22. Angels & Demons

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*21 minutos 48 segundos después *

—Sígueme— ordena, y no tengo otra opción que hacer lo que me dice.

Llegamos a la puerta trasera donde había acordado con Jake,  esta cuenta con dos guardias de seguridad.

Presiono botón del auricular. — Jake. ¿Estás ahí? Responde

Silencio.

Jake ¡Jake! ¿Puedes oírme?
Al ver que no hay respuesta, comienza a preocuparme.

Espero unos segundos. Y por fin escucho su voz
Eris no podré llegar por ti. 

¿Por qué? ¿Ocurrió algo? — no me molesto en ocultar la desesperación en mi voz.

Me tienen, no tengo mucho tiempo, necesito que encuentres a ...—Un sonido distorsionado suena a través de mi auricular, y este emite un pitido. Alejo el auricular de mi oreja, lo apago y lo vuelvo a encender.


—Jake
—Jake,  contesta por favor.

Pego mi mano en mi boca para callar un chillido nervioso que está por salir. Él me mira, la preocupación evidente en sus ojos pero trata de mantener la calma, ya que yo ya no puedo hacerlo más. Tiro el inservible audífono, y él lo recoge.

—Te ayudaré a salir de aquí, y luego yo iré por él.

—Ni creas que te dejare solo.

— Todos los guardias te están buscando, y que ambos estén atrapados empeorarían las cosas ¿No crees?— musita.
Estoy tan nerviosa que no logro pensar con claridad,  me guste o no debo confiar en él porque  el plan A y B se fueron al carajo.

—Nos mezclaremos entre la gente y , iremos por la puerta norte, tengo los códigos para salir por ella, saldrás, y no mirarás atrás ¿De acuerdo?
Asiento.

No quiero ser una carga más, pero tampoco puedo dejar a mis amigos atrás. En estos momentos me siento una inútil, y odio esa maldita sensación.
Lo sigo entre la multitud, avanzamos hacia la pista de baile, el olor a sudor y alcohol llega a mis fosas nasales. Estoy tan abrumada como para estar de humor para bailar, mis piernas están congeladas, mis manos temblando, y no tengo el control para detenerlas.

Mis ojos giran hacia todas direcciones y no veo a nadie, ni a mis amigas, y los gemelos están en graves problemas, y fui forzada a abandonarlos.
Todos ellos estaban por mi, ¿Y que hice? Huir.

Cierro los ojos y solo veo las imágenes de esos momentos. Abandone a Valerie y vi a Michael estapandola contra la pared  , corrí , y detrás de mi se escucharon gritos, no pude girar y defenderla. Y tan solo pude escuchar las voces a través de los auriculares.

Mis manos comienzan a sudar, él toma uno de mis hombros, y me mira.

— Todo estará bien ¿si? En menos de 5 minutos estarás fuera de aquí. Ahora muévete un poco para camuflarte.

Él comienza a moverse, y se aleja un poco, y yo trato de mover mis tiesas caderas lo mejor que puedo. Hasta que algo topa en mi pie, lo sostengo debajo de mi tacón hasta que él deja de observarme porque una pareja se interpuso entre nosotros y aprovecho para agacharme y tomar el frasco.
¿Drogas?
Leo la etiqueta y en ella dice "litio". Arrugo las cejas.

¿Acaso esto es lo que está vendiendo Dylan?
Escondo el frasco en mi bolsa. Y trato de moverme al ritmo de la música.

Él se acerca de nuevo a mi después de unos minutos que se me hicieron eternos. — Es hora, vamos.
Obedezco, él toma mi mano, siguiéndolo a través de la multitud, se frena en seco y me pega contra una esquina.

Hidden Souls ©️Where stories live. Discover now