Capítulo 9

4 2 0
                                    

Miraron el cartel de anuncios durante unos minutos sin nada que decir. Brooke y Cassandra siempre eran las encargadas de planificar el día antes de que el resto fuera a desayunar.

Aunque casi siempre hablaban del tema antes de irse a dormir, pues compartían habitación, ese día ambas no tenían idea de a dónde agregar a sus nuevos inquilinos.

Brooke no quería que se vieran en la mayor parte del día, por miedo a que pudieran conspirar o planear algo para robarles mientras dormían. Tan sólo tenían planeado que puedan verse en el desayuno y cena, pues eran las únicas comidas que todo el grupo las hacía juntos —menos los que estaban de guardia—.

En ese momento, Destiny entró en el comedor tapándose la boca mientras bostezaba.

—Buenos días, chicas.

Saludó a ambas chicas con una grata sonrisa. Acababa de despertarse, eso era obvio, pero Cass siempre se preguntaba cómo hacía su amiga para salir de la cama con su cabellera castaña igual de lacia que cuando se había ido a dormir.

—¿Qué tienen planeado para el día de hoy?

Ambas chicas se encogieron de hombros y luego Brooke agregó:

—Los nuevos nos descolocaron todo el sistema.

Destiny asintió levemente.

—Becca me contó que Mike y Frank están con nosotros. Me alegré mucho que siguieran con vida.

Su rostro se iluminó por un minuto. Era igual que su hermano, era increíble lo mucho que se parecían. Pero la diferencia más obvia era que ella era la inocente del grupo, cuando Cooper... bueno, no.

Era cierto que no había estado presente el día anterior. Como había llegado la primavera, la chica había tenido un brote de alergia debido al polen. Su padre le dijo que guardara reposo durante unos días.

—Quizás puedan poner a Frank en la guardia con Ethan.

Brooke y Cass negaron con la cabeza a la par.

—Quiero tenerlo lejos de las armas—exclamó la primera.—. Ethan es muy distraído, no lo dejaría nunca con él.

Destiny se mordió el labio mientras que veía el tablón y comprobó que aquel día tenía la guardia de la tarde.

—¿Y Mike? Puede hacer la guardia de la tarde conmigo.

Ambas chicas pensaron durante unos segundos.

—No es mala la idea —habló Cass.—. ¿Pero Franklin? ¿O Adeline?

—Adeline puede ayudar a mi madre en la cena. Y Frank puede hacer prácticas con mi padre o ayudar a Ethan con el tanque; durante la noche llovió mucho.

—Me gusta la idea que ayude a tu padre —comentó Brooke.—. Si vomita al ver sangre, mejor.

Habían pactado el trato de que todos en el grupo intentarían saber lo mínimo de todos los campos que tenían acceso. Por esa razón, todos debían salir al exterior, en caso de que perdieran el refugio, todos sabrían qué hacer y cómo cuidarse.

—Ya sabemos que van a hacer durante la tarde, ¿y ahora? —Preguntó Cass.

Las tres chicas miraron el tablón durante unos segundos.

—Frank puede tener la mañana libre con mi hermano. Así hablarán de cosas varías y no se sentirá amenazado. Adeline puede ayudarme junto con Darrell a coser algunas prendas. Y Mike puede ayudarte en la huerta, Cassie.

A Cass no le gustaba mucho la idea de tener que pasar un tiempo a solas de nuevo con Mike, pero sabía que él era el más decente de los tres, así que no objetó.

—A veces creo que deberías postularte, Des.

La chica se encogió de hombros antes de dirigirse a la cocina.

—También Michael podría hacerse cargo del desayuno de mañana —agregó Brooke cuando estuvieron solas.—. Junto con Mark y Caroline. No quiero que Franklin entre ahí, ni tampoco a la huerta. No quiero ni pensar qué haría.

Su amiga asintió, dándole la razón.

SobrevivientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora