🥊Capitulo 60🥊

1K 39 2
                                    

Pov April

Mis nervios eran bastante notorios, mi felicidad también. Nunca pensé que llegaría este momento.

Dante había llegado hacen dos horas acá, Leah, Sarah, Kaylee mi madre se encontraban conmigo también.

¿Han pasado por un momento en el cual no saben por cual vestido decidir? Eso exactamente estaba ocurriendo conmigo, pues todos están muy hermosos, pero el problema es que el primero que me probé, me quedo pequeño, el segundo corrió grande, el tercero no me agradó. Y ahora nos encontrábamos aquí todos sin yo elegir algún traje.

-Vamos, prueba te este. -dice Dante tomando un vestido color negro con un color Violeta al final-

Lo tomo un poco molesta pues apuesto que Matt ya ha encontrado su tuxedo y yo aún aquí. Quito toda mi ropa para probarme el vestido, al acomodarlo muerdo mi labio.

Respiro hondo mientras sale una pequeña sonrisa. Salgo del vestidor, cautivando la mirada de todas.

-Wow. -Suelta Sarah impresionada-

-Hermosa.. -dicen Dante y Leah al unísono-

-Preciosa. -me sonríe mi madre-

Sonrio nuevamente mientras observo mi anillo y mis ojos se llenan de lágrimas.

-Tonta no llores... -suelta Leah mientras todos se unen a mi en un abrazo-

***3 horas después***

Aquí me encontraba apunto de entrar a la iglesia, no se, pero siento muchas emociones correr por mi cuerpo y por mi mente.

¿Madrina de boda? Leah y Sarah.

¿Padrino? Gael, Joshua, por supuesto que Dante también.

Allí se encontraba él, en el altar esperando por su futura esposa. Mientras yo solo sentía uno nervios terribles.

-Respira hondo. -Leah trata de tranquilizarme- Solo somos nosotros y su familia más nadie. -acaricia mi mejilla-

Hago lo que me dice mientras niego.

-Busca a tío. -digo un poco agitada- Tengo que hablar con él. -comienzo a dar vueltas por el pequeño cuarto-

Claro, tenía que ser en ese momento. Entre en un maldito ataque de pánico. Esos que por meses ya se habían desaparecidos.

Escucho como alguien abre la puerta dejando ver a Tío Sammy junto a mi padre. En ese momento no estaba para pensar que nos encontrábamos enojados.

-¿Que sucede? -me detiene mi tio- Estas sudando. -toma mis manos-

-¿Y si se arrepiente? -vuelvo a dar vueltitas-

Volviendo a dudar de mi, volviendo al mismo lugar que salí hacen meses.

En cuanto vuelvo a dar la vuelta observo a mi tío y padre sonriendo.

-Te espero afuera Joshua. -trato de hablar, pero me es imposible- Ahora te toca esta parte como siempre haz deseado.-

-Ven.. -toma asiento en una silla mientras palmea su rodilla-

Me acerco a este y tomo asiento.

-Perdóname por todo ¿Sí? Acepto que he sido muy duro contigo, que he tratado de protegerte y tienes razón eres adulta. Ya puedes manejar tu vida. -acaricia mi mejilla- Pero, ¿sabes algo? No debes dudar de ti, eres todo lo opuesto que piensas, eres lo opuesto de lo que dudas, siempre... -sus ojos estaban cristalizados- Siempre serás mi princesa no importando donde nos encontremos, si tu me odias por un momento y si yo me alejó por algún momento aún así seguirás siendo mi princesa, la cuál ya se encuentra convirtiéndose en una Reina. -sale una pequeña de lagrima en mi y le abrazo-

La Chica Boxeadora Where stories live. Discover now