Parte 19

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El duque de Bedford por su parte estaba con aquel wisky sostenido por su mano mientras miraba seriamente al hombre que estaba frente a él, éste último tampoco tenía una actitud amiguera hacia él, sus miradas penetraban hasta el hierro más duro que existe

--- pudiera y quisiera con toda el alma darle un puñetazo en su linda cara, pero no haré ese tipo de acto en mi casa, menos cuando esta mi esposa e hijo aquí--- expresó James con expresión seria

---el sentimiento es mutuo—contestó mordazmente Andrew

---Dame una razón para no sacarte de mi casa--

---no he venido porque he querido, Tomas me ha traído

--y supongo ya sabes la razón

--ahora lo sé, por desgracia--bajó la mirada por primera vez—Y no es justificante, pero Ellen afirmó mis dudas, ella me dijo claramente que te ama

--Es porque así es—confirmó James—me ama tanto como yo a ella

---No estoy entendiendo—dijo confuso Andrew

---No hay mucho que entender Bedford—continuó James—es simple, conozco a Ellen desde que tengo memoria y ha sido la amiga, hermana y compañera que ha estado en todos los momentos conmigo y es la culpable de que hoy yo sea el hombre más feliz del mundo junto a esa mujer y ese bebe que son mi todo y es por esta razón que no estoy para nada contento con usted, pues considero que ella se merece alguien que la ame y no alguien que la trate de la manera en la que usted lo está siendo

--¿y de que manera según usted la he tratado?

--simple, no la ama, usted ama a otra mujer y aun así la quiere retener

--- no tenia en entendido que usted supiera de mis sentimientos más de los que yo sé de ellos—replicó Andrew

--- ah, no me malentienda, sus sentimientos para mí me vienen importando nada, lo que estoy diciendo es algo que he escuchado de la boca de Ellen

Silencio, fue lo que hubo después de la afirmación de James porque la mente de Andrew viajó a miles de ideas y preguntas

---¿Ellen le dijo que amo a otra mujer? —preguntó dudoso Andrew

---Así es, la mujer a quien usted ama se lo dijo a Ellen, incluso le dijo que estaba esperando un hijo suyo, Ellen pensó que lo más correcto sería dejarlo libre para que pudiera ser feliz con ella

--¿por eso se fue? --- preguntó Andrew más para sí que para James, como si tratara de explicarse así mismo la situación

-- Si, y por eso la apoyé, ella debe ser feliz con alguien que le corresponda el sentimiento, Ellen se merece eso y no menos

--¿Quién es la mujer a la que según yo amo?

--- ¿y porque me lo pregunta a mí? Usted debe saber eso mejor que nadie--- contestó irónicamente James —Aunque para ser sincero cuando me enteré que Ellen estaba embarazada, quise venir desde Italia a romperle la cara, porque si usted no la ama ¿Por qué se atrevió a tocarla?

--- No lo entiendo—dijo Andrew confuso y lejano, como tratando de engranar las cuerdas sueltas

--¿Qué es lo que no entiende? --- preguntó exasperado James

--No hay otra mujer, lo hubo para ser sincero, sí que lo hubo, al menos al principio de nuestro matrimonio, pero no después, hace mucho tiempo que no puedo estar con alguien más que no sea Ellen, así que no sé de qué mujer estás hablándome--- confesó Andrew con la mirada perdida en alguna dirección desconocida, James quedo dudoso ante la afirmación de Andrew y la puerta de la sala se abrió de par en par dejando ver a una Julliette muy desesperada y asustada

--James!!!—grito mientras se acercaba a él a pasos apresurados--- Ellen!!, Ellen está herida

La noticia congeló a ambos, pero solo uno de ellos sintió como se le iba el alma

--¿En dónde está? --- pregunto en plena desesperación uno de ellos porque el otro parecía se había muerto en vida

---Mansión Collingwood, Tomas ha ido a toda prisa ahí con un doctor

Ambos salieron a toda prisa de ahí, uno de ellos apenas había podido ejercer acción en su cuerpo porque más bien parecía una hoja de papel de lo pálido que estaba.

Cuando llegaron a la mansión Tomas era león enjaulado en su propia sala, Andrew al verlo con sangres en sus ropas corrió hacia arriba como loco, pero lo detuvieron

--El Doctor esta con ella no podemos estar ahí Andrew--- Dijo un tranquilo Tomás, aunque de tranquilidad no tenía nada—debes tranquilizarte

--¿Qué ha pasado? —trato de guardar compostura James

--Fue arrollada por un carruaje, los caballos no pudieron parar a tiempo y la han aplastado totalmente—confirmó con la mirada perdida Tomas

--No puedo estar aquí Tomas, necesito verla, aun es mi esposa, déjame ir a ella--- suplico por primera vez Andrew con una cara que demostraba el dolor que le destrozaba por dentro

Tomás solo asintió y eso bastó para Andrew que subió como loco a la habitación en la que se encontraba Ellen, tal vez llegó a tiempo, pues apenas iba a tocar cuando la puerta por sí sola se abrió, era el Doctor que no tenía buena pinta, en cuanto lo vieron Tomás y James subieron para escuchar las noticias

--Hable de una vez Doctor que siento que me moriré de pura angustia--- Dijo desesperado Andrew

--Duque de Bedford, Duque Collingwood, Conde Haussen—saludo el doctor—La Duquesa está viva pero inconsciente--- todos respiraron—Los golpes en su cuerpo son serios y hay varias costillas fracturadas, pero con sumo cuidado ella podrá mejorar---Andrew sintió que su alma regresaba—pero

--¿pero? --- se le paró de nuevo el corazón a Andrew

-- No he podido salvar al bebe—silencio--- lo lamento

Flaqueo, tanto que tuvo que agarrarse de la pared fría junto a él, un dolor se instaló en su pecho y una atadura a su garganta y sin poder reprimirlo un soplo de dolor salió de sus labios. Por las estúpidas dudas ni siquiera había podido tocarle el vientre, ni siquiera había tenido la oportunidad de decirle que estaba feliz por eso, no, no había sido buen esposo ni padre y ahora no había oportunidad de enmendar su error.

Su dolor era mucho, sí que lo era, pero nada de lo anterior vivido se comparó con aquel desfallecer que sintió al verla ahí, blanco como el papel, sin color en sus labios y con algunos golpes en sus brazos, dormida, inconsciente de que el mundo de él se desmoronaba a cada segundo por verla ahí tan débil.

Camino hacia ella, se puso de rodillas para tenerla a su misma altura, acercó su rostro y de nuevo acarició su nariz con el rostro de ella, la olió, le encantaba hacerlo, dio un beso en su frente y después descansó su frente en la de ella--- Te amo--- Susurro, nadie escucho esa palabra que le salía desde lo más profundo de su corazón, pero no hacía falta que alguien lo escuchara porque él lo sabía y eso era suficiente.

Te Amo a ti (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora