo el uniforme que había comprado ayer antes de irme a casa, no tuve respuesta de ella hasta unos segundos más tarde, dónde emparejó la puerta y lo tomó.
Ahí pude notar que su cabello tenía rastros de pintura, que llevaba una chaqueta de la escuela del año pasado y que ella se veía bien incluso así.
Sin más, volvió a abrir la puerta para colocarlo dentro, evitando que yo pudiera mirarla.

- Yo también quería... -
Dije torpemente.

- Ahorratelo Yena, no tienes que disculparte cuando no lo sientes -

Me quedé estática.

Era la primera vez que ella decía mi nombre y se sintió, como si algo hubiera explotado en mi estómago.

- Yuri escúchame -

Trataba de atraer su atención, pero ella seguía revolviendo cosas en su casillero. En ningún momento me había mirado.

For you, I will.Where stories live. Discover now