"Mi Chico Malo" [Editando]

12.|Chismes y Decepción|

12. |Chismes y decepción|

"Cuando un ángel pierde su rebeldía, se vuelve débil a las llamas de infierno "

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<<Maddie>>

La semana se me pasó muy rápido, así como las clases, sentí que en un abrir y cerrar de ojos estamos a jueves.

Lo que significa que hoy estoy en mi última hora de clase.

Por lo que debo de poner mucha atención al maestro Joaquín que termina de darnos la última tarea para que la podríamos entregar el próximo jueves.

—La tarea que les encargué hoy, valdrá 2 puntos extras para su examen, por su propio bien, deben traerla.— nos comunica, mientras se ajusta sus lentes. — Así que, eso ha sido todo, la clase ha terminado, pueden retirarse — anuncia y todos comenzamos a recoger nuestras pertenencias.

Mis compañeros de salón comienzan a salir de prisa como si los estuvieran corriendo,se ve que les urge irse.

—Oyes Maddie— me toca el hombre Frank, haciendo que lo volteé a verlo. —¿Que haras está tarde?— me pregunta mientras se cuelga su mochila.

—Nada, solo adelantar tarea y estar acostada, ¿Por?— respondo con simpleza guardando mis cosas.

—Te gustaría ir conmigo a los bolos, lo que pasa es que cada jueves siempre iba con mi mamá pero está vez no podrá ir y me preguntaba si te gustaría acompañarme— me explica un poco nervioso, pero segundos después se pone colorado para negar con sus manos. —¡Lo digo por si querías ir, no porque seas como mi segunda opción! Auch, no sonó bien eso lo que quiero decir es que.....— levanto una mano para hablar.

—Respira Frank, te entiendo, se lo que tratas de decir — me acomodo mi mochila sobre mis hombros para verle. —Y si, me gustaría acompañarte a los bolos— digo y Frank vuelve a color normal.

—Fiu, menos mal que si me entendiste — se pasa una mano por su frente. —¿Te parece bien si paso por ti a las 5?— ambos salimos del salón para empezar a caminar por el pasillo lleno de estudiantes.

—Por mi está bien. — llego a mi casillero para poder guardar unas cosas, en lo que Frank está a mi lado esperando paciente.

—¡Nos divertiremos mucho! En los bolos "Bola roja" tienen casi de todo. Hay una zona para comer comida grasienta, una tienda de dulces, juegos electrónicos,  y la mejor son los bolos. ¡Podemos ganar cupones para comida gratis hasta  peluches gigantes!— asiento ante el entusiasmo que tiene mi amigo.

—¿Hace cuanto tiempo tienes que vas a ese lugar?—

—Desde que tenía 12 años, es un lugar super increíble lo ame el primer día que mi mamá me llevo ahí—

—No lo dudo amigo mío.— digo riendo. Frank ve algo en su celular sonríe y lo guarda de nuevo.

—¡Si así quedamos! Nos vemos en cuatro horas— se despide de mi con un pequeño abrazo.

—¡Chao!— le grito, cierro mi casillero para irme hacia los  dormitorios de las chicas.

En el camino hacia mi habitación en mi mente me llegan los recuerdos de lo paso el fin de semana.

Cierro mis ojos mordiendo mi labio, acordándome del beso.

<<¿Beso? ¿Cuál beso? ¡Si fueron varios besos!>> Me grita mi subconsciente. 

Doblo hacia un pasillo para pegar mi espalda contra la pared y ocultar mi rostro entre mis manos.

¡Soy una sinvergüenza! ¿Cómo se me ocurre volver a besarme con Santiago por segunda vez? Pero está vez fue más que un simple beso.