Capítulo 2

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Mamá se acerca a mí, ahora ya estamos de la misma altura.

«— Rea, dentro de poco vas a poder salir de aquí, vas a poder correr, ver el sol, pero no ahora, entiende, todavía no tienes edad— dijo mamá»

«— Eso lo entiendo, pero por favor, estoy cansada de estar encerrada en esta casa, no he hablado con nadie más que con ustedes. ¿Por qué tenemos que ocultar lo que somos? Se supone que los clones fueron hechos para obedecer a los humanos. ¿Por qué tenemos que escondernos?— dije»

«— Hay muchas cosas que no entiendes, pero que pronto lo harás, créeme, pero ahora se buena niña y quédate en casa, ya regresaremos— dijo y ambos salieron de la casa»

Me desperté de golpe. Otra vez esas personas sin caras o rasgos, incluso su voz parecía igual a todas las voces. No había nada que me pudiera dar una pista de quienes eran o a donde fueron.

El libro que había tomado se encuentra al lado de mi cama, faltaban dos horas para despertar, pero yo sabía que no había manera de que pudiera seguir durmiendo. Así lo abrí y seguí leyendo, ya casi lo acababa. Los sentimientos tan profundos de Romeo y Julieta me dejaron pensando que a lo mejor hay más en ser humano que solo procesos biológicos. A diferencia de los clones Romeo y Julieta y sus familias tenían sentimientos profundos, para empezar por el odio que sentían sus familias y luego el amor que se fue gestando entre ellos, el dolor de ser separados y el anhelo de estar juntos de nuevo. Si yo soy humana como Romeo o como Julieta yo también soy capaz de amar ¿pero a quién voy a amar? ¿alguna vez amé a alguien? 

Llegó un momento en que mis pensamientos estaban por todos lados y no podía concentrarme para leer. Entonces decidí ver al techo y seguir pensando. Quería poder amar, pero aquí dentro de estas murallas era algo demasiado difícil de hacer, casi imposible, aquí nadie amaba. Pero aquí es lo único que quedaba en el planeta, no había nada afuera de estas cuatro paredes. ¿Donde se supone que pueda amar? 

En algún momento llegó la hora de despertar. Mi mañana fue como todas las demás, desayuné y salí a mi casa con rumbo al hospital. De camino empecé a pensar en la chica que llegó ayer. No se si pueda despertar, pero para ella es sencillo, si su cuerpo muere su conciencia no lo hace y tiene otra oportunidad para lo que está programada. A diferencia de mi si yo muero no tengo segundas oportunidades, si muero allá afuera nunca podré tener la oportunidad de amar, pero si me quedo aquí esa oportunidad ni siquiera existe. Por mas que me gustara la idea amar no era una opción para mi. 

Cuando llegue al hospital me dirigí a la habitación de la chica. Con mucho cuidado abrí las puerta de la habitación del hospital. Encontré a un enfermero que nunca había visto, sentado al lado de la cama.

— Buenos días— dije.

Sin embargo el enfermero nunca sonrío o contestó.

— ¿Te encuentras bien? ¿Quieres que te haga un chequeo?— pregunté.

— ¿Ella va a estar bien?— preguntó. Su voz era profunda y en sus ojos había algo diferente.

— Las próximas 24 horas son críticas, sino despierta tendremos que desconectarla, la falta de oxígeno por el daño que causaron los gases afectaron su sistema central. Tendremos que esperar a que despierte para ver qué tanto daño se ha causado— digo.

El enfermero baja la cabeza y mira al piso.

— Pero hay esperanza ¿no?— dijo.

¿Un enfermero hablando sobre esperanza? ¿Que clase de configuración es?

— ¿Como te llamas?— pregunte.

— Aarón— contestó.

— Aarón, ¿seguro que no quieres que te haga una revisión?— pregunte.

La última humamaWhere stories live. Discover now