Instituto De Elementos I: La Plaga

Capítulo 9

Aquella sonrisa, aquellos brillantes ojos desbordantes de sentimientos hizo que el latir de mi corazón se desestabilizara. Mierda, desvié la mirada. 

¿Por qué? ¿Cómo una persona podía hacer algo como eso en tan poco tiempo y con un solo gesto?

Y pensar que todo comenzó con eso. Una sonrisa, unas palabras, un gesto...

A pesar de todo lo que me ocurrió en el pasado. A pesar de todo el sufrimiento que pasé. Mi estúpido y sensible corazón tuvo la osadía de sentir cosas que había jurado no sentir.

/UN MES Y MEDIO ANTES\

-¿Les gustaría ir a la piscina mañana?- Propuso Leslie con una sonrisa.

-Piscina, sol, comida-Pareció que Dylan pensó en voz alta- No es mala idea.

-Muy bien, para mañana queda programado la piscina por el día y en la noche una pequeña visita al cine del sótano, ¿Les perece?

-No está mal- Todos doblamos la esquina llegando al pasillos de las habitaciones.

-Bueno, ¿Los veo en la piscina después del almuerzo?- Leslie ya estaba en la puerta de su habitación lista para entrar. Solté un bostezo.

-Claro-Aceptó Diego por todos- Buenas noches.

-Buenas noches-Respondieron todos, incluyendome.

Todos habían entrado a sus cuatros. Puerta por puerta se fue cerrando. Tomé el pomo de mi cuarto lista para entrar hasta que su voz sonó por el pasillo desierto.

-¿Cómo estás?-Pegué un pequeño salto por la sorpresa, no esperaba que me dirigiera palabra alguna. Me di la vuelta mirando al chico frente a mi que me observaba con una sonrisa. Miré a la izquierda del pasillo y luego a la derecha.

-¿Me hablas a mí?-Pregunté finalmente luego de confirmar que no había nadie en el pasillo excepto él y yo. Él soltó una pequeña carcajada.

-Somos los únicos que estamos aquí.

-Oh... Bueno pues estoy bien, creo-Miré al piso, directamente a mis pies descalzos que me dolian un monton. No pude soportar mucho los tacones, así que en cuanto acabó la fiesta me los quité y ahora se encontraban en mi mano derecha. Solté un suspiro- Estoy cansadísima. Si me hubieran dicho que tendría que ir a una cena le habría prestado más atención a las clases de etiqueta de mi madre.

-Tu madre- El pelinegro miró al suelo y sus labios formaron una línea recta. El brillo que tenía en los ojos desapareció... Parecía triste- Buenas noches.

Max ingresó a su cuarto, cerrando la puerta de un portazo. No me dejó decir o hacer algo. Me dejó sola, en medio del pasillo, sin saber si debía de ir a preguntarle si estaba bien o si debía ir a mi cuatro. Pero con un solo pensamiento en mi mente.

¿Que acababa de suceder?

/UN MES Y DOS SEMANAS ANTES\

Los días comenzaban a ser monótonos, pero divertidos. En la mañana despertaba a veces temprano, a veces tarde. Si despertaba temprano, bajaba a tomar desayuno. Si no, no se le podía hacer nada ¿O sí?

En las tardes, se ibamos en grupo a la piscina. Algunos tomaban sol- Como el caso de mi hermana-Otros nadaban en la piscina y otros hacían otras actividades como jugar cartas. Y de cuando en cuando se hacía un partido de voleibol en el agua.