Tarde

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Diego tenia una vida perfecta, querido por muchos y envidiado por muchos más, sin embargo eso no le importaba, tenía todo lo que un adolescente podía querer a sus casi 18 años, tenía los padres perfectos, el novio perfecto, la vida perfecta...

O eso creía, hasta que una noche Andrés lo dejó plantado en su restaurant favorito, estaba molesto, demasiado a decir verdad, no podía creer que su novio no se haya presentado, ya era la décima vez que veía impaciente la pantalla de su móvil, esperando un mensaje que nunca llegó.

La mesera de "KO MA" se acercó por tercera vez preguntándole si ya iba a ordenar.

"Estoy esperando a alguien" volvió a responder.

Y tan rápido como ella vino, se fue. Se cuestionó si ya debía abandonar el restaurant, o si era válido llamar a su celular una vez más.

Quizá Andrés haya puesto en silencio su móvil, o solo se quedó dormido, quizá...

El celular vibrando en la mesa lo sacó de sus pensamientos.

"¿Qué pasó Lota?." Diego hubiese gritado que llevaba esperando al hermano de la chica desde hacía mas de media hora, de no ser porque habían muchas personas en el lugar.

Y Carlota lloró "Andrés tuvo un accidente." Diego sintió que había olvidado cómo respirar, no podía creerlo, no quería creerlo.

"Voy para allá"

Salió del restaurant sin importarle lo que la gente pensara de él. Necesitaba ver a Andrés, saber que él estaba bien, esperaba que todo acabara rápido.

Pidió un taxi y le indicó su destino, una clínica reconocida a más de 20 minutos en coche.

Sólo esperaba que todo estuviera bien con él, necesitaba decirle que sus padres habían accedido a la idea de dejarlos vivir juntos luego de cumplir los 18, que supiera que él lo amaba, por que sintió que quizá no se lo había dicho muy seguido últimamente, esperaba que Andrés estuviera bien, debía de estarlo.

Diego bajó del auto cuando llegó a su destino, buscó la habitación que le había indicado Carlota, y se encontró allí a su madre y la familia de su novio, Soledad se dirigió a su pequeño hijo y le abrazó.

"Lo lamento" dijo, y Diego se sintió morir. No podía ser cierto.

Pero si lo era, inspeccionó a su alrededor, se encontró a Elsa llorando y abrazando a su amiga, Olegario estaba igual de devastado, y su madre, su madre se encontraba susurrando palabras de aliento como cuando él era un niño y se lastimaba jugando.

"Estoy aquí cariño"

Diego no sabe a ciencia cierta en que momento empezó a llorar, ni se enteró como fue que llegó a su casa al día siguiente, sabía que había sido su madre, pero lo último que él recordaba era haberse dormido en las sillas de la clínica siendo arrullado por su ella.

Al bajar de su habitación encontró a sus padres y un gran desayuno esperándolo, pero él no tenía apetito, él solo quería ver a Andrés, quería que este le regañara por su actitud tan obstinada, o que en el mejor de los casos le dijera cosas tiernas y alentadoras por haber obtenido un logro o reconocimiento.

Se retiró cuando su madre comprendió que no comería más, se recostó en su cama y se dispuso a ver su móvil y los mensajes de un día antes de la muerte de su novio.

"te amo, nos veremos más tarde"

Diego se estaba haciendo daño quizá, pero sentía que se merecía todo lo que estaba pasando, que quizá la vida lo castigaba por algo que él no recordaba haber hecho, quizá era la manera en la que ella se desquitaba por la mala persona que había sido con todos los que lo conocieron.

El día del funeral de Andrés su familia se presentó a dar el pésame a los Cervantes, él se quedó hasta lo último del día, no quería despedirse de Andrés, quizá todo era un mal sueño, quizá iba a despertar.

Carlota se acercó a él junto a otros tres chicos.

"Diego, ellos son Temo, Aris y Mateo"

A Diego sinceramente no le importaba en lo más mínimo, pero no iba a ser descortés con ellos, apenas los conocía.

"Mucho gusto, Diego Ortega"

Los meses siguientes a eso Temo y Aris habían sido imprescindibles para la recuperación de Diego, se había sumergido en una tristeza tan profunda, que sin ellos quizá no la hubiese superado.

Mateo también había resultado ser una buena persona, siempre lo cuidó como a un hermano menor, incluso luego de tres años de amistad, los chicos se habían hecho muy unidos.

Thiago, un nuevo miembro de su familia elegida, y novio de Carlota había propuesto salir de fiesta y ofreció su casa para quedarse todos a dormir, cosa a la que ninguno de los presentes se negó.

En aquella noche todo iba de maravilla, el plan era que Temo iba a cuidar de Diego si este se sobrepasaba con las copas, como siempre lo hacía, pero el ahora rubio no contaba con que su amigo estaría más ocupado en prestarle atención a su novio, restregándosele en un baile muy provocativo.

Diego por otro lado se la pasaba de maravilla con Mateo, al principio solo estaban conversando sentados en un sillón del lugar, hasta que a Mateo se le ocurrió la maravillosa idea de quitarle el riedel de whisky al rubio, y este puso sus piernas a cada lado de la cadera del más alto tratando de alcanzar su trago.

A Mateo le entretenía tener así de desesperado al menor, de pronto Diego pareció rendirse, no supieron en que momento se empezaron a acercar, o si necesitaban esto desde hacía tiempo, pero se encontraron besándose, Mateo había dejado el riedel a un lado, y se dispuso a tomar de la cintura al menor.

"Vámonos de aquí Mati" y sin más que decir ellos se retiraban del lugar dirigiéndose al apartamento del más alto.

Diego no sabía de donde había salido tanta valentía, tampoco sabía si todo esto era correcto, estaba a punto de tener sexo con el chico que alguna vez conoció en el funeral de su ex novio, ¿eso estaba bien?

"¿Estás seguro de esto Ortega?"

¿En realidad era esto lo que quería?

"Déjame decirte que una vez haya iniciado, no te dejaré ir, me pertenecerás... Yo te perteneceré, al igual que mi corazón lo hará."

Esa confesión lo había tomado por sorpresa, pero claro que el tonto de Mateo no habría pensado otra manera de declarársele.

"Estoy seguro de esto Symanski" respondió convencido, después de todo, él también había llegado a amar a Mateo y no quería ocultarlo más.

Al llegar al lugar se dispusieron a continuar lo que habían dejado pendiente, Mateo lo dirigió a su habitación mientras se besaban y Diego sólo se dejó hacer.

"Te he amado desde hace tanto Diego Ortega"

El mencionado no supo que decir, pero su cuerpo si sabía como reaccionar, un inevitable sonrojo se hizo presente en él.

Esa noche no fue sólo sexo, Mateo le había hecho sentir amado, y descubrió que quizá no es tan tarde para permitirse amar.

Mil disculpas, sé que dije que publicaría el jueves o viernes, pero se me hizo imposible por cosas de la universidad, me hallaba en parciales, también está en hecho de que manejo dos cuentas en twitter que he dejado un poco de lado y dos cuentas en wattpad, bueno solo uso esta para publicar estos one shot, espero que hallan amado cada historia hasta ahora, tanto como yo amo escribirlas y leerlos a ustedes, disculpen si no soy la mejor en lo que respecta a comedia, estoy trabajando en varias personalidades de los personajes, disculpen si no actualizo tan seguido, infinitas gracias por posicionar a la historia en el #3 Matiego

Sigan comentando, me encanta leerlos.

Pueden hacer sus pedidos con respecto a los AU o referente a alguna adaptación mandándome un mensaje privado, otra vez GRACIAS.

Plango Mangano - Matiego [CANCELADA] Where stories live. Discover now