Soulmates || Emiliaco

1.6

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Había pasado aproximadamente una hora y Jack comenzaba a impacientarse.

No sabía qué tanto estubieran hablando Katherine y Ennis, y cada minuto que pasaba se sentía más apenado por lo que había pasado.

Nunca se había relacionado con personas por lo cual aún no comprendía que existían temas que era mejor no tocar.

Ahora añoraba los días donde no se tenía que relacionar con nadie y no tenía que preocuparse por otras personas.

Pasado un rato Katherine volvió a aparecer por el jardín, pero su sorpresa llegó al percatarse de que Ennis venía a su lado.

- Anda, como lo ensayaste - dijo la joven y Jack no comprendió a lo que se refería hasta que Ennis comenzó a hablar.

- Bien, tal vez -suspiró- me puse un poco a la defensiva anoche, y no estuvo bien.

- ¿Y?- Katherine lo animó a seguir.

- Y siento haberte amenazado... ¿Ya? - miró a Katherine impaciente.

- Vamos hermanito, puedes hacerlo mejor.

- Tampoco me voy a poner de rodillas, si es lo que piensas.

- Está bien, no te preocupes - interrumpió Jack - Yo siento haberme metido donde no debía.

Ambos se miraron a los ojos y Jack se perdió momentánea en ellos, podía jurar que jamás había visto un par de ojos color negro ébano, eran únicos.

- Bien, ahora que somos amigos ¿Qué les parece salir a cabalgar?

•••

El Príncipe Bernadotte tenía una muy buena razón por la cual sólo cabalgaba a Brisa y justo ahora demostraba el porque.

Y es que por más que intentaba controlar al caballo éste parecía no cooperar, relinchando molesto mientras intentaba pararse en sus dos patas traseras.

- Calmado... tranquilo, vamos caballito - decía para tratar tranquilizarlo desde arriba, aunque probablemente el más nervioso era él.

- ¿No dijiste que sabías montar? - dijo Katherine montada en una hermosa yegua blanca viendo el espectáculo divertida.

- Bueno, sí. Tengo a mi yegua - dijo distraído tirando de las riendas.

Ennis, que aún no se encontraba arriba de su caballo, se acercó a Jack tomando al corsel por la cabeza y juntadola con la suya.

- hey, tranquilo, todo está bien- cerró los ojos respirando lentamente y Jack pudo sentir como le transmitía tranquilidad al caballo.

Poco a poco éste dejo de moverse de un lado a otro hasta que su respiración se controló. Una vez el caballo estaba calmado Ennis se separó.

- Sólo estaba algo alterado, a Rayo no le gustan mucho los desconocidos - dijo con simpleza mientras Jack lo veía asombrado.

- Haces magia- dijo con la boca abierta.

Ennis sólo sonrió antes de montar su caballo.

- Es un don - y ahí estaba nuevamente esa sensación extraña que Jack no podía describir.

- ¿Entonces que? ¿Una vuelta hasta la pradera y de regreso?- dijo Katerine rompiendo el silencio que se había formando

- De acuerdo, los espero allá - mencionó Ennis antes de agitar las riendas haciendo que el caballo comenzara a correr.

Jack se tardó un poco en reaccionar antes de imitar la acción del jóven y correr detrás de él.

- Son unos tramposos - Katerine río siguiendo a los dos chicos.