Un Julio para Félix

Día 26: Villano! Félix

⚠️ Aviso: Este one-shot es la precuela de "Día 24: De enemigos a amantes". Así que, si todavía no lo has leído o no lo recuerdas del todo, no pasa nada porque puedes leerlo tranquilamente después de éste 😆

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En una de las aulas del Françoise Dupont...

Félix Agreste escuchaba atentamente la lección que su profesora de matemáticas estaba explicando para toda la clase cuando, de repente, notó la sutil vibración de su teléfono móvil en el interior de su bolsillo del pantalón.

De forma casi imperceptible dirigió su mano hacia el dispositivo, lo sacó por debajo de la mesa y leyó el mensaje de texto enviando por su padre:

"Estate preparado"

Nadie que descubriera por casualidad aquel escueto aviso entendería su significado; no obstante, para el modelo el comando de su progenitor estaba más que claro. Le indicaba que el conocido diseñador de modas había dado con una nueva víctima y, de un momento a otro, surgiría otro Akuma sembrando el caos en la capital francesa para forzar la aparición de la famosa heroína Ladybug.

Su misión: ayudar al pobre desdichado de turno para lograr el objetivo de ambos Agrestes, obtener el Miraculous de la catarina a cualquier precio para así poder traer de vuelta a Emilie Agreste del mundo de los muertos.

Guardó el teléfono y esperó pacientemente a que se escucharan los primeros gritos de la población anunciando la llegada de la actual marioneta de Hawk Moth.

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No pasaron ni quince minutos cuando sucedió.

Los aullidos desesperados e histéricos de los parisinos comenzaron a oírse a lo lejos y, al instante, el director Damocles advirtió mediante la megafonía:

–¡Estamos bajo el ataque de un Akuma! Por favor, se insta a todos los alumnos que sigan las instrucciones de sus maestros y vayan de forma ordenada al refugio situado en el sótano del colegio. Gracias.

A pesar de la petición del director... y a pesar de haberse repetido esa misma operación hasta la saciedad en los continuos simulacros realizados por la dirección de la escuela... siempre se generaba cierta anarquía en todo el recinto a la hora de llevarla a cabo en una situación real. Sin embargo, Félix lo agradecía enormemente puesto que, de esta forma, podía escabullirse sin problemas entre la desorganizada multitud y transformarse tranquilamente en el temido Chat Noir, el mayor rival de la heroína Ladybug.

Y eso fue exactamente lo que hizo en aquella ocasión. En un momento que nadie le prestaba atención, dobló por una esquina y se adentró en un aula solitaria.

–¡¿Otra vez?! –protestó enfurruñado un kwami negro con aspecto de gato cuando salió del interior del chaleco de su elegido–. ¿Durante cuánto tiempo más vamos a estar así Félix?
–El tiempo que haga falta Plagg –le replicó con severidad–. Ya sabes por qué hago esto.
–Sí, tu madre... y créeme que lo entiendo chico –intentando empatizar con él–. Pero, para vuestra desgracia, los humanos no sois criaturas inmortales y todos los días miles de millones de familias pierden a un ser querido: una madre, un padre, un hermano, un amigo... la muerte forma parte de vuestro ciclo vital y ya es hora que tú y tu padre asumáis que ella se ha ido.
–Si tanto problema tienes con mi forma de actuar, ¿por qué me elegiste? –le espetó el rubio molesto–.¿Por qué me pediste aquel día que me pusiera este maldito anillo del que no me puedo desprender ni para ducharme? –le preguntó con hastío mientras alzaba la mano derecha para mostrar el prodigio.
–¡Porque tú eras el destinado para llevarlo! –insistió el kwami–. Aunque luchando al lado de Ladybug y no en su contra... –musitando con rencor esta última parte.
–Este sermón me lo estás echando por Tikki, ¿verdad? –entrecerrando los ojos suspicaz–. Te duele combatir contra ella.
–Me duele combatir contra ella de la misma forma que a ti te duele pelear contra tu Lady –le replicó mordazmente ganándose una mirada de reproche por parte del rubio–. ¡¿Qué?! –le espetó–. ¿Ahora vas a decirme que no estás enamorado de la heroína de París?