Ataque de pánico

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Para muchos la secundaria es ese lugar donde aprendes cosas que pueden ser útiles a lo largo de nuestras vidas. Para mí, la escuela era la oportunidad perfecta para demostrarle al resto del mundo que a pesar de mis limitaciones podía llegar muy lejos

Durante toda mi vida había estado encadenada a una silla de ruedas, la cual se había convertido en una extensión de mi cuerpo desde que tengo memoria. Por eso siempre me costaba encajar en el grupo de mi escuela, sin importar si eran populares o no

Siempre me he considerado diferente del resto de chicos que se moría por ser aceptada por el grupo más popular de la escuela, fuera en la primaria, o la secundaria. La verdad es que siempre hay cosas mucho mas importantes en la vida que impresionar a gente que aún no tiene idea de la vida en absoluto

Mi etapa como estudiante no fue nada fácil, ni siquiera en la primaria. Los maestros, sin excepción de ninguno, siempre se desvivían por sobre protegerme, como si fuera algo sagrado que pudiese romperse en cualquier momento. Algunos niños siempre pensaban que era un privilegio, pero yo me sentía asfixiada con tantas atenciones indicadas por parte de mi madre

Las pocas amistades que logré hacer a lo largo de ese tiempo se dispersaron, y jamas volví a saber de ellos, como si fueran un grupo de amigos imaginarios que nunca existieron, y que solo vive en mis recuerdos infantiles

Y Daniel Thompson. Parece que en casa instituto siempre hay un chico como el gran Danny Thompson. Un chico popular, bueno en los deportes, malo en la escuela, y muy bueno para salirse con la suya en todos los sentidos, dentro y fuera de la escuela. Jamas creí que alguien tan inalcanzable como él podría fijarse en alguien como yo, aunque nos conocíamos desde la primaria

Nuestra historia de amor era una sorpresa para todos, incluyéndome. Él no parecía ser el tipo de chicos que le gustaran las chicas como yo, efectivamente no lo era

Sinceramente no esperaba una historia como la que viví en la secundaria. Una llena de ilusiones que se fueron desvaneciendo como lo que eran: simplemente ilusiones

Tal como lo temía, mi mas grande sueño se volvió una pesadilla, y mi carroza se convirtió en una enorme y espantosa calabaza podrida. A las pocas semanas descubrí que mi novio me estaba siendo infiel con Sam Parker, mi compañera desde la primaria, y a quien consideraba mi mejor amiga

«Lo se. Un cliché bastante patético»

Me costó bastante superar aquel episodio tan traumático de mi vida que dejó como consecuencia una condición de nombre extraño con la que probablemente tendré que lidiar toda la vida. Una condición con la que había estado luchando desde niña, y que había logrado superar con éxito hasta ese momento

Hice muchas cosas para intentar borrar aquel momento tan terrorífico para una chica de apenas catorce años de edad. Cosas que una chica a esa edad, y con mucho mas por vivir, jamás se le hubiera cruzado por la mente, y que trajo muchos conflictos en mi vida familiar

-Buenos días, Isabel -mamá entró a la habitación con su habitual actitud fría y despreocupada, un arma que le había servido durante años para ocultar todo lo que le causaba dolor. Aún llevaba puesta la holgada y descolorida pijama que usaba para estar en casa, cuando rara vez estaba con nosotras, recibiendo una mirada de sorpresa de mi parte

-Buenos días, Victoria -saludé, sintiendo un sabor amargo en mi boca cuando la llame por su nombre. Mi relación con mi madre no era la mejor del mundo, y mientras ella buscaba cambiar eso, yo insistía en mis intentos de poner distancia entre nosotras

-Algún día volverás a llamarme mamá, Isabel? -pregunto con la voz entrecortada, dirigiéndose con rapidez hacia la puerta de salida. Si por algo aprendí a conocer a mamá era por la forma en que lidiaba en silencio con todo aquello que le doliera, o le molestara

Antropofobia: Una vida entre cuatro paredes (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora