Soltar siempre es difícil, cuando amas tanto como NamJoon amó a YoonGi, todo se vuelve complicado cuando de pronto se marcha. Le ha llorado hasta quedarse dormido, le ha recordado incluso cuando se cepilla los dientes, pero haber escuchado ese último "te amo", fue como si todo el peso que cargaba sobre sus hombros se desvaneciera y un nuevo aire le golpeara con renovada energía. Fue como si estuviera listo para avanzar, jamás olvidaría a YoonGi, porque lo amó como jamás amará a nadie, pero estaba listo para seguir y tal vez encontrar a alguien a quien amar de una manera nueva.
Estaba sentado en la silla del escritorio, su clase había terminado, pero su mente seguía en las nubes, fue sacado de su cavilación cuando tocaron la puerta del salón.
—Pase— dijo mientras guardaba sus cosas en su maletín.
—Soy yo, el profesor de historia— TaeHyung entró con las mejillas un poco rojas.
—Hola.
Se sonrieron torpemente—Venía a ver si podías venir a comer conmigo— rascó su brazo con nerviosismo.
—Uhm, claro, estaría genial.
Se sonrieron una vez más, TaeHyung estaba feliz porque saldría de nuevo con aquel hombre guapo e inteligente y NamJoon porque sentía que estaba comenzando un nuevo capítulo en la historia de su vida.
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FIN.
