Los hermanos Kelly: León

Yo, soy León Kelly

León 

Estoy sentado en el suelo con la espalda contra el borde de mi cama, tengo los pies descalzos, la camisa desbotonada hasta la mitad, las mangas remangadas y un vaso de whisky en la mano, mi habitación esta en la oscuridad absoluta a pesar de que el reloj en mi mesita de luz marca las siete de la mañana, me deje caer aquí luego de matar a ese hijo de puta, un McCarthy menos con el que pelear, escucho los pasos pesados de mi padre acercarse y sonrió se me viene una buena, me importa un carajo. La puerta se abre de golpe mi padre ingresa, me toma de la camisa y me levanta del suelo.

-¡¿Que mierda hiciste?!-me grita ofuscado.

Lo miro a los ojos, estoy tan borracho que ni si quiera me percato de contestarle, entonces dejo escapar una frívola risa de mi garganta.

-Hice lo que tus pelotas no hicieron-le contesto con tesitura mientras me rio con exasperación.

Me da un bofetón en la cara y me arroja contra mi cama, caigo sentado y me bebo lo último que queda en mi vaso.

-¿Tienes idea de la estupidez que acabas de cometer?-me reclama.

Estoy condenadamente harto, aprieto con furia el vaso, el mismo se hace añicos en mi mano y lanzo lo que queda contra el suelo.

-¿Y que fue lo que hice?,¡¿Ah?!-alzo la voz-¡¿Dime?!.

-¡Mataste a un Mc Carthy!, ¡acabas de dar rienda suelta a una puta guerra de mierda!.

Ambos respiramos agitados producto de nuestro enojo.

-¿Si?, pues deberías estar agradecido que no le metí una bala en la cabeza al hijito de la viuda-le contesto con sarcasmo.

-Estas fuera de control León-me mira algo más sobrio- y lo que es peor, iniciaste una guerra entre ambas familias, todo por tu estúpida furia.

-¡Oh por favor padre!, no me vengas con idioteces, ambos sabemos que ellos la iniciaron, primero Kaia y luego Liam, se metieron con mi familia, es hora de pagar las cuentas-señalo con ahinco.

Mi padre me mira, no sabe ni que decirme ya.

-Ahora tendremos que pagar las consecuencias de tu error, no debiste matar a ese muchacho- aclara en tono calmado.

Me planto frente a él.

-Esto debe terminar, lo sabes perfectamente-le digo acercando mi rostro al suyo- tu estúpido orgullo es lo que acabara con esta familia-digo por último antes de encerrarme en el baño para darme una ducha.

Colin revisa las noticias en su Tablet mientras desayuna, su madre mastica un pequeño trozo de frutilla, le dio los buenos días como si no hubiera pasado nada el día anterior, así es ella, siempre ha sido así.

-Sigues molesto-afirma bebiendo su café.

Colin alza la vista de su Tablet y esboza una sonrisa de mala gana a modo de respuesta.

-Creo que anoche ya te dije todo lo que necesitas saber-insiste.

-¿Seguirás con lo mismo?-enarca una ceja.

Ella hace un gesto con sus manos, caso cerrado, su hijo vuelve la mirada hacía la pantalla. Sean se acerca a su jefe.

-Jefe-llama su atención.

-Buenos días Sean-lo saluda la señora Adara.

-Buenos días señora-contesta y mira a Colin-es urgente-le dice serio.

Colin se pone de pie y se aleja con Sean de la mesa, Adara observa la expresión de su hijo, algo malo ha pasado, lo presiente al verlo en su rostro; Colin intercambia una palabras con Sean y este desaparece apresurado.