26. Distracción

130 5 2
                                    




* Colocar la canción hasta que yo se los indique.*

Mejor si leen este capítulo a solas y con audífonos.

------------------

Mi cabello es agitado por el refrescante viento, cierro mis ojos sintiendo la rapidez con la que viajamos en la motocicleta, solo quiero despejarme por un momento de los problemas que abruman mi mente.

A propósito acelera la motocicleta en una curva y como reflejo rodeo mis manos alrededor de su cintura y luego vuelve a la misma velocidad.

—¿No pudiste resististe por tanto tiempo tocarme eh? — bromea, puedo ver el reflejo de su sonrisa ladina por el retrovisor.

—Es solo por seguridad, no te acostumbres. — ruedo los ojos.

— Estoy seguro querrás tocarme otras partes cuando encuentres otra oportunidad.

Mis mejillas se sienten un poco calientes, agradezco que tenga su mirada fija en la carretera, seria humillante que me viera así.—Sigue soñando Kelley.

—Ohh, vamos Morgan, tienes que admitir que sé besar muy bien.

—Si vuelves a decir algo como eso, te juro que me lanzo de la moto.— amenazo. No estoy tan demente como para hacerlo, pero en cualquier momento que pare soy capaz de bajarme si así lo quiero.

Él rie, y acelera con más velocidad, por una extraña razón confío que no nos matará. —¿En serio? ¿Eso es todo lo que tienes?

— ¿Me estas retando Morgan?

— Vamos, enseñame todo lo que tienes.

Hace caso omiso a mi petición, escucho el adictivo sonido del rugido del motor, la adredalina recorre mi cuerpo, necesito cualquier cosa, lo que sea, en estos momentos no quiero toda esa mierda en mi cabeza.

Deja de torturarte por un segundo Eris.


---

A lo lejos puedo ver la enorme mansión, apesar que ya he visto las masiones de mis amigos, esta me sorprende un poco más. No lo digo por la elegancia, sino por un extraño deja vuh que reconozco inmediatamente.

Es la mansión de mis pesadillas.

Pienso que se va a detener, pero sigue de largo, arrugo las cejas confundida.

— ¿Quién es el dueño de esa mansión? — inquiero.

—Del esposo de mi tía. ¿No haz venido a visitar a  Dylan? —bromea.

— Si no estuviera muy ocupada odiandolo tal vez iría a verlo muy seguido, de paso le haría unos masajes aún debe estar muy adolorido después de la golpiza que le dio Alec. — respondo sacástica.

— No es tan malo como parece.

— Lo dices porque llevan la misma sangre, y quizás no tengas de otra.

Después de algunas manzanas veo otra mansión, su jardín esta repleto de rosas y tulipanes, está muy bien cuidado.

— Lo digo porque lo conozco muy bien, y sé que ha pasado por mucho.

— ¿Ah si? ¿Cómo qué? — no oculto mi molestia en mi voz, si , entiendo que lo defienda porque es de su famlia, pero ha lastimado personas que amo. Por favor, es Dylan, no es un martir.

No contesta mi pregunta, estaciona su moto y me quito su casco para dárselo de mala gana. — También he pasado por mucha mierda pero eso no me  da derecho a tratar a las personas como si fueran desechables.

Hidden Souls ©️Where stories live. Discover now