La Depresión No Es Hermosa

Chapter NINE

Esperanzas

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Ojos hundidos en lágrimas, cables, máquinas, medicamentos, caricias, latidos no tan estables, débiles respiraciones, leves sollozos y un par de guerreros. Uno de ellos luchando por su vida y otro siendo fuerte por aquella vida en riesgo. Los ojos de Joseph miraban con tristeza al débil cuerpo de Ben, verlo en esas condiciones le partía el alma y no poder hacer nada aún más.

La doctora de Benjamin tocó la puerta de la habitación, es sus manos sostenía un pequeño folder de metal y junto con él una oportunidad para Mazzello. Ambos compañeros se pusieron de pie para prestarle mayor atención a la doctora.

-La potencia cardiaca del joven Jones se encuentra estable, la psicóloga lo atendió y su depresión disminuye pero aún así pongan la suficiente atención en él, el traumatólogo dice que sus piernas siguen adoloridas, se le aplicaron unas terapias pero sigue con las fuerzas insuficientes para caminar.

-El desperatara?

-Es cuestión de esperar.---La doctora asintió con su cabeza y les regaló una leve sonrisa a ambos.---

Joseph por fin pudo respirar con tranquilidad, su amigo estaba bien. Tenía miedo de que algún día recordara todo el daño que le había hecho y que por su culpa sucedieran todos los problemas de salud por los que estaba pasando su amigo, por suerte Gwilym entendía la raíz del problema. El alcoholismo había terminado al igual que su relación con Sienna y desde aquel día se iba a dedicar de y darle todos los ánimos posibles a su amigo.

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Joseph reposo su rostro en el pecho del menor, el eco de su respiración resonaba en su pecho, sonido que poco a poco lo arrulló. Unos cuantos movimientos de cabeza por parte del rubio llamó la atención de Joe, el anterior levantó su cabeza con una leve mueca de intriga. Unos grandes ojos verdes se iluminaban y el gesto cuestionante de Joe hacía dudar a Gwilym quien rápidamente se levantó del sillón donde se encontraba. Al no saber como reaccionaría el menor, Joseph decidió retirarse y darle paso a Gwilym.

-Dónde estoy?---El rubio volteaba a su alrededor, "Ben perdió la memoria", gwilym pensó lo peor y decidió conversar con él para asegurarse si en realidad había perdido la memoria y entrar en pánico o guardar la calma.---

-Benny estás en el hospital.---El rubio movió su mirada directamente a Joseph.---

-Joseph volviste!

El pelirrojo recordó todo su pasado, todo el pasado perfecto que había construido y que por causa dd un vicio se jodió, era como si Ben hubiera tenido un sueño donde todo estuviese roto y despertó en un mundo perfecto.

-Sí Benny, volví!

-Te extrañé mucho Joey.---La voz de Ben se pausaba señal de que estaba cansado.---

-Benny, estás cansado?

-Si Joe.

-Te agradaría si te dejamos descanzar?

-No!---El menor negó con todo de advertencia e impidió que sus amigos se retiraran dejándolo solo.--- Yo me quiero ir a mi casa.

-Benny, estás seguro?

-Sí.---Benjamin bajó su cabeza con un puchero. Realmente se quería ir de ese lugar.---

Gwilym pasó a pedir permiso para que dieran de alta a su amigo, para su suerte accedieron. Siempre y cuando siguiera una lista de cuidados para su seguridad. Unas recomendaciones que no le agradarían pero tenía que seguir. Asearse diaria y correctamente, tener un ambiente de estadía limpio, tomar sus medicamentos a sus horas, etc, etc.

El menor llegó muy tranquilo, Gwilym pensó que el aseo del rubio sería más fácil así. Error. La doctora advirtió que Ben alucinaría de vez en cuando por la anestesia. Llegando a casa en silla de ruedas, Ben comenzó a halagar a Joe sobre lo guapo que se veía, por su parte Gwilym y Joe reían al observar la expresión de Ben.

Delicadamente Gwilym retiró la ropa del débil cuerpo de Ben mientras Joseph medía la temperatura del agua de la tina. Evitaron vertir agua en la cabeza de Ben tan bruscamente para evitar que se alterara. Con mucho cuidado lo pusieron en la tina, el agua estaba perfecta con sus manos Gwilym virtió agua en el cuerpo de Ben quedando empapado, el menor no emitía sentimiento ni emoción alguna, solamente se dejó llevar por la tibia agua hasta que comenzó a adormitar.

Joseph puso una pijama para que así durmiera más tranquilo, el menor abrió sus cansados ojos y le lanzo una sonrisa de labios sellados a su amigo.

-Joseph eres la persona más importante de mi existir, no sabes cuanto te aprecio.

-Yo también te quiero Benny.

-Eres mucho para mí.---Joseph rió y Ben cerró sus ojos.---

-Joe eres la única persona que Ben quiere, te adora!

-Creeme que estoy haciendo lo posible por verlo felíz.

Esa noche Joe durmió con Ben quien adormilado le dijo que quería ser independiente y que juraba sentirse bien.

Le creyó.