Amo lo que amas

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En su habitación, sentada en la cama, con un mareo profundo se encontraba Natalia, un mareo producido por todos sus miedos parecía que querían salir de ella a marchas forzadas, sus dudas también comenzaba a revelarse, parecía que le decían, "¿qué hacemos aquí?... no nos necesitas". Aquella confesión De Alba en México y el deseo de la niña, le habían dejado con el alma desnuda a disposición de cometer lo que no quería cometer, otro error, en ese momento le hubiera pedido de rodillas a Alba empezar de nuevo, empezar porque lo necesitaba, besarla hasta quedarse sin huellas en los labios porque lo necesitaba, a acariciarla y desnudarla para poder unir su piel a la otra piel que la llamaba a voces, insistentes, por cierto. Entonces se abrió la puerta

A: ¿Estás bien?
N: Sí (alzó la mirada tratando de no mostrarse débil) Me he mareado, me toca la pastilla
A: Hoy no vas a necesitar pastilla (se acercó hasta ella y se arrodilló delante suya mirándola con los ojos entregados y voz tierna) ¿Quieres echarte un momento mientras preparo la cena?
N: No, mejor no (puso sus manos sobre sus rodillas e irguió su espalda resoplando)
A: Natalia  (con cuidado y lentitud posó sus manos en las otra que tenían un ligero temblor) ¿Estás bien, de verdad?
N: Sí, tranquila. Voy a refrescarme la cara
A: ¿Te ayudo?
N: No (apartó las manos porque le estaban desatando la sangre y su corazón ya bombeaba demasiado deprisa)
A: De acuerdo... te espero aquí (le dijo con ternura, con voz baja como si así pudiera envolverla en un halo de seguridad, de cariño)
N: No hace falta (quiso mostrarse segura pero un ligero temblor se apoderó de su garganta)
A: No seas cabezota, quiero quedarme y me quedo
N: ¿Y la niña?
A: Mirando las estrellas, le gusta porque sabe que a ti te gustan y que así me enamoré de ti (le sonrió tímidamente)

Natalia no contestó, ¿qué podía contestar a eso?, nada, tragó saliva y todo su desconcierto, Lupe le daba vueltas en la cabeza, las palabras que la provocaban De Alba , también, pero entonces tan grande como era, apareció Marta  como si con su pie pudiera aplastar todo con su pie y como si la viera allí mismo reflejada en el espejo en lugar de su cara, con el dedo acusándola diciéndole.

"Marta : ¡Qué coño esperas!, vive, no pienses tanto porque igual pierdes tu oportunidad"

Sacudió su cabeza, pero notó como su alma se llenaba de calma nuevamente, salió con color ya en sus mejillas, y allí sentada en la cama estaba Alba , no se quiso acercar a ella así que pasó de largo y le dijo

N: ¿Vamos?
A: Claro

Estuvieron un buen rato tumbadas sobre aquella manta, riendo las tres con las locuras que se le ocurrían a veces a Alba , que demostraba así tener un sentido del humor que Natalia desconocía pero le estaba dejando totalmente eclipsada, con las ocurrencias divertidas e infantiles de la pequeña, y sobre todo, con aquella voz sedosa de Natalia que cuando contaba algo sobre alguna estrella, dejaba embelesada a madre e hija

Natali : Mami tiene rason (soltó de pronto en uno de los silencios que se creaban mientras miraban el cielo)
A: ¿En que cariño? (sonrió)
Natali : Mamá tiene una voz presiosa
N: ¿Ah, sí?, ¿eso le has dicho? (se elevó un poco por encima de la niña y mirándola divertida)
A: No me acuerdo de eso (se tumbó)
N: Pero mi niña sí se acuerda
A: ¿Y te acuerdas por que me llamas lagartija? (le preguntó a la pequeña)
Natali : No, ¿poque? (le preguntó ella)
A: ¡Pero serás bicho! (la tumbó sobre la manta y comenzó a hacerle cosquillas)
Natali : Mamá... mamá (gritaba muerta de risa)
N: ¿No crees qué te estás portando muy mal?, tú eres mayor, deja a mi niña (entonces sin querer se vio empujada a cogerla por la cintura y separarla de la pequeña que reía como loca, Natalia con gracia y sonrisa victoriosa la tumbó sobre la manta diciéndole mientras la apuntaba con su dedo índice) Ahí quieta
A: Suéltame eso no se vale... te has aprovechado que estaba descuidada
Natali : Mami... que mama oso es fuete
A: ¡Que va a ser fuerte!
N: ¿Ah no?
A: No (entonces sin saber de donde sacó la fuerza se puso contra Natalia echándola al suelo y subiéndose a horcajadas sobre ella, que entre sorprendida, feliz y divertida sonreía sin parar) ¡Ahora qué!, ¡cuéntame porque me llama lagartija!, porque esto solo se le ha podido ocurrir a un bicho como tú
N: ¿Natali no me vas a salvar? (le preguntó a la niña sintiendo sobre su vientre como la falda de Alba se había abierto y dejaba acariciar sobre ella el tanga y lo que no era el tanga De Alba
Natali : No... con mayores no se mete nunca una niña
N: ¡La madre que la parió! (dijo cerrando los ojos entonces miró a una Alba  que sentía su vientre moverse y se mordió el labio inferior) ¿Bajas?
A: No, se está muy bien aquí, anda ven Natali sube
N: ¡Pero bueno! (la niña subió poniéndose detrás y con el movimiento volvió a friccionar el sexo de Alba sobre su vientre, esta vez quien se mordió el labio fue ella, que con apuro le dijo) Baja por favor
A: No (musitó con su cara un poco de éxtasis sonriendo)
N: Está bien, vosotras lo habéis querido, ahora veréis. ¡León ven... vamos... ayúdame sal del escondite! (gritó sorprendiendo a las dos)
Natali : ¿Un león mamá, donde? (se bajó corriendo de Natalia y se puso a mirar alrededor)
N: Ven, ven (aprovechó que la niña había bajado para con rapidez darse la vuelta y dejar sobre la manta a una Alba tan sorprendida como cortada por lo que había sucedido) Así mejor...
Natali : ¿Quién es león? (preguntaba ajena al momento tan excitante que habían vivido las dos)
N: Mi caracol preferido
Natali : ¡Oh mala, mala! (le decía mientras se subía a caballo)
N: Oye... a mí no se me dice mala
Natali : Chi... tú mala, ¿vedad mami? (le dijo a una Alba  que seguía tumbada con emociones a flor de piel)
A: Es una tramposa, ya lo ves cariño... ¡y encima me quedo sin saber por que soy lagartija!
N: Pero te llevas otras cosas que vergüenza debería darte
A: Vergüenza otras por omitir lo que sienten
N: Perdona Alba  pero... creo que te has pasado
A: Desear a la persona que quieres, no es pasarse en absoluto
N: Lo siento... pero no estoy por la labor
A: Ya lo veremos (sonrió y se levantó dejando aquella velocidad frenética de respuestas entre ellas) Dado el éxito voy a preparar la cena
Natali : ¿Y dónde está león?
N: ("¿Qué le pasa?, ¿por qué me hace esto?, o mejor dicho, ¿qué cojones me pasa a mí?")
Natali : Mamá... (insistió)
N: Perdona peque ... ¿qué decías?
Natali : Jo (protestó poniendo cara de queja)
N: Te quiero cariño... te quiero mucho (le sonrió

En el aireWhere stories live. Discover now