Capítulo 4

7.1K 608 72
                                    

Nunca fui una persona tímida, al contrario,  muy sincero hasta el punto que llegó a ser grosero, eso no le agradaba mucho a las personas

—Oye, tú eres amiga de la castaña, no? —Pregunté mientras me acercaba a la chica, tenía una gorra en la cabeza y un suéter negro, parecía que estabamos en invierno aunque los 32° grados no le afectaban

—Es mi hermana —Respondió

—Ah, ¿Me podrías dar su número de teléfono? —Pedí, ella me miró con un poco de desconfianza, era de entenderse

—¿Por qué haría eso? —Preguntó ella mientras bebía de la pajilla en su vaso

—Porque me interesa conocer a tu hermana —Respondí con una sonrisa

—Eres un extraño.

—Mi nombre es Christopher Vélez, tengo 25 años y soy escritor, listo ya me conoces —Dije, comenzaba a irritarme

—Ah, ya se quien eres, el de sus libros, también el de su computadora —Respondió ella con una sonrisa, yo solo entendí la parte de los libros, pero asentí

—Ajá —Contesté, de su bolsillo sacó un ticket y un lápiz, me escribió el número de su hermana y me lo entregó

—No marqués muy temprano porque ella va a la universidad, pero tampoco tan tarde ya que se duerme a las 9 —Dijo ella antes de darme una sonrisa e irse, volví a mi casa conduciendo con rapidez, al llegar, me recosté sobre mi cama y registre el número de teléfono, está tarde le llamaría seguro.





Sigo sorprendiendome como hace ya 5 años conocí a la mujer con la que estoy casado, el tiempo pasa y parece que no te das cuenta de cuanto han cambiado las cosas, cuanto hemos cambiado nosotros.
Ahora yo con 30 años y ella de 26, seguíamos siendo unos niños peleando, por que si, tratando de volver a ese amor que solíamos tener, pero vaya que habían peleas y por montones




|Hace 5 meses|

—No es necesario que grites —Dije mientras la miraba rodar los ojos, ella sabe lo mucho que odio que haga eso —¿Por qué haces todo para que pelear? —Ella había entrado a la biblioteca a revisar mis cosas, algo que a mí me molestaba tanto

—Solo quise entrar a ver las cosas, mínimo saber que te ha hecho cambiarme todos estos meses —Dijo mientras me miraba con pesar.
Estos últimos días había estado tan concentrado en tratar de sacar este bloqueo que ya ni siquiera dormía en mi cama.
Si, estaba distante, pero no era para tanto.

—Es que no puedes andarte metiendo en la privacidad de los demás, yo no ando metiendo mis narices en tus cosas —Reclamé, ella solo negaba mientras parecían mojarsele los ojos

—Pues me gustaría, así mínimo vería un poco de interés por mi —Dijo ella antes de salir corriendo hacia la habitación y encerrarse, mientras dejaba salir su llanto a todo pulmón

Cada que peleabamos, siempre termino con un horrible dolor de cabeza, no puedo pelear, no me gusta gritarle, ni enojarme con ella, pero hay cosas que en verdad no me gustan y no puedo controlarse












Eran las 9 pm, se que mi esposa ya debería estar por dormir, subo a la habitación y la veo mirando el cielo por la ventana.
Quisiera abrazarla y darle un beso en la mejilla, como antes lo hacía
Pero ahora parecía que me tenían que forzar para hacerlo, esa magia del amor había desaparecido en ambos, parecía que ya ni siquiera sentíamos nada...

—Buenas noches, ______ —Dije entrando a la habitación, ella me miró con una cara triste, se acercó a la cama y se metió bajo las sábanas, me acerque a dejarle un corto beso en los labios

Esa era nuestra rutina nocturna, ella sabía que yo a veces me quedaba hasta muy tarde en el estudio y ella siempre había sido como una niña, quería un beso de buenas noches, era mi único que me pedía.
Volví a la sala y suspiré, tomé mi celular y las llaves para salir de casa, Meredith me había llamado para vernos

Aunque no pareciera creíble, muchos pensarían que me iba a acostarme con ella, que iba a besarme con ella, pero no, jamás la había besado, Meredith era una persona muy interesante, culta y muy bonita.
Pero no, jamás le sería infiel a mi esposa, no soy esa clase de persona, aunque mi mente me traicionara, siempre creí que Meredith podría ser la esposa que alguien como yo necesitaba, pero estaba con ________, eso no lo cambiaría, ella fue a la esposa que yo mismo elegí.

Una y Mil Palabras de Amor ||C.V.&TÚ||CORRIGIENDO Where stories live. Discover now