[ ᵖᵒʳᵗᵃᵈᵃ ʰᵉᶜʰᵃ ᵖᵒʳ ᵐᶤ́ ]
[ ˢᵉᵖᵃʳᵃᵈᵒʳᵉˢ ʰᵉᶜʰᵒˢ ᵖᵒʳ ᵐᶤ́ ]
━❨✨❩ Libro de escritos cortitos sobre diversas situaciones de la vida de las hermosas parejas yaoi de Owari No Seraph.
━❨✨❩ No esperes encontrar algo "decente" aquí. Les tengo cierto cariño a...
➥ Ｐａｒｅｊａ : Ｋｉｍｉｚｕｋｉ ｘ Ｙｏｉｃｈｉ. ﹋﹋﹋﹋﹋﹋ ➥ Ｎ/Ａ : Me cuesta un poco escribir sobre parejas de las cuales ﹋﹋ nunca escribí. Sin embargo, siempre quise escribir algo KimiYoi relacionado con ésto, jsjs. Hay mención de varias parejas. En la multimedia les dejo la imágen del hijo de ésta pareja, para que sepan cómo es.
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Se encontraban en un acontecimiento totalmente inesperado. Algo que nunca podrían haber imaginado...
La unión en matrimonio de Kimizuki Shihō con Saotome Yoichi. ¿Quién lo diría? Que el poste andante cabello de chicle estuviera enamorado del jodidamente tierno enano castaño. Y lo mejor era que hacían una pareja magnífica.
Kimizuki con su traje negro y corbata de un color vino, mientras que Yoichi vestía un traje gris claro con corbata verde oliva, ambos cogiéndose de las manos como dos tontos enamorados, que prácticamente es lo que son.
Pero si había alguien más que llamaba la atención aparte de los novios, era Yoshiki, el pequeño retoño de la familia Kimizuki, encargado de los anillos, con un elegante traje que le hacía lucir absolutamente adorable; y también estaban los padrinos de boda.
Como era de esperarse, Yoichi había escogido a Amane Yūichirō como su padrino. Por otra parte, Kimizuki terminó por elegir a Kiseki-Ō, quien tras continuos caprichos y reclamos hacia el de mayor estatura, se convirtió en su padrino.
Además de la pareja y los padrinos, los hombres restantes lucían exageradamente guapos para las chicas allí presentes, teniendo que tener sumo cuidado para evitar derrames nasales excesivos; por lo que más que una boda, parecía un desfile de modelos.
Otros invitados solamente tenían ganas de morirse allí mismo —o es su defecto, de matarlos a todos—, como Mikaela, quien estaba hecho bolita en su asiento, fulminando con la mirada a aquellos que miraban a su Yūichirō más de la cuenta o le lanzaban piropos que el azabache no lograba entender gracias a su lento cerebro.
—Señoras y señores —comenzó a hablar el sacerdote—, estamos aquí reunidos para unir a Kimizuki Shihō y a Saotome Yoichi en sagrado matrimonio. Si hay alguien que quiera impedir la boda, que hable ahora o calle para siempre.
El silencio fue suficiente respuesta. Si alguien hubiera pronunciado palabra alguna, quién sabe lo que hubiera ocurrido. Además, tampoco había motivos.
—Kimizuki Shihō, ¿consiente usted en contraer matrimonio con Saotome Yoichi? —preguntó.
—Sí, quiero —respondió con voz firme, mirando de reojo al otro, sonriendo ligeramente al notar que se encontraba nervioso por la manera en la que sus dedos no se quedaban quietos y el leve rubor instalado en sus mofletes.
—Saotome Yoichi, ¿consiente usted en contraer matrimonio con Kimizuki Shihō? —cuestionó nuevamente.
—Sí, quiero —contestó, soltando un suspiro en un intento por calmar su acelerada respiración.
