Capítulo 39.

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16 de Julio del 2014.

Narra Lottie:

-Yo solo digo que los hechos que haces han tenido esa consecuencia, la única culpable eres tú. Se quien lo hizo, está claro. Quizá conoces a esa persona o no. La conocerás Lottie, cuando salga de este maldito lugar en el que me has encerrado la conocerás. Porque ya has pagado, ¿no? Pobrecito el señor Hems, que hija tan irresponsable.- dijo Carlos y salí corriendo de allí.

Cuando llegué a recepción tiré la tarjeta y salí de aquel lugar. Llegué a unas escaleras y me puse a llorar.  Mierda, yo, yo y solo yo tengo la culpa. No merecía vivir. No merecía nada.

Niall vino y me abrazó.  Lo necesitaba demasiado, abrazarlo me tranquilizaba.

-Cariño, ese hijo de su mamá está más loco que Louis cuando ve a Kevin, así que ni caso cielo. Vamos a casa, te haré olvidar todo.- dijo Niall, seguro que lo conseguía, total, siempre lo logra. Caminamos hasta el coche. El camino fue silencioso, pero no necesitaba nada más,  las palabras sobraban. Niall tenía puesta una mano en mi pierna y otra en el volante, lo cual me tranquilizaba sentir su calor.

Llegamos a casa y lo primero que hice fue subir al cuarto. Niall bajó a ducharse y ponerse su pijama, hoy sería este el plan. Yo subí y se suponía que haría lo mismo. Pero se me ocurrió bajar a la sala de música y destapar el piano viejo, aquel con el que mi padre me dormía cuando era un bebé, al son de su melodía, con el sonido de su voz. Toqué alguna tecla, millones de recuerdos de mi niñez me inundaron.  Algo me decía que mi padre estaba bien, donde fuese que estaba. Subí antes de que Niall terminase de ducharse y me metí también en la ducha.

Dejé que la lluvia artificial bañase mi cuerpo durante un gran rato. De repente sentí que la puerta se abría.

-¿Lottie?.- preguntó Niall. -Perdón, creía que estabas abajo. Ya me voy cielo.

-No es completamente necesario que te vallas...- contesté. Wow, me asombraba lo perversa que me estaba volviendo.

De repente Niall se metió en la ducha, solo recubierto por sus bóxers.  Me sentía intimidada, estaba desnuda frente a él, y él era malditamente sexy.

-Cariño, me provocas demasiado.- dijo, y me cogió por las caderas, depositandome en las suyas. Me pegó contra la pared de la ducha.  Lo único que separaba nuestras pieles eran sus bóxers, sus jodidos bóxers.

Él besaba mi cuello, dejando pequeños gemidos en las partes besadas. Yo me deshice de esa molesta prenda que nos separaba. Yo besaba sus labios, él cada milímetro de mi cuerpo. Nos unimos en una sola persona, en un solo cuerpo. Llegamos al mismo paraíso, juntos. El agua no cesaba de caer.  Nos separamos y continuamos besándonos. Salimos de la ducha y nos enrollamos cada uno en una toalla.

-Te amo.- dijo Niall.

-Te amo.- respondí.

Nos vestimos y sonó el timbre. Yo bajé extrañada, no esperábamos visitas.

Abrí la puerta.

-¿QUIÉN ES LA HERMANA ADOPTIVA MÁS GUAPA DEL MUNDO? .-dijo Harry y me abrazó. Mi hermanito Harry.

-Te quiero bobo.

-Ey, que me pongo celoso.- dijo Niall.

Yo abracé a Harry otra vez, le di un beso en la mejilla y luego besé los labios de mi duende. Cuanto lo amaba.

-Parejita, dejaros de curserias. Aquí viene el señorito Harold para animaros el día.  Vengo con un regalito.- dijo Harry, a decir verdad, había algo escondido tras sus piernas. - Un primer regalo, pero no es el definitivo, el otro te lo daré en tu cumple, bichito.- finalizó.

-HARRY EDWARD STYLES COX. DAME YA MI REGALITO O MORIRÁS ASFIXIADO POR...POR UNA CUCHARA.- terminé, con mucho orgullo de la tontería que acababa de soltar por la boca.

Harry me entregó una caja de zapatos con agujeritos,  la abrí y me encontré lo más tierno del mundo.

Antes del amanecer. NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora