-Viktor Nikiforov ¿aceptas a Yuuri Katsuki como tu esposo?-
-aceptó.-
-Yuuri katsuki,¿aceptas a Viktor Nikiforov como tu esposo?-
-acepto.-
-puedes besar a tu pareja.-
El nipón le dedico una sonrisa al ruso y finalmente juntaron sus labios para cellar el amor que se tenían y que querían seguir demostrándose.
তততততত
La fiesta pasaba entre platicas y risa, tanto Yuuri como Viktor se notaban felices.
Tal como Viktor lo dijo una vez,la boda seria en una playa o en un lugar poco ordinario.
Ahí estaba Yuri,frente al océano,con la mirada perdida en las pequeñas olas.
Su mente divagaba y su cuerpo temblaba ligeramente.
-si mojas tus pies,tendrás un resfriado más tarde.-
El menor sonrió y miro al contrario, quien se acerco quedando un poco lejos.-vale la pena.-
-Isabela esta preguntando por ti,me dijo que viniera a buscarte.-
Yuri se mordió el labio inferior,se coloco los zapatos y se detuvo frente al kazajo.-¿como te ha ido en Kazajistán?-
-bien. Ahora trabajo en más discotecas y he conocido a más gente.-
-eso es bueno,te deseo suerte.-
-gracias.-
Ambos se miraron,Yuri sonrió y se dirigió a la fiesta.
তততততত
-papá quiero ir a casa.-la pequeña de ojos verde miro a sus padres,de quien no quería despegarse.
Otabek la miro con una pequeña sonrisa y le acaricio sus cabellos castaños.-¿tienes sueño?-la infante asintió.
-iremos a casa solo espera un poco.-intervino Yuri sonando amable.
-papá Ota vendrá con nosotros,¿no?-
-no hija,yo iré a otro lado.-fue ahí cuando la pequeña les miro de manera triste a los dos.
-pero ya nunca estas conmigo.-
-Isabela calmate.-
-quiero a papá.-
Tras mirarse,y darse cuenta que la pequeña iba a llorar,tomaron una decisión.-bien iré con ustedes.-
তততততত
Los tres estaban en aquella cama,de forma acomodaba como la primera y última vez que durmieron juntos.
La pequeña en el rincón,Yuri a su lado, y Otabek detrás del ruso.
Cuando Yuri noto que la niña ya estaba dormida se giro para quedar frente al moreno,quien lo miro curioso.
-¿que haces?-
-quiero hablar contigo.-
-¿de?-
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¡¡SERÁS IMBÉCIL!!
Romancetras una grandiosa fiesta (y un descuido) nuestro adorado gatito malhumorado quedará con un gran problema... Y puede que no solo sea él.