CAPITULO 24

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HOLA!!! chicas les traigo un nuevo cap. antes de lo que acostumbro actualizar, es un regalo para ustedes que lo disfruten. Besos. Gracias 💓❤💓


CAPITULO 24


     Las dos nos quedamos paralizadas, la impresión de saber qué papá está detrás de Lucía y lo que significa para él que ella esté de regreso detiene mi llanto. El extraño rostro que tengo de frente parece volver a la vida, se lleva el dedo índice a los labios, ¿quiere que mantenga el secreto? No me dice nada y se aleja de mí para darle la cara a papá, limpiándose las lágrimas con la mano y aclarando la garganta.

     --Disculpe, es culpa mía, Valentina está bien sólo me puse sentimental y le contagie mi alegría al ver que se encuentra bien. –Dice a papá.

     --¿Y usted es? –Pregunta papá confundido. –Lo lamento pero, ¿es usted amiga de Valentina?

     --¡Ah! Que descortés de mi parte, mi nombre es Beatriz, Beatriz Salazar. –Dice y extiende su mano a papá. –Y se podría decir que soy una nueva amiga de Valentina.

     --Mucho gusto señora, Chi... Macario Valdés. –Contesta papá. Puedo ver que papá se queda embobado mirándola, papá siente esa conexión con ella, lo sé.

     --Suegrito, ella es quién salvó a Juliana, quién nos salvó. –Digo para romper la tensión que se siente por toda la habitación.

     --¡Dios! Es usted, la policía no me dijo la identidad de quién ayudó a las chicas. Le estaré agradecido de por vida por salvar a mi hija... y a Valentina por supuesto, --Dice papá olvidando por un instante que para todo el mundo él no es mi padre, sigue sosteniendo la mano de Lucía o debería decir Beatriz. –Ellas son mis niñas y no sé que haría si algo les pasara.

     --Lo sé, --Responde Lucía. –Digo, como cualquier padre...

     --¿Usted tiene hijos? –Pregunta papá. ¿Es enserio papá? le vas a preguntar eso.

     --Lo siento, ya es tarde y tengo que ir; sólo quería pasar a saludar a Valentina, supe que ya se encontraba mejor y... lamento lo de la otra chica, Juliana su hija. –Dice y libera su mano de la de papá. ¡No! Ella no puede irse, no así.

     --¡Espera! Espere no se vaya, --Digo. No sé si Lucía salga por la puerta y no vuelva a verla.

     --Tranquila Valentina, volveré mañana y si así lo deseas. –Dice Lucía y regresa a un lado de la cama y me besa la frente. –Me alegra verte mejor.

     --¡No te vayas! Por favor. –Digo y me enderezo para lograr agarrar su mano con mi mano buena. Movimiento que hace que me duela aún más lo que ya dolía. Llorar no me hizo bien. Hay tantas preguntas que tengo que hacerte; suplico con la mirada ya que no puedo hacerlo con palabras.

     --¡Ey! Tranquila, debes descansar, estás con dolor y eso no te hace bien. –Dice. Y recibo una mirada de suplica de igual manera. –Te prometo que mañana aquí estaré.

      --¿Lo prometes? –Digo y estoy con nuevas lágrimas formándose en los ojos. No estoy bien, nada bien, dolor físico y emocional me tiene hecha un despojo humano. Asiento con la cabeza y estoy por soltar su mano y dejarla ir cuando escuchamos un estruendo en la puerta y vemos como Panchito entra a trompicones y choca con papá.

      --¡Pero qué! –Dice papá.

      --Lo sient... lo siento. Ju...–Dice Panchito recuperando el aliento. Mi corazón empieza a latir rápido y mis manos a sudar.

      --Juliana, --Susurro. –¿Juliana, está... --Me cuenta respirar, Lucía aprieta mi mano, los tres nos quedamos mirando a Panchito y este se queda en silencio al ver que tenemos compañía en la habitación.

     --¿Qué pasa Panchito? No te quedes callado. –Dice papá.

      --Juliana despertó...


      Mi respiración regresará a la normalidad hasta que vea a Juliana, mi cuerpo duele como el demonio cuando seguí lastimándolo al tratar de levantarme y salir por mi propio pie, Lucía y papá me contuvieron, no antes de que me arrancara la aguja del brazo y lograra que sangre fluyera de mi vena; eso sólo hizo que llamaran al médico y tuvieran que ponerme la vía de nuevo y perdiera más tiempo; aunque según Panchito teníamos que esperar para poder ver a Juliana porque se la habían llevado a hacerle algunos exámenes. Lucía aprovechó para marcharse no sin antes reafirmar su promesa de volver y estar alegre de que Juliana despertara. Pasaron horas desde eso y ahora papá me lleva empujando la silla de ruedas. Las horas más largas de mi vida.

      --Aquí estamos. –Dice papá al ponerme frente a la puerta de una habitación. Habitación 39. Él se agacha a mi lado. –Quiero que estés tranquila, ya nos dijeron los médicos que Juliana está bien, un poco desorientada pero por fortuna creen que no hay daño físico permanente. –Agrega papá, sí, estoy consiente de ello y estoy feliz pero no puedo parar mi nerviosismo, es Juliana, mi Juls y quero verla.

      --Sí papá. Vamos. –Logro decir. Papá me besa la mano, se pone de pie y toca la puerta. Por fin veré a Juls, estos días sin ella han sido una eternidad, mi alma dependió de un hilo sabiendo que la vida de mi amor corría peligro; a mi mente venían los horribles recuerdos de su secuestro, de la angustia de no saber dónde estaba y si estaba bien, ¿hasta cuando nos perseguirá el pasado? Eso ahora no importa, Juls está detrás de esa puerta y la veré en un minuto. Respiro hondo e ignoro todo pensamiento negativo. 

Ah! y chicas les recuerdo que en twitter se está llevando a cabo los JULIANTIA FICS AWARDS organizados por el squad de escritoras sigan a la cuenta de JStrugglesSquad para que sepan de que van... Mil gracias por seguir leyendo. 💜💓💜


El Pacto Continúa   (JULIANTINA)Where stories live. Discover now