Yoongi apenas podía abrir los ojos, el alfa continuaba acariciando su cabello sentado a un lado suyo, con el teléfono en la oreja y eso no le gusto.
¿Quién se atrevía a molestar a su Jungkook?
Odiaba el hecho de que alguien más obtuviera su atención, y con toda la tristeza del mundo saco la mano del mencionado de su cabeza, cubriendo todo su cuerpo con las sábanas dispuesto armar un gran berrinche.
Pero apenas el aroma de Jungkook se intensificó en la habitación aquel impulso se desvaneció trayendo otro un poco mejor para el Omega...
Aún entre las cobijas se escabulló hasta el regazo del alfa, quién dio un respingo del susto.
Yoongi tenía frente a él algo tan magnífico, el pene de un alfa oculto por unos pantalones... Aseguraba que era muy grande por lo que la tela le dejaba apreciar pero no era suficiente, quería apreciar desde la base hasta el falo; el cuerpo de Jungkook estaba rígido mientras hacía un sonido de aprobación seguramente a quien estuviese en la llamada. Y fue otro motivo para Yoongi de ir más rápido, no le importaba con quien estuviese hablando quería que el alfa colgará la llamada y toda su atención estuviese en él.
Bajo la cremallera y de una saco el miembro semi erecto, satisfecho por lo que tenía entre las manos; tan grande, tan grueso y apostaba que muy jugoso
—Yoongi, es Tae- ah, no lo hagas...— susurro sacando el teléfono de su oreja, dejando su mano a un costado
—Espero que sepa igual a como se ve...— dijo aún debajo de las cobijas, llevándolo a su boca, saboreando cada milímetro que entraba a su pequeña boca y un gemido de satisfacción resonó sobre la entre pierna del menor, quién tiro el teléfono a la alfombra para alzar las sábanas sobre su cintura.
Oh por la luna...
En ese momento Yoongi lamía todo el tronco abriendo sus ojos ahora atentos a Jungkook, su cuerpo, sus ojos decían sin un poco de censura: lujuria.
—Jungkookie... Es muy delicioso— asomo un poco su cabeza sin quitar las manos de su pene y con esa mirada intensa. Por supuesto el aludido sentía su corazón ir más rápido y el sudor comenzar a bajar por su frente
¿Donde quedó esa bolita de ternura de ayer?
Ahora más que antes tenía que acelerar el "proceso" y llevar acabó cualquier insinuación de Yoongi, era hoy o nunca.
—Ah, está goteando...— el tono tan suave y hasta tierno que utilizaba tenía delirando al pelinegro, observando como lamía la punta tomando todo ese líquido pre seminal De la punta —Pero no voy a dejar que dejes "todo" afuera...— de a poco se fue levantado, quedando de rodillas entre las piernas de Jungkook que no podía despegar su vista del pálido, con la respiración agitada.
—Alfa, quiero todo dentro de mí.
Él...
No, deseaba no haber escuchado eso, que sus sentidos reaccionaran tanto por una sola frase, que su corazón se ilusione porque Yoongi no está completamente cuerdo... Pero no podía evitarlo.
De un salto invirtieron posiciones, aprovecho el despiste para besar apasionadamente al pálido, deseando que el aire en su sistema fuese eterno para no alejarse de sus labios, para poder disfrutar de ellos por toda la vida. Pero estaba bien, porque ahora pudo darse el momento de despojarse se sus prendas, de quedar cuerpo a cuerpo, piel con piel sin ningún impedimento o tela de por medio.
Mentiría si dijera que no estaba disfrutando cada imagen que sus ojos capturaban; que tener un panorama completo del cuerpo desnudo de Yoongi no le encantaba. Esa piel lechosa que deseaba marcar con visibles manchas rojizas o simplemente tocarle hasta sentir sus vellos erizarse. Tal vez ya lo había dicho antes pero, es inevitable que ese pensamiento aparezca en su mente cuando Min Yoongi existe; porque sin duda Min Yoongi es una obra de arte.
No había otra forma de describirlo; estaba seguro que tendría miles de imperfecciones, que para otros, aquellos poco conocedores del verdadero arte era más que un lienzo con miles de trazos de colores. Para Jungkook Yoongi era una pintura con cientos de detalles que mientras más observas más maravillado te deja. Era una escultura perfectamente tallada. Una canción salida de los mejores compositores de la industria. Una película que nunca se cansaría de ver, una historia que le emocionará en cada párrafo, una obra de teatro difícil de olvidar...
—Hazlo, ya no soporto más...— susurro el pálido en su oreja, después de un juego previo de caricias donde ambos se estremecían con las yemas de sus dedos tocando su piel desnuda.
Jungkook se alineó en la entrada del mayor, no había vuelta atrás, no quería arrepentimiento y estaba completamente extasiado por el momento. Yoongi estaba más que mojado, lo suficiente como para deslizar la punta de su pene con suavidad. Con una mano una porción de piel de la cintura ajena y con la otra a mitad de su miembro deslizándose con cuidado sobre la apretada entrada.
Un grito y un gemido surgió de sus gargantas, sensaciones nuevas para ambos.
—No voy a moverme o-
—Hazlo, maldición, hazlo, siento que voy a morir— suplico con las manos en puños aplastando la tela de las sábanas debajo suyo.
No sabía cuanto necesitaba a Jungkook dentro suyo hasta que lo tuvo, quería sentirse así de nuevo, muchas veces más en realidad y no solo por el placer, por la lujuria en invadía su cuerpo...
Por qué tal vez, solo tal vez...
Estaba gustando del alfa.
[Son bien ilusas si creen que les voy a escribir sexo desenfrenado hasta el amanecer.
Pensé que me conocían mejor unu
No os preocupéis mis tetitas de azúcar, voy y vengo y les traigo otro cap namas porque me caen bien condenas.]
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Alfa en alquiler [KookGi]
FanfictionJungkook para sobrevivir, se renta a omegas desesperados para hacerse pasar por su alfa. Yoongi, un omega soltero deseoso de tener cachorros