Día 15: Concurso

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⚠️ Aviso: este one shot está pensado como un musical; así que cuando en el texto ponga [Play] es importante darle al vídeo multimedia del encabezado.

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En el claustro del Françoise Dupont el imponente escenario ya estaba preparado.

Varios colegios se habían reunido para organizar un acontecimiento único. Por primera vez en la historia, se llevaría a cabo un concurso de canto entre los alumnos de los distintos centros educativos de la ciudad.

La propuesta había sido bien acogida tanto por los estudiantes como por los padres y ahora mismo el instituto más famoso de todo París se encontraba abarrotado hasta los topes, lleno de gente esperando impaciente a que comenzara el evento.

Ya se habían realizado con anterioridad las selecciones previas. Cada centro escolar había llevado a cabo su proceso de evaluación y había escogido a un cantante o grupo de música para representarlo de modo que aquel día era la gran final en la cual un colegio se alzaría finalmente con la tan ansiada victoria.

Todo el mundo se encontraba feliz y expectante, todos... excepto una azabache de finos rasgos asiáticos que miraba melancólica el reflejo de su rostro mostrado por el espejo de su tocador ubicado en la zona del backstage.

Un par de lágrimas se deslizaron silenciosamente por sus mejillas mientras los demás concursantes se arremolinaban a su alrededor ilusionados sin ser conscientes del estado de congoja que atormentaba a aquella muchacha, quien aún recordaba la conversación que había tenido con cierto rubio hacia apenas unos instantes...

=Flashback=
–Félix, ¿después del concurso te gustaría venir a tomar un helado? He oído que André estará en el Champ du Mars este mediodía. ¡Sus helados son deliciosos y además son mágicos! Dicen que te dan pistas sobre las características de la persona amada –dijo la chica entrelazando sus manos esperanzada, deseando que aquel refrigerio confirmara sus más fervientes deseos y los uniera como pareja.

Sin embargo, el joven se quedó mirándola con cierta arrogancia y le espetó con hastío:

–Todo eso de la persona amada no es más que una tonta superstición para engañar a la gente ingenua como tú Bridgette.
–Pero yo había pensado que...
–Tengo cosas más importantes que hacer que tomar un ridículo helado –la interrumpió en un tono cortante y una mirada gélida–. Sólo he venido al concurso porque Alan me insistió mucho en estar aquí hoy, pero la verdad es que ni siquiera me importa si ganas o pierdes Bridgette. Únicamente quiero que acabe cuanto antes para poder irme a mi casa.
=Fin del Flashback=

Después de aquellas duras palabras por parte del rubio, la azabache había vuelto desilusionada a los bastidores situados justo detrás del escenario que habían sido acondicionados para acoger a los participantes mientras estos se preparaban y esperan su turno para realizar su actuación.

Bridgette se secó las lágrimas con el dorso de su mano. Ahora mismo no se sentía con ánimos de nada y mucho menos de cantar delante de centenares de personas siendo el Agreste uno de ellos.

Desde el momento que lo vio por primera vez entrando por las puertas del instituto, hacia ya un año, había caído irremediablemente enamorada de él.

Durante todo ese tiempo había intentado acercase al rubio de mil formas diferentes. Había indagado sobre sus gustos y sus aficiones y había acabado invitándole al cine, al teatro, a la ópera, a alguna exposición itinerante del Louvre con grandes artistas de renombre... cualquier cosa que pudiera interesarle al rubio con tal de tener una oportunidad con él, pero nada parecía funcionar. Siempre conseguía una negativa por su parte y ya no sabía que más hacer.

Un Julio para FélixWhere stories live. Discover now