Epílogo

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Draco suspiró entre los fuertes brazos que lo sostenían con cariño y amor. El dulce aroma de Harry lo hacía sentir como si estuviera en un sueño, uno del que no quería despertar. Pero sonrió al pensar en que esa era la realidad, acababa de vivir algo que pensó nunca sucedería, hacia pocas horas finalmente Harry y él se habían casado.

Desde el día en que Harry le propuso matrimonio habían pasado seis meses, los más hermosos para ambos. Planear la boda junto a sus amigos y familia fue lo mejor de todo, recibían consejos y buenos deseos. Incluso Scorpius en su inmensa inocencia había aportado ideas.

El Omega comenzó a convivir con los amigos de Harry y descubrió en ellos grandes personas. Incluso tenía una muy buena relación con Noah. Scorpius se llevaba muy bien con su hijo —Luka —, quien era un pequeño y hermoso Omega, por alguna razón su hijo no quería apartarse de él, Harry no dijo nada, pero sabía que el futuro ellos dos serian grandes amigos.

—Pensé que este momento nunca llegaría —la voz suave de Harry lo sacó de sus pensamientos. Draco sonrió mientras se dejaba llevar por los pasos del Alfa.

—Soñé tantas veces con esto —respondió Draco—. Nunca pensé que podría ser tan feliz. —Levantó la mirada y Harry lo besó en los labios.

—Voy a hacer que cada día para ti sea más feliz que el anterior —prometió. Draco sonrió.

—Sé que lo harás —dijo con seguridad.

Ambos rieron cuando vieron a Scorpius y Luka "bailando" a su lado, eran tan pequeños y parecían tan felices, a pesar de no conocerse desde hacía mucho tiempo ya eran «mejores amigos», esperaban que así fuera para siempre, que cuando crecieran recordaran esos pequeños momentos que seguramente los harían muy felices. Vieron bailar a Hermione junto a Ron. Pansy finalmente había conocido al «hombre de su vida», su nombre era Blaise y a los ojos de Draco parecía ser un buen Alfa.

Luna a unos cuantos metros de ellos bailaba con Neville, nunca pensó que ellos pudieran llevarse tan bien cuando los presentaron, pero sucedido y ahora ella lucia más hermosa que nunca. Luna había sido muy importante cuando Lucius lo encerró en aquel horrible centro para Omegas, estaba seguro que si no hubiera contado con su presencia seguramente habría cometido una locura. Severus se encontraba en una de las mesas y Draco rió cuando vio que Sirius prácticamente le rogaba para que bailara con él, pero como siempre su padrino se negó. Aun le costaba entender su relación, pero estaba seguro de que eran muy felices con la pequeña familia que habían formado.

Cada uno de los presentes había contribuido de diferentes maneras para que Harry y él estuvieran juntos, eran parte de su vida y deseaba que así fuera por siempre. Estaba rodeado de tanto amor que sentía que ya no necesitaba nada más. Entre los brazos de Harry y rodeado de sus amigos y familia podía decir que finalmente había encontrado su felicidad. Entonces volteó su mirada y le sonrió a Harry.

—Te amo... —susurró—. Eres el amor de mi vida. —Sonrió. El corazón de Harry se aceleró al escuchar esa declaración.

—Yo también te amo... —entonces lo besó y Draco le correspondió sin dudarlo.

La fiesta continuó hasta el anochecer, los novios cortaron el pastel y luego continuaron bailando, realmente había sido un día perfecto. A las diez de la noche Draco se despidió de Scorpius quien pasaría la noche en casa de Noah y Alan. Harry y Draco decidieron pasar su «noche de bodas», en el departamento de Potter, así que subieron al auto y en cuestión de segundos estuvieron en la carretera. El ambiente era silencioso, y es que ninguno sabía que decir. Draco había pensando mucho en ese momento, pero no estaba seguro si aun se sentía preparado para dar ese gran paso.

Cruel destino (Harco/ Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora