El Pacto Continúa (JULIANTINA)

CAPÍTULO 42

CAPITULO 42

     HOLA CHICAS! He vuelto 🙋‍♀️sorry por estar desaparecida pero pues ya saben que a veces no hay tiempo para nada 🤷‍♀️ Espero les guste de 💜 y que se encuentren bien en esta cuarentena.🥰Chao.

–Cálmate morrita, ¿Qué pasa, por qué tan contenta? ¡Me estás asfixiando! –,dice Juls con voz estrangulada.

     –Sorry, sorry, oh my God! –digo apartándome de ella– ¡aceptaron! Le dieron luz verde a mi artículo...

     –Te lo dije morrita, sabía que te aceptarían –,dice con una sonrisa y con ese mismo brillo en los ojos que cuando le dije que me aceptaron en la academia de modelaje –felicidades amor, estoy orgullosa de ti.

     –¿Enserio? Pero si sólo es algo que escribí que será publicado en un sitio web, le tengo cariño y hacer una labor muy bonita e importante; pero no es el New York Times o el Universal.

     –Dónde sea que lo publiquen no es lo que importa morrita; lo importante es que esas letras salieron de ti, te lo dije en la casa antes de salir ¿recuerdas? Lo escribiste con el corazón, es la voz de tu corazón –,dice y me besa tiernamente los labios. Juls siempre me hace sentir como si cualquier cosa que hago es lo mejor del mundo y me hace sentir especial cuando ella es la que es un ser humano tan especial generoso, amable, con una calidez increíble. Y cualquier palabra que utilice para describirla no es capaz de expresar lo maravillosa que es.

     –Eres tan hermosa, te amo.

    –¿A sí? Si yo soy hermosa tu eres bella, linda, guapa... yo también te amo mi vida –, dice y vuelve a besarme pero este es un beso más largo, más intenso cargado de sentimientos y amor. –Esta noticia merece una celebración, ya no vayamos al cine, tú eres la festejada, ¿a dónde quieres ir? Tu restaurant favorito, a ese centro comercial donde venden ese helado de chocolate con menta que tanto te gusta o ir comer los tacos de tripa de doña Meche que tanto extrañamos. Tú elige que yo invito –, dice y me guiñe el ojo. Sonrío ante el gesto.

     –¡Ay Juls! Apoco extrañas los tacos si Rafael nos llevó apenas ayer para comer.

     –Siempre extraño los tacos de doña Meche, son los mejores de la cuidad. Pero no le digas a doña Clarita que me mata; sus tacos no están mal pero su especialidad son las enchiladas, las verdes son mis favoritas.

    –Ya me dio hambre de tanto que hablas de comida.

     –Ese es el punto, ¿entonces a dónde vamos mi morrita?

     –Déjame pensar... –,digo. Las opciones que propuso Juls son atractivas y no mentí al decir que me dio hambre pero para a quién engaño sólo hay un lugar a donde realmente quiero ir pero no sé si se nos permita ir, no nos dijeron nada acerca de eso... –Amor, quiero... quiero ir a casa, extraño ver a Chivis, Alirio, Mateo, abrazar a Mini Eva y también aunque lo vea más seguido quiero ver a papá.

     –Lo sé mi vida, sabía que era cuestión de tiempo que dijeras que quieres regresar a tu casa –,dice y se apaga su entusiasmo –sabíamos que el que vivamos juntas es algo temporal... –dice, su voz se quiebra el final.

     –¡Ey! ¿Qué pasa? –pregunto, Jula baja la mirada, acaricio su mejilla.

     –Es que pues eso, que lo esto que estamos viviendo desaparecerá en cuanto vuelva todo a la normalidad; ya no estaremos juntas, digo ya no viviremos juntas –,dice. Pero que bruta soy al no darme cuenta desde un principio lo que está pensando Juls.

     –Ven, subamos a la camioneta –,digo y la agarro el brazo para caminar unos pasos y llegar hasta la camioneta. Rafael abre la puerta –sube.– Juls lo hace sin protestas y subo detrás de ella pero impido que Rafael cierra la puerta– Espera abajo Rafael hasta que yo te indique que subas.