【Chapter Fourteen】

1.3K 143 4
                                    

—Es la primera vez que me lo pregunta, pero sonaba más que convencida, ni siquiera era una pregunta, lo decía para confirmar- Dijo John recargado en la barra de la cocina. Todos estaban en sus habitaciones, descansando, olvidándose completamente la cena.

—¿Quién le metió esas ideas? ¿O lo llevaba pensando desde hace un tiempo?- Preguntó Marcus sentado en la mesa.

—No lo sé, no le pregunté, salió del auto antes de que pudiera decir otra cosa- Dio un trago al vaso con jugo de arándano que tenía a su lado.

—Investígalo, yo me encargaré de lo demás. No podemos dejar que lo sepa, así que parece que tendremos que hacer algo al respecto- John asintió con la cabeza. Marcus se levantó y se acercó a la puerta cuando John volvió a hablar.

—¿Y si vuelve a preguntarme?

—Dile que no eres un guardaespaldas, ninguno de nosotros. Y que si no ve que trabajamos con Arthur o algo parecido, es porque él no ha dado indicaciones de qué hacer y nos pide que ayudemos en la casa mientras nos envía el trabajo por hacer- John asintió y Marcus salió- Buenas noches- Dijo subiendo las escaleras.

John suspiró y terminó su jugo y salió de la cocina apagando la luz. Estuvo rondando por la sala y el estudio de Arthur con la cabeza llena de ideas. ¿Por qué Mandy se habría alterado tanto? ¿Era tan malo tener un guardaespaldas? ¿Qué era lo que ella pensaba al respecto? ¿Quién le había dicho eso? Porque al parecer nunca antes lo había tan siquiera sospechado.

Estaba recostado en el sillón sumido en sus pensamientos cuando escuchó pasos de pies descalzos bajar las escaleras y dirigirse a la cocina. John levantó un poco la cabeza y miró una silueta pequeña y delgada bajar las escaleras. Se levantó del sillón y caminó con sigilo hasta donde estaba.

La puerta del refrigerador se abrió, se notaba como la persona husmeaba como si estuviera buscando algo para comer. Luego se cerró y se escuchó algunos ruidos en la alacena, algo parecido a frasco abrirse y algo crujiente siendo masticado.
John llegó a la entrada y prendió la luz, viendo a Mandy parada en una esquina comiendo galletas. Aún traía su sudadera puesta. Cuando la luz vino, la niña saltó del susto y tiró la galleta que tenía en la mano.

—Oh por Dios, que susto me diste- Puso su mano en su pecho y se agachó por la galleta que había dejado caer.

—Lo siento, no quise espantarte- Mandy no no dijo nada y siguió comiendo la galleta- ¿Tienes hambre?- Mandy asintió con la cabeza lentamente mirándolo- Iba a pedir pizza y algo de sushi- Mintió- ¿Quieres que cenemos juntos?- Ella sonrió y asintió animada con la cabeza de nuevo. John le devolvió la sonrisa y caminó hasta el teléfono. Hizo un par de llamadas y colgó- Llegará en un rato, ¿quieres comer aquí o en la sala?

—¿Podemos comer en mi habitación?- Preguntó en voz baja.

—Seguro, si quieres esperarme allá y cuando llegue la comida subiré contigo.

—Prefiero que subamos ambos, en serio, no hay problema. Aparte, necesito hablar contigo...

—Esta bien, supongo- Dijo y ambos subieron a la habitacion de ella, una vez dentro, Mandy cerró la puerta y se sentó en la cama.

—Okay, antes que nada, quiero disculparme por cómo actué en la tarde, no fue correcto y para nada educado, y lo lamento.

—Oh niña- Dijo John sentándose a su lado- Tranquila ¿sí? No te preocupes por eso- La calmó sin pensarlo dos veces- Supongo que estabas algo abrumada y pensaste muchas cosas.

— Sí, de hecho sí. Nunca había pasado por mi cabeza, así que por eso te pregunté. Lo siento John, no debí gritarte, mucho menos alterarme- Agachó la mirada y se recargó sobre el hombro del chico a lo que él respondió pasando su brazo tras su espalda- Solo que en serio estaba confundida.

P R O T E C T O R  ||  John WickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora