II

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YiXing deja caer una fruta al momento de arrancarla del árbol. YiXing escucha el grito de su hijo. YiXing voltea para buscar a su hijo quien hace unos minutos estaba sentado en una roca mientras jugaba con las mariposas y las aves. Sus ligeras ropas blancas se mueven en ondulaciones, el viento le acaricia con temor sus cabellos rubios, los preciosos ojos de YiXing se ven tan asustados, su piel pálida lo está más. La desesperación lo envuelve, su preciado hijo ya no está, su único hijo posiblemente ha sido raptado. YiXing corre hasta donde surgió el grito. YiXing intenta que las ninfas le digan si han visto a su hijo, ninguna de ellas puede darle razón.

YiXing comienza a llorar, no quiere pensar lo peor. Las ninfas se sienten dolidas al ver al hermoso hombre de esa manera. Intentan consolarlo, pero es inútil porque nada puede calmar el dolor que siente YiXing.

—Prometí que te cuidaría y no cumplí mi promesa —YiXing tiene la voz tan quebrada que apenas y se le entiende lo que quiere decir.

Mientras un padre sufre, el dios del inframundo se encuentra contemplando al hermoso ser que está descansando en sus aposentos. MinSeok tiene un semblante serio, pero tranquilo. Sus ropas blancas y las flores en su cabeza se hacen notar entre el aspecto lúgubre y negro de la habitación. JongDae solo espera que el hermoso dios no se moleste con él. MinSeok se remueve un poco, sus párpados se levantan junto con los hermosos abanicos de pestañas haciendo más atractivo su despertar. MinSeok reconoce que no está en su habitación. Está en un lugar desconocido, voltea al sentir una presencia, se encuentra con su tío. MinSeok tiene el corazón acelerado al igual que el dios del inframundo. JongDae estira su mano para acariciarlo y este se recorre. Está tan asustado.

Tiene que reconocer que JongDae no es un ser horripilante como todo el mundo dice allá arriba. Los poetas se equivocan. JongDae es un hombre muy atractivo, tampoco se ve que sea un hombre malévolo. Aun así, MinSeok tiene sus precauciones. Él quiere regresar con su papá. Los dos se quedan viendo por cortos segundos, cuando MinSeok se siente intimidado retira su mirada.

—Por favor, sé que usted es un dios bueno —MinSeok espera que sus suplicas sean suficientes para que el dios del inframundo lo deje ir —. Quiero regresar con mi padre, por favor.

JongDae le brinda una sonrisa.

—No te dejaré ir —JongDae dice apenado.

Los ojos de MinSeok se llenan de lágrimas. Él quiere estar de regreso con su padre. Seguramente también está sufriendo, ellos son tan unidos y solo son ellos dos. MinSeok tiene miedo, su cabeza se llena de ideas terribles de lo que puede hacerle el dios del inframundo. Sin embargo, JongDae no planea hacerle algo que no sea conquistarlo. Jamás lo lastimaría, él solo quiere ganarse su amor.

JongDae acerca su mano, pero MinSeok la aleja con miedo no quiere nada con ese dios. JongDae se siente triste, se siente rechazado, no obstante, lo que menos piensa es rendirse. Se va de la habitación para planear una estrategia en la que el hijo del dios de la agricultura, su hermano, lo ame.

...

JongDae le pide a uno de sus sirvientes que corte las flores más hermosas de los campos elíseos. Tal vez, sí MinSeok las ve caerá profundamente enamorado. El pequeño dios se muestra reacio ante sus cortejos. Todos sus intentos por enamorarlo son derrumbados por los constantes rechazos de MinSeok. El soberano del inframundo lo que menos quiere hacer es regresar al hermoso dios a la tierra.

—¿Qué puedo hacer para que MinSeok se enamore de mí? —JongDae dice, ¿será posible que él no merece ser amado?

JongDae camina hacia su palacio esperando que su sirviente le traiga lo que ha pedido. Los largos pasillos conducen a diversos lugares, sus pies se dirigen hasta una habitación que él conoce muy bien. Ha estado yendo todos los días desde que lo raptó, siempre aprovecha el momento en el que MinSeok está dormido. Usa su casco para evitar que MinSeok se asuste con su presencia. Siempre se sienta para admirarlo dormir, acaricia su rostro, sobre todo sus labios. ¿Qué tan suaves y de qué sabor podrían ser sus besos? Sus manos se deslizan a los brazos, ¿qué tan suave se sentirá su piel contra la suya? Sacude un poco la cabeza quitando de su mente esos pensamientos, muchos de los hombres que están en el tártaro se dejaron llevar por sus pensamientos y la lujuria e hicieron mucho daño, él no quiere ser como ellos. Solo se dedica a observar y a fantasear con convertirlo en su rey, que los dos gobiernen juntos el Hades.

—Cuanto deseo que me correspondas mis sentimientos con la misma intensidad que yo —JongDae siente el pecho cada vez a punto de explotar por dos motivos: por amor y por dolor.

Se retira sin hacer más que sonreír. Sus sirvientes han cumplido con su mandato. Han llevado hasta JongDae las rosas más hermosas que han podido encontrar en los campos elíseos y han sido dejadas en sus manos, espera que esta vez logre remover algo en el dios de la agricultura. MinSeok es conducido por los sirvientes de JongDae hasta una habitación. MinSeok ya no tiene miedo, es más comienza a sentirse a gusto. Los sirvientes abren las puertas, MinSeok sonríe al ver los campos elíseos, la naturaleza le hace sonreír. Es como si fuera un paraíso.

MinSeok comienza a caminar, las mariposas que allí se encuentran piden que las siga. MinSeok lo hace conforme sigue avanzando se encuentra con JongDae, el cual está sosteniendo en sus manos las flores más bellas que ni siquiera en el olimpo ni en la tierra hay.

—Sería un placer que tomara estas flores entre sus delicadas manos, me he tomado el atrevimiento de quitar las espinas para evitar que osen a pincharlo —MinSeok lleva una mano a su pecho, se siente tan honrado.

JongDae ha hecho algo muy lindo por él. Toma las rosas y le sonríe al dios.

—Son demasiado hermosas —alaga y las huele.

El olor es tan hermoso y difícil de describir. MinSeok queda encantado y cuando abre los ojos, ve la mirada enamorada de JongDae hacia él.

—Puedo traerte más... —MinSeok levanta una mano pidiendo que se detenga.

—No es necesario, me conformo con estas, muchas gracias —MinSeok le sonríe.

Se marcha de nuevo a su habitación dejando a un Hades sorprendido sin saber qué hacer. MinSeok se acuesta en la cama, sus ropas blancas se están volviendo negras, toma las rosas y comienza a olearlas, y cada vez que cierra los ojos apeteciéndose con el olor, piensa en JongDae.

🌼
Hola, hola, ¿co están?
Espero que muy bien.

¿Qué les pareció el capítulo de hoy?

Espero les haya gustado

Nos vemos hasta la otra semana para el último capítulo :(

Puede que le agregue algunos capítulos más, en donde ellos son tomados en cuenta por los poetas.

Hades || ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora