Capítulo 4.

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Crowley se despertó con un gran bostezo, desenroscándose lentamente hasta haberse erguido por completo sobre la cama. Desde esa altura pudo contemplar toda la habitación con facilidad: los regalos del baby shower sobre la cómoda, el nido bien apoyado a su izquierda, y a Zira rodeándolo con todo su cuerpo para evitar que alguno de los huevos rodara sin querer. Sonriendo con dulzura, adoptó su forma humana por un instante y le acarició la cabecita.

"Ángel, si tan solo supiera como devolverte a la normalidad" suspiró. Aunque le había restado importancia al problema, asegurando que tarde o temprano recuperaría su cuerpo, lo cierto es que no tenía ni la menor idea de como hacerlo. Y, con diez hijos en camino, no tendría mucho tiempo para investigar. Suspiró de nuevo y se levantó en silencio para preparar el desayuno, preguntándose si estaba bien que cada tanto él volviera a ser humano para poder ocuparse de las labores de la casa.

-Crowley, por supuesto que está bien- le había contestado Zira un tiempo atrás, cuando le consultara al respecto.- Yo agradezco muchísimo que hayas decidido quedarte como serpiente para acompañarme, pero lo cierto es que no es lo más práctico del mundo. Hace falta limpiar, ordenar, cocinar, cuidar de los niños, y la librería... gracias a Dios que Ana aceptó hacerse cargo hasta que yo me recupere, pero aún así. Yo apenas puedo hacer milagros, de modo que si sientes deseos de volverte humano, hazlo sin dudar. Hay muchas cosas de las que dos reptiles no pueden hacerse cargo.

Después de eso, se sintió menos culpable al regresar a su forma humana una vez al día para ocuparse de las mil cosas necesarias para mantener su hogar en funcionamiento. No le importaba tener que ser un amo de casa para suplir a Aziraphale; de hecho, era muy satisfactorio saber que podía cargar al hombro a su familia en momentos de necesidad. Pronto nacerían los niños y Zira estaría ocupado con ellos las veinticuatro horas, lo mínimo que él podía hacer era mantenerlo todo impecable y proveerlos de lo necesario.

-Buen día...- lo saludó con lentitud un rato más tarde, entrando de nuevo al cuarto con una bandeja de desayuno. Zira abrió los ojitos despacio y sacó la lengua, y se desenroscó como quien estira los brazos para deshacerse de los restos del sueño.

-Buen día, querido... ¡mmm, que bien huele ese café! Y ese pastel, ¿es de queso?

-Sí, mi amor, tu favorito. Ten- le apoyó cerca una tacita diminuta llena de café, y una porción el doble de grande de pastel de queso. Dado su nuevo tamaño, las porciones de alimento que le servía eran diferentes y las calculaba con riguroso cuidado para no sobrealimentarlo o dejarlo con hambre.- Lo acabo de hacer para ti.

-Muchas gracias, Crowley... probablemente lo hiciste con magia, pero gracias de todas formas- contestó Zira burlonamente y dejando que su lengua bebiera de a poco, mientras con la mitad inferior del cuerpo seguía rodeando al nido.

-¿Cómo están los niños? ¿Notaste algo distinto?

-Siento que se movieron mucho toda la noche- informó la abnegada madre mirando a su nidada de reojo.- Y tal vez sea mi impresión... pero siento como si los huevos estuvieran más blandos.

-¿Más blandos?- repitió el demonio echando un vistazo: en efecto, los huevos de David, Michael y Nina Luna parecían tener la consistencia de la masilla, como comprobó al tocarlos ligeramente con un dedo.- ¿Eso es normal, ángel?

-He investigado y creo que sí... es que los niños se están preparando para nacer. Podría pasar en cualquier momento.

Ante la perspectiva Aziraphale tuvo un ligero temblor, muerto de ansiedad por que llegara el feliz momento, y a la vez tan nervioso que le vibraba cada centímetro del cuerpo. Crowley volvió a acariciarle la cabeza con gentileza y dijo, como para distraerlo:

-Voy a salir a hacer algunas compras, ángel. ¿Quieres que te traiga algo a ti o a los niños?

-Mantas- murmuró distraído.- Muchas mantitas de bebé. Quiero poder acostarlos sobre unas mantas con dibujos bonitos, y si encuentras una de esas tiendas de antigüedades fíjate en si hay cajitas de música.

-¿Cajitas de música?

-Leí en algún lugar que la música ayuda al desarrollo de los bebés. Tal vez si escuchan una canción linda como las que suelen traer las cajitas de música, ellos se sientan más cómodos y quieran nacer antes.

-No se diga más, ángel, traeré la mejor caja de música de todas para los niños.

(...)

Crowley pasaba tanto tiempo convertido en serpiente que ahora se sentía raro al pasar un rato prolongado como humano, como si su verdadera naturaleza lo reclamara. Aún así, hizo sus compras con calma y mesura, entró en una pañalera y se abasteció de mantitas, colchas, algunos peluches más (nunca eran suficientes), y tras recorrer dos tiendas consiguió la cajita de música más tierna de todas: tenía forma de carrusel antiguo, de color rosa, blanco y lila, y la melodía que entonaba era lenta y sumamente romántica. El vendedor le dijo el nombre de la canción, que era algo de un ruiseñor, pero francamente lo olvidó enseguida. Tras una última parada en el mercado para comprar más queso y chocolate del que le gustaba a Aziraphale, regresó a su departamento y se encontró con el ángel dando vueltas como loco en la sala.

-¿Zira, qué pasa? ¿Por qué estás...?

-¡Ven rápido!- siseó Zira saliendo disparado para el cuarto. Cuando Crowley llegó, la serpiente blanca usó su cola como un puntero y le mostró los huevos que estaban más blandos.

-Se mueven cada vez más, Crowley. Es como si estuvieran empujando el cascarón desde dentro... ¡Oh, querido, creo que quieren nacer ya!

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En el próximo capítulo, ¡por fin llegarán las bendiciones de Zira y Crowley! Hoy, tengo información sobre tres hijos más:

Nina Luna: Quienes lean mi otro fanfic Luz Oscura (mpreg), sabrán que Nina Luna es el nombre elegido por la pareja inefable para su bebé, si resulta ser chica. El nombre viene simplemente de mis perfumes favoritos, Nina y Luna de Nina Ricci. La Nina serpiente tendrá escamas rojizas, como el envase del perfume Nina.

David y Michael: Obviamente estos nombres son un homenaje a David Tennant y Michael Sheen. La serpiente David tendrá escamas negras y adorará comer berenjenas y duraznos (#referencias), mientras que la serpiente Michael tendrá escamas blancas como su madre y un carácter alegre y juguetón.

Serpientes InefablesWhere stories live. Discover now